El cáncer colorrectal es el cáncer que comienza en el intestino grueso (colon) o en el recto. Ambos órganos se encuentran en la parte inferior de tu sistema digestivo. El recto es la parte final del colon.

La Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) estima que aproximadamente uno de cada 23 hombres, y una de cada 25 mujeres desarrollará cáncer colorrectal durante su vida.

Tu médico puede usar la estadificación como guía para determinar qué tan avanzado está el cáncer. Es importante que tu médico conozca la etapa del cáncer para que pueda elaborar el mejor plan de tratamiento para ti y darte una estimación de tu pronóstico a largo plazo.

El cáncer colorrectal en etapa 0 es el estadio más temprano y la etapa 4 es el estadio más avanzado:

  • Fase 0. También conocido como carcinoma in situ, en esta etapa las células anormales se encuentran únicamente en el revestimiento interno del colon o el recto.
  • Fase 1. El cáncer ha penetrado el revestimiento o mucosa del colon o recto y puede haber crecido hacia la capa muscular. No se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos ni a otras partes del cuerpo.
  • Fase 2. El cáncer se ha diseminado a las paredes del colon o el recto, o a través de las paredes hasta los tejidos cercanos, pero no ha afectado a los ganglios linfáticos.
  • Fase 3. El cáncer se ha movido a los ganglios linfáticos, pero no a otras partes del cuerpo.
  • Fase 4. El cáncer se ha diseminado a otros órganos distantes, como el hígado o los pulmones.

El cáncer colorrectal puede no presentar ningún síntoma, especialmente en las primeras etapas. Si experimentas síntomas durante las primeras etapas, pueden incluir:

  • constipación
  • diarrea
  • cambios en el color de heces
  • cambios en la forma de las heces, como heces pequeñas
  • sangre en las heces
  • sangrado del recto
  • exceso de gas
  • calambres abdominales
  • dolor abdominal

Si notas alguno de estos síntomas, programa una cita con tu médico para analizar la posibilidad de hacerte una prueba de detección del cáncer colorrectal.

Síntomas de la etapa 3 o 4 (síntomas de la etapa tardía)

Los síntomas del cáncer colorrectal son más evidentes en las etapas tardías (etapas 3 y 4). Además de los síntomas anteriores, también puedes experimentar:

  • fatiga excesiva
  • debilidad inexplicable
  • pérdida de peso involuntaria
  • cambios en las heces que duran más de un mes
  • una sensación de que tus intestinos no se vacían por completo
  • vómitos

Si el cáncer colorrectal se disemina a otras partes de tu cuerpo, también podrías experimentar:

  • ictericia u ojos y piel amarillos
  • hinchazón en manos o pies
  • dificultad para respirar
  • dolores de cabeza crónicos
  • visión borrosa
  • fracturas de hueso

Si bien el cáncer colorrectal parece obvio, en realidad hay más de un tipo. Las diferencias tienen que ver con los tipos de células que se vuelven cancerosas y con el lugar en donde se forman.

El tipo más común de cáncer colorrectal comienza con los adenocarcinomas. Según la ACS, los adenocarcinomas constituyen la mayoría de los casos de cáncer colorrectal. A menos que tu médico especifique lo contrario, es probable que tu cáncer colorrectal sea de este tipo.

Los adenocarcinomas se forman dentro de las células que producen mucosidad en el colon o en el recto.

Con menos frecuencia, los cánceres colorrectales son causados por otros tipos de tumores, como:

  • linfomas, que pueden formarse primero en los ganglios linfáticos o en el colon
  • carcinoides, que comienzan en las células productoras de hormonas dentro de los intestinos
  • sarcomas, que se forman en tejidos blandos como los músculos del colon
  • tumores del estroma gastrointestinal, que pueden comenzar como benignos y luego volverse cancerosos (generalmente se forman en el tracto digestivo, pero rara vez en el colon)

Los investigadores siguen estudiando las causas del cáncer colorrectal.

El cáncer puede ser causado por mutaciones genéticas, ya sean heredadas o adquiridas. Estas mutaciones no garantizan que desarrolles cáncer colorrectal, pero aumentan tus posibilidades.

Algunas mutaciones pueden hacer que se acumulen células anormales en el revestimiento del colon, formando pólipos. Estos son crecimientos pequeños y benignos.

Extirpar estos crecimientos mediante cirugía puede ser una medida preventiva. Los pólipos que no se tratan pueden volverse cancerosos.

Existe una lista cada vez mayor de factores de riesgo que actúan solos o combinados para aumentar las probabilidades de que una persona desarrolle cáncer colorrectal.

Factores de riesgo fijos

Algunos factores que aumentan tu riesgo de desarrollar cáncer colorrectal son inevitables y no se pueden cambiar. La edad es uno de ellos. Las posibilidades de desarrollar este cáncer aumentan después de cumplir los 50 años.

Algunos otros factores de riesgo fijos son:

  • antecedentes de pólipos en el colon
  • antecedentes de enfermedades intestinales
  • antecedentes familiares de cáncer colorrectal
  • tener ciertos síndromes genéticos, como poliposis adenomatosa familiar (PAF)
  • ser de ascendencia judía de Europa del Este o africana

Factores de riesgo modificables

Otros factores de riesgo son evitables. Esto significa que puedes cambiarlos para disminuir tu riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Los factores de riesgo evitables incluyen:

  • el sobrepeso o tener obesidad
  • ser fumador
  • ser un bebedor empedernido
  • tener diabetes tipo 2
  • tener un estilo de vida sedentario
  • consumir una dieta rica en carnes procesadas

Un diagnóstico temprano de cáncer colorrectal te brinda las mejores posibilidades de curarlo.

El Colegio Americano de Médicos (ACP, por sus siglas en inglés) recomienda exámenes de detección para personas que tienen entre 50 y 75 años, un riesgo promedio de padecer la afección y una esperanza de vida de al menos 10 años.

El British Medical Journal (BMJ, por sus siglas en inglés) recomienda exámenes de detección para las personas que tienen entre 50 y 79 años y cuyo riesgo de desarrollar la afección a los 15 años es de al menos el 3 por ciento.

Tu médico comenzará por obtener información sobre tu historial médico y familiar. También te realizará un examen físico. Pueden presionar tu abdomen o realizar un examen rectal para determinar si tienes bultos o pólipos.

Prueba fecal

Puedes someterte a pruebas fecales cada 1 o 2 años. Las pruebas fecales se utilizan para detectar sangre oculta en las heces. Hay dos tipos principales, la prueba de sangre oculta en materia fecal con guayacol (gFOBT) y la prueba inmunoquímica fecal (PIF).

Prueba de sangre oculta en materia fecal con guayacol (gFOBT)

El guayacol es una sustancia vegetal que se usa para recubrir una pequeña tarjeta que contiene tu muestra de heces. Si hay sangre en las heces, la tarjeta cambiará de color.

Tendrás que evitar ciertos alimentos y medicamentos, como la carne roja y los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), antes de esta prueba. Pueden interferir con los resultados de tu prueba.

Prueba inmunoquímica fecal (PIF)

La PIF detecta la hemoglobina, una proteína que se encuentra en la sangre. Se considera más precisa que la prueba basada en guayacol.

Esto se debe a que es poco probable que la PIF detecte sangrado del tracto gastrointestinal superior (un tipo de sangrado que rara vez es causado por cáncer colorrectal). Además, los resultados de esta prueba no se ven afectados por los alimentos ni los medicamentos.

Pruebas caseras

Debido a que se necesitan múltiples muestras de heces para estas pruebas, es probable que tu médico te proporcione kits de prueba para usar en casa en lugar de someterte a pruebas en el consultorio.

Muchos kits que se compran en línea requieren que envíes una muestra de heces a un laboratorio para su evaluación. Los resultados de tu prueba deben estar disponibles en línea dentro de los cinco días hábiles. Después de eso, tendrás la opción de consultar con un equipo de atención médica sobre los resultados de tu prueba.

La PIF de segunda generación también se puede comprar en línea, pero la muestra de heces no tiene que enviarse a un laboratorio. Los resultados de la prueba están disponibles en 5 minutos. Esta prueba es precisa, está aprobada por la FDA y puede detectar afecciones adicionales como la colitis. Sin embargo, no hay un equipo de atención médica al que comunicarte si tienes preguntas sobre tus resultados.

Pruebas de sangre

Tu médico puede realizar algunos análisis de sangre para tener una mejor idea de la causa de tus síntomas. Las pruebas de función hepática y los hemogramas completos pueden descartar otras enfermedades y trastornos.

Sigmoidoscopía

La sigmoidoscopía mínimamente invasiva le permite a tu médico examinar la última sección de tu colon, que se conoce como colon sigmoide, en busca de anomalías. El procedimiento, también conocido como sigmoidoscopía flexible, implica un tubo flexible con una luz encendida.

El ACP recomienda una sigmoidoscopía cada 10 años, mientras que el BMJ recomienda una sigmoidoscopia única.

Colonoscopía

La colonoscopía implica el uso de un tubo largo con una pequeña cámara adjunta. Este procedimiento le permite a tu médico ver el interior de tu colon y recto para verificar si hay algo inusual. Por lo general, se realiza después de que las pruebas de detección menos invasivas indican que es posible que tengas cáncer colorrectal.

Durante una colonoscopia, tu médico también puede extraer tejido de áreas anormales. Estas muestras de tejido se pueden enviar a un laboratorio para su análisis.

De los métodos de diagnóstico existentes, las sigmoidoscopías y colonoscopías son las más efectivas para detectar los crecimientos benignos que pueden convertirse en cáncer colorrectal.

El ACP recomienda una colonoscopía cada 10 años, mientras que el BMJ recomienda una colonoscopía única.

Radiografías

Tu médico puede ordenar una radiografía con una solución de contraste radiactivo que contiene el elemento químico bario.

Tu médico inserta este líquido en tus intestinos mediante el uso de un enema de bario. Una vez en su lugar, la solución de bario recubre el revestimiento del colon. Esto ayuda a mejorar la calidad de las imágenes de rayos X.

Tomografía computarizada

Las tomografías computarizadas le brindan a tu médico una imagen detallada de tu colon. A la tomografía computarizada que se usa para diagnosticar el cáncer colorrectal a veces se le llama colonoscopía virtual.

El tratamiento del cáncer colorrectal depende de una variedad de factores. El estado de tu salud en general y la etapa de tu cáncer colorrectal ayudarán a tu médico a crear un plan de tratamiento.

Cirugía

En las primeras etapas del cáncer colorrectal, es posible que tu cirujano extirpe los pólipos cancerosos mediante cirugía. Si el pólipo no se ha adherido a la pared de los intestinos, es probable que tengas un excelente pronóstico.

Si tu cáncer se ha diseminado a las paredes intestinales, es posible que tu cirujano deba extirpar una parte del colon o recto junto con los ganglios linfáticos vecinos. De ser posible, tu cirujano volverá a unir la porción sana restante del colon al recto.

Si esto no es posible, pueden realizar una colostomía. Esto implica crear una abertura en la pared abdominal para la eliminación de desechos. Una colostomía puede ser temporal o permanente.

Quimioterapia

La quimioterapia implica el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Para las personas con cáncer colorrectal, la quimioterapia suele aplicarse después de la cirugía, cuando se usa para destruir las células cancerosas persistentes. La quimioterapia también controla el crecimiento de tumores.

Los medicamentos de quimioterapia que se usan para tratar el cáncer colorrectal incluyen:

  • capecitabina (Xeloda)
  • fluorouracil
  • oxaliplatino (Eloxatin)
  • irinotecan (Camptosar)

La quimioterapia a menudo conlleva efectos secundarios que deben controlarse con medicación adicional.

Radiación

La radiación usa un poderoso rayo de energía, similar al que se usa en los rayos X, para atacar y destruir las células cancerosas antes y después de la cirugía. La radioterapia suele ocurrir junto con la quimioterapia.

Otros medicamentos

También se pueden recomendar terapias dirigidas e inmunoterapias. Los medicamentos que han sido aprobados por la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el cáncer colorrectal incluyen:

  • bevacizumab (Avastin)
  • ramucirumab (Cyramza)
  • ziv-aflibercept (Zaltrap)
  • cetuximab (Erbitux)
  • panitumumab (Vectibix)
  • regorafenib (Stivarga)
  • pembrolizumab (Keytruda)
  • nivolumab (Opdivo)
  • ipilimumab (Yervoy)

Estos pueden tratar el cáncer colorrectal metastásico o en etapa tardía que no responda a otros tipos de tratamiento y que se ha propagado a otras partes del cuerpo.

Tener un diagnóstico de cáncer colorrectal puede ser preocupante, pero este tipo de cáncer es extremadamente tratable, en especial cuando se detecta temprano.

Se estima que la tasa de supervivencia a 5 años para todas las etapas del cáncer de colon es del 63 por ciento según los datos de 2009 a 2015. Para el cáncer rectal, la tasa de supervivencia a 5 años es del 67 por ciento.

La tasa de supervivencia a 5 años refleja el porcentaje de personas que sobrevivieron al menos 5 años después del diagnóstico.

También ha habido avances en las medidas de tratamiento para los casos más avanzados de cáncer de colon.

Según el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en 2015, el tiempo promedio de supervivencia para el cáncer de colon en etapa 4 fue de alrededor de 30 meses. En la década de los 90, el promedio era de 6 a 8 meses.

Al mismo tiempo, los médicos ahora ven cáncer colorrectal en personas más jóvenes. Algo de esto puede deberse a elecciones de estilo de vida poco saludables.

Según la ACS, mientras que las muertes por cáncer colorrectal disminuyeron en los adultos mayores, las muertes en personas menores de 50 años aumentaron entre 2008 y 2017.

Ciertos factores de riesgo del cáncer colorrectal, como los antecedentes familiares y la edad, no se pueden prevenir.

Sin embargo, los factores de estilo de vida que pueden contribuir al cáncer colorrectal se pueden prevenir, y pueden ayudar a reducir tu riesgo general de desarrollar esta enfermedad.

Puedes tomar medidas ahora para reducir tu riesgo de la siguiente manera:

  • disminuyendo la cantidad de carne roja que consumes
  • evitando las carnes procesadas, como las salchichas y los embutidos
  • comiendo más alimentos de origen vegetal
  • disminuyendo la grasa de la dieta
  • ejercitando diariamente
  • perdiendo peso, si tu médico lo recomienda
  • dejando de fumar
  • reduciendo el consumo de alcohol
  • disminuyendo el estrés
  • controlando la diabetes preexistente

Otra medida preventiva es asegurarte de hacerte una colonoscopía u otra prueba de detección del cáncer después de los 50 años. Cuanto antes se detecte el cáncer, mejor será el resultado.

Cuando se detecta temprano, el cáncer colorrectal es tratable.

Con la detección temprana, la mayoría de las personas viven al menos otros 5 años después del diagnóstico. Si el cáncer no regresa en ese tiempo, hay una probabilidad muy baja de que vuelva a aparecer, especialmente si tuviste la etapa temprana de la enfermedad.

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