Tu nivel de oxígeno en la sangre es una medida de cuánto oxígeno transportan tus glóbulos rojos. Tu cuerpo regula cuidadosamente tu nivel de oxígeno en la sangre. Mantener el equilibrio preciso de sangre saturada con oxígeno es vital para tu salud.

La mayoría de los niños y adultos no necesitan monitorizar su nivel de oxígeno en la sangre. De hecho, muchos médicos no lo verificarán a menos que muestres señales de algún problema, como dificultad para respirar o dolor de pecho.

Sin embargo, las personas con afecciones crónicas de salud necesitan monitorizar su nivel de oxígeno en la sangre. Esto incluye asma, enfermedad cardíaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

En estos casos, monitorizar tu nivel de oxígeno en la sangre puede ayudar a determinar si los tratamientos están funcionando, o si deberían ajustarse.

Sigue leyendo para conocer cuál debería ser tu nivel de oxígeno en la sangre, qué síntomas podrías experimentar si tu nivel no es adecuado y qué sucede después.

Tu nivel de oxígeno en la sangre puede medirse con dos pruebas diferentes:

Gasometría arterial

Una gasometría arterial (ABG, en inglés) es una prueba de sangre. Esta mide tu nivel de oxígeno en la sangre. También puede detectar el nivel de otros gases en tu sangre, al igual que el pH (nivel de ácido/base). Una ABG es muy precisa pero es invasiva.

Para obtener la medición de una ABG, tu médico extraerá sangre de una arteria y no de una vena. A diferencia de las venas, las arterias tienen un pulso que puede sentirse. Además, la sangre que se extrae de las arterias es oxigenada. La sangre en tus venas no lo está.

Se usa la arteria en tu muñeca porque se siente fácilmente en comparación con otras en tu cuerpo.

La muñeca es un área sensible, lo que hace que extraer sangre de allí sea más incómodo en comparación con una vena cerca de tu codo. Las arterias también son más profundas que las venas, lo que agrega incomodidad.

Oxímetro de pulso

Un oxímetro de pulso es un dispositivo no invasivo que calcula la cantidad de oxígeno en tu sangre. Lo hace al enviar luz infrarroja hacia los capilares en los dedos de las manos y los pies o en los lóbulos de las orejas. Luego, mide cuánta luz se refleja de los gases.

Una lectura indica qué porcentaje de tu sangre está saturada, lo que se conoce como el nivel SpO2. Esta prueba tiene un margen de error del 2 por ciento. Esto significa que la lectura puede ser hasta 2 por ciento mayor o menor que tu nivel de oxígeno en la sangre real.

Esta prueba puede ser ligeramente menos precisa, pero es muy fácil de realizar para los médicos. Así que los médicos confían en ella para las lecturas rápidas.

Situaciones como esmalte oscuro de las uñas o extremidades frías pueden causar que la lectura del oxímetro de pulso sea menor que la normal. Tu médico puede retirar cualquier esmalte de tus uñas antes de usar el dispositivo o cuando la lectura parece anormalmente baja.

Debido a que el oxímetro de pulso no es invasivo, tú puedes realizar esta prueba. Puedes comprar un oxímetro de pulso en la mayoría de las tiendas que venden productos relacionados con la salud o en línea. Habla con tu médico antes de usar un dispositivo casero para que comprendas cómo interpretar los resultados.

A la medición de tu oxígeno en la sangre se le llama tu nivel de saturación de oxígeno. En abreviaturas médicas, puedes escuchar que le llaman PaO2 cuando utilizan una gasometría arterial y una saturación de O2 (SpO2) cuando utilizan una oximetría de pulso. Estos lineamientos te ayudarán a comprender qué podría significar tu resultado:

Normal: Un nivel normal de oxígeno ABG en pulmones sanos cae entre 80 y 100 milímetros de mercurio (mm Hg). Si tu nivel de oxígeno en la sangre se midió con un oxímetro de pulso (SpO2), una lectura normal usualmente se encuentra entre 95 por ciento y 100 por ciento.

Sin embargo, en EPOC u otras enfermedades pulmonares, posiblemente no apliquen estos rangos. Tu médico te informará qué es normal para tu condición específica. Por ejemplo, no es raro que las personas con EPOC severa mantengan sus niveles de oxímetro de pulso (SpO2) entre 88 por ciento y 92 por ciento.

Debajo de lo normal: Al nivel de oxígeno en sangre debajo de lo normal se le llama hipoxemia. Con frecuencia, la hipoxemia causa preocupación. Mientras más bajo es el nivel de oxígeno, más grave es la hipoxemia. Esto puede causar complicaciones en el tejido corporal y los órganos.

Normalmente, una lectura de PaO2 debajo de 80 mm Hg o un oxímetro de pulso (SpO2) debajo del 95 por ciento es considerado bajo. Es importante saber qué es normal para ti, especialmente si tienes una condición pulmonar crónica.

Tu médico puede darte recomendaciones sobre qué rango de niveles de oxígeno son aceptables para ti.

Sobre lo normal: Si tu respiración no es asistida, es difícil que tus niveles de oxígeno sean demasiado altos. En la mayoría de los casos, los niveles de oxígeno altos ocurren en personas que usan oxígeno complementario. Esto se puede detectar con una ABG.

Cuando tus niveles de oxígeno en la sangre se salen del rango normal, puedes empezar a experimentar síntomas.

Estos incluyen:

  • dificultad para respirar
  • dolor de pecho
  • confusión
  • dolor de cabeza
  • ritmo cardíaco rápido

Si continúas con niveles de oxígeno en la sangre bajos, puedes mostrar síntomas de cianosis. La señal distintiva de esta condición es una decoloración azul del lecho ungueal, la piel y las membranas mucosas.

La cianosis se considera una emergencia. Si experimentas síntomas, debes buscar asistencia médica inmediata. La cianosis puede ocasionar fallas respiratorias, lo cual puede ser mortal.

Si tu nivel de oxígeno en la sangre es demasiado bajo, puedes necesitar aumentar tu saturación de oxígeno. Esto con frecuencia se hace con oxígeno complementario.

El oxígeno complementario casero se considera un medicamento, y tu médico debe recetarlo. Es importante seguir las indicaciones específicas de tu médico sobre cómo debería de usarse el oxígeno casero para evitar complicaciones. Tu seguro médico puede cubrir el gasto.

Las condiciones que pueden afectar negativamente tu nivel de oxígeno en la sangre incluyen:

  • EPOC, incluyendo bronquitis crónica y enfisema
  • síndrome de dificultad respiratoria aguda
  • asma
  • pulmón colapsado
  • anemia
  • defecto cardiaco congénito
  • enfermedad cardíaca
  • embolia pulmonar

Estas condiciones pueden evitar que tus pulmones inhalen adecuadamente el aire que contiene oxígeno y exhalen dióxido de carbono. De igual manera, los trastornos sanguíneos y los problemas con tu sistema circulatorio pueden evitar que tu sangre recolecte oxígeno y lo transporte a través de tu cuerpo.

Cualquiera de estos problemas o trastornos puede causar que se reduzcan tus niveles de saturación de oxígeno. A medida que tus niveles de oxígeno bajan, puedes empezar a experimentar síntomas de hipoxemia.

Las personas que fuman pueden tener una lectura de oxímetro de pulso alta incorrecta. Fumar causa que se acumule monóxido de carbono en tu sangre. Un oxímetro de pulso no puede indicar la diferencia entre este otro tipo de gas y el oxígeno.

Si fumas y necesitas conocer tu nivel de oxígeno en la sangre, una ABG puede ser la única manera de obtener una lectura precisa.

La mayoría de las personas no necesitan monitorizar regularmente su nivel de oxígeno en la sangre. Solamente a las personas con problemas de salud que causan un estado de oxígeno bajo se les pide que verifiquen sus niveles. Incluso, el método menos invasivo de oxímetro de pulso es a menudo tan útil como una ABG invasiva.

Aunque tiene un margen de error, una lectura de oxímetro de pulso usualmente es suficientemente precisa. Si tu médico requiere una medida más precisa, puede continuar con una prueba de ABG.

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