La psoriasis es una enfermedad autoinmune crónica que provoca la rápida acumulación de células cutáneas. Esta acumulación de células provoca descamación en la superficie de la piel.

La inflamación y el enrojecimiento alrededor de las escamas es bastante común. Las escamas psoriásicas típicas son blanquecinas y plateadas, y se desarrollan en parches o manchas rojas gruesas. A veces, estos parches se agrietan y sangran.

La psoriasis es el resultado de un proceso de producción de piel acelerado. Por lo general, las células de la piel crecen profundamente en la piel y ascienden lentamente a la superficie para eventualmente desprenderse . El ciclo de vida típico de una célula de la piel es de un mes.

En las personas con psoriasis, este proceso de producción puede ocurrir en solo unos días. Debido a esto, las células cutáneas no tienen tiempo de desprenderse. Esta rápida sobreproducción conduce a la acumulación de células cutáneas.

Las escamas se desarrollan típicamente en las articulaciones, como los codos y las rodillas. Pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, incluyendo:

  • manos
  • pies
  • cuello
  • cuero cabelludo
  • cara

Los tipos menos comunes de psoriasis afectan las uñas, la boca y el área alrededor de los genitales.

Según un estudio, alrededor de 7.4 millones de estadounidenses viven con psoriasis. Por lo general, se asocia con varias otras afecciones, que incluyen:

  • diabetes tipo 2
  • enfermedad inflamatoria del intestino
  • enfermedad cardíaca
  • artritis psoriásica
  • ansiedad
  • depresión

Existen cinco tipos de psoriasis:

Psoriasis en placas

La psoriasis en placa es el tipo de psoriasis más común.

La Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) estima que alrededor del 80 por ciento de las personas con la afección tienen psoriasis en placas que causa parches rojos e inflamados que cubren áreas de la piel. Estos parches suelen estar cubiertos de escamas o placas blanquecinas. Estas placas se encuentran comúnmente en los codos, las rodillas y el cuero cabelludo.

Psoriasis guttata

La psoriasis guttata es común en la infancia. Este tipo de psoriasis provoca pequeñas manchas rosadas. Los sitios más comunes de psoriasis guttata incluyen el torso, los brazos y las piernas. Estas manchas rara vez son gruesas o elevadas como sucede en la psoriasis en placas.

Psoriasis pustulosa

La psoriasis pustulosa es más común en adultos. Causa ampollas blanquecinas llenas de pus, así como grandes áreas de piel roja e inflamada. La psoriasis pustulosa generalmente se localiza en áreas más pequeñas del cuerpo, como las manos o los pies, pero puede estar muy extendida.

Psoriasis inversa

La psoriasis inversa causa áreas brillantes de piel roja, brillosa e inflamada. Los parches de psoriasis inversa se desarrollan debajo de las axilas o los senos, en la ingle o alrededor de los pliegues de piel de los genitales.

Psoriasis eritrodérmica

La psoriasis eritrodérmica es un tipo de psoriasis grave y muy poco frecuente.

Esta forma suele cubrir grandes secciones del cuerpo a la vez. La piel casi parece que tuviera quemaduras de sol. Las escamas que se desarrollan suelen desprenderse en grandes secciones u láminas. No es raro que una persona con este tipo de psoriasis tenga fiebre o se enferme gravemente.

Este tipo puede poner en peligro la vida, por lo que las personas deben consultar a un médico de inmediato.

Los síntomas de la psoriasis varían de una persona a otra y dependen del tipo de la afección. Las áreas de psoriasis pueden ser tan pequeñas como unas pocas escamas en el cuero cabelludo o el codo, o cubrir la mayor parte del cuerpo.

Los síntomas más comunes de la psoriasis en placas incluyen:

  • parches de piel rojos, abultados e inflamados
  • escamas o placas blancas o plateadas en las manchas rojas
  • piel seca que puede agrietarse y sangrar
  • dolor alrededor de los parches
  • picazón y sensación de ardor alrededor de los parches
  • uñas gruesas y con cavidades
  • dolor e inflamación en las articulaciones

No todas las personas experimentan todos estos síntomas. Algunas personas tienen síntomas completamente diferentes si tienen un tipo de psoriasis menos común.

La mayoría de las personas con psoriasis atraviesan “ciclos” de síntomas. La afección puede causar síntomas graves durante unos días o semanas, y luego los síntomas pueden desaparecer y volverse casi imperceptibles.

Luego, en unas pocas semanas o si empeora por un desencadenante común de la psoriasis, la afección puede volver a aparecer. A veces, los síntomas de la psoriasis desaparecen por completo.

Cuando no tienes señales activas de la afección, es posible que estés en “remisión”. Eso no significa que la psoriasis no volverá, pero por ahora no tienes síntomas.

La psoriasis no es contagiosa. No puedes transmitir la afección cutánea de una persona a otra. Tocar una lesión psoriásica en otra persona no hará que desarrolles la afección.

Es importante informarse sobre la afección, ya que muchas personas piensan que la psoriasis es contagiosa.

Los médicos no tienen claro qué causa la psoriasis. Sin embargo, gracias a décadas de investigación, tienen una idea general de dos factores clave: la genética y el sistema inmunitario.

Sistema inmunitario

La psoriasis es una enfermedad autoinmune. Las afecciones autoinmunes son el resultado de un autotanque del cuerpo. En el caso de la psoriasis, los glóbulos blancos conocidos como células T atacan por error las células de la piel.

En un cuerpo normal, los glóbulos blancos se utilizan para atacar y destruir las bacterias invasoras y combatir las infecciones. Este ataque erróneo hace que el proceso de producción de células cutáneas se acelere. La producción acelerada de células cutáneas hace que se desarrollen más de estas células demasiado rápido. Son empujadas a la superficie de la piel, donde se amontonan.

Esto da como resultado las placas que se asocian más comúnmente con la psoriasis. Los ataques a las células cutáneas también hacen que se desarrollen zonas de piel rojas e inflamadas.

Genética

Algunas personas heredan genes que las hacen más propensas a desarrollar psoriasis. Si tienes un familiar directo con esta afección de la piel, tu riesgo de desarrollar psoriasis es mayor. Sin embargo, el porcentaje de personas que padecen psoriasis y tienen una predisposición genética es pequeño. Aproximadamente del 2 por ciento al 3 por ciento de las personas con el gen desarrollan la enfermedad, según la Fundación Nacional de Psoriasis (NPF, por sus siglas en inglés).

Es posible que se necesiten dos pruebas o exámenes para diagnosticar la psoriasis.

Examen físico

La mayoría de los médicos pueden hacer un diagnóstico con un simple examen físico. Los síntomas de la psoriasis suelen ser evidentes y fáciles de distinguir de otras afecciones que pueden causar síntomas similares.

Durante este examen, asegúrate de mostrarle a tu médico todas las áreas afectadas. Además, informa a tu médico si algún miembro de la familia tiene la afección.

Biopsia

Si los síntomas no están claros o si tu médico quiere confirmar su diagnóstico sospechado, es posible que tome una pequeña muestra de piel. Esto se conoce como biopsia.

La piel se enviará a un laboratorio, donde se examinará con un microscopio. El examen puede diagnosticar el tipo de psoriasis que tienes. También puede descartar otros posibles trastornos o infecciones.

La mayoría de las biopsias se hacen en el consultorio de tu médico el día de tu cita. Es probable que tu médico te inyecte un anestésico local para que la biopsia sea menos dolorosa. Luego enviarán la biopsia a un laboratorio para su análisis.

Cuando lleguen los resultados, tu médico puede programar una cita para hablar contigo sobre los hallazgos y las opciones de tratamiento.

Los “desencadenantes” externos pueden iniciar un nuevo brote de psoriasis. Estos desencadenantes no son los mismos para todos. También pueden cambiar con el tiempo para ti.

Los desencadenantes más comunes para la psoriasis incluyen:

Estrés

Un estrés inusualmente alto puede desencadenar un brote. Si aprendes a reducir y controlar el estrés, puedes reducir y posiblemente prevenir los brotes.

Alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede desencadenar brotes de psoriasis. Si consumes alcohol en exceso, los brotes de psoriasis pueden ser más frecuentes. Reducir el consumo de alcohol es una medida favorable no solo para la piel. Si necesitas ayuda, tu médico te puede ayudar a elaborar un plan para dejar de beber.

Lesión

Un accidente, corte o raspado puede provocar un brote. Las inyecciones, las vacunas y las quemaduras solares también pueden desencadenar un nuevo brote.

Medicamentos

Algunos medicamentos se consideran desencadenantes de la psoriasis. Estos medicamentos incluyen:

  • litio
  • medicamentos contra la malaria
  • medicamento para la hipertensión

Infección

La psoriasis es causada, al menos en parte, porque el sistema inmune ataca por error las células sanas de la piel. Si estás enfermo o estás luchando contra una infección, tu sistema inmune se acelerará para combatir la infección. Esto podría iniciar otro brote de psoriasis. La faringitis estreptocócica es un desencadenante común.

La psoriasis no tiene cura. Los tratamientos tienen como objetivo reducir la inflamación y las escamas, retrasar el crecimiento de las células de la piel y eliminar las placas. Los tratamientos para la psoriasis se dividen en tres categorías:

Tratamientos tópicos

Las cremas y ungüentos aplicados directamente sobre la piel pueden ser útiles para reducir la psoriasis leve a moderada.

Los tratamientos tópicos para la psoriasis incluyen:

  • corticosteroides tópicos
  • retinoides tópicos
  • antralina
  • análogos de vitamina D
  • ácido salicílico
  • crema humectante

Medicamentos sistémicos

Las personas con psoriasis de moderada a grave, y aquellas que no han respondido bien a otros tipos de tratamiento, pueden necesitar medicamentos orales o inyectados. Muchos de estos medicamentos tienen efectos secundarios graves. Los médicos suelen recetarlos durante periodos cortos de tiempo.

Estos medicamentos incluyen:

  • metotrexato
  • ciclosporina (Sandimmune)
  • medicamentos biológicos
  • retinoides

Terapia con luz

Este tratamiento para la psoriasis usa luz ultravioleta (UV) o natural. La luz solar mata los glóbulos blancos hiperactivos que atacan las células sanas de la piel y provocan el rápido crecimiento celular. Tanto la luz UVA como la UVB pueden ayudar a reducir los síntomas de la psoriasis leve a moderada.

La mayoría de las personas con psoriasis de moderada a grave se beneficiarán de una combinación de tratamientos. Este tipo de terapia usa más de uno de los tipos de tratamiento para reducir los síntomas. Algunas personas pueden usar el mismo tratamiento durante toda su vida. Otras pueden tener que cambiar de tratamiento ocasionalmente si la piel deja de responder a lo que están usando.

Si tienes psoriasis de moderada a grave, o si la psoriasis deja de responder a otros tratamientos, tu médico puede considerar un medicamento oral o inyectado.

Los medicamentos orales e inyectados más comunes que se usan para tratar la psoriasis incluyen:

Medicamentos biológicos

Esta clase de medicamentos altera el sistema inmunitario y previene las interacciones entre el sistema inmune y las vías inflamatorias. Estos medicamentos se inyectan o administran mediante infusión intravenosa (IV).

Retinoides

Los retinoides reducen la producción de células cutáneas. Una vez que dejes de usarlos, es probable que los síntomas de la psoriasis regresen. Los efectos secundarios incluyen la caída del cabello y la inflamación de los labios.

Las mujeres que están embarazadas o que pueden quedar embarazadas en los próximos tres años no deben tomar retinoides debido al riesgo de posibles defectos de nacimiento.

Ciclosporina

La ciclosporina (Sandimmune) previene la respuesta del sistema inmune. Esto puede aliviar los síntomas de la psoriasis. También significa que tienes un sistema inmune debilitado, por lo que te puedes enfermar más fácilmente. Los efectos secundarios incluyen problemas renales y presión arterial alta.

Metotrexato

Al igual que la ciclosporina, el metotrexato inhibe el sistema inmune. Puede causar menos efectos secundarios cuando se usa en dosis bajas. Puede provocar efectos secundarios graves a largo plazo. Los efectos secundarios graves incluyen daño hepático y reducción de la producción de glóbulos rojos y blancos.

Los alimentos no pueden curar ni tratar la psoriasis, pero comer mejor puede reducir tus síntomas. Estos cinco cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas de la psoriasis y reducir los brotes:

Pierde peso

Si tienes sobrepeso, perder peso puede reducir la gravedad de la afección. Bajar de peso también puede hacer que los tratamientos sean más efectivos. No está claro cómo interactúa el peso con la psoriasis, por lo que incluso si tus síntomas no cambian, perder peso es bueno para tu salud en general.

Lleva una dieta saludable

Reduce tu ingesta de grasas saturadas. Estas se encuentran en productos animales como carnes y lácteos. Aumenta la ingesta de proteínas magras que contienen ácidos grasos omega-3, como salmón, sardinas y camarones. Las fuentes vegetales de omega-3 incluyen nueces, semillas de lino y soya.

Evita los alimentos desencadenantes

La psoriasis causa inflamación. Ciertos alimentos también causan inflamación. Evitar esos alimentos podría mejorar los síntomas. Estos alimentos incluyen:

  • carne roja
  • azúcar refinada
  • alimentos procesados
  • productos lácteos

Bebe menos alcohol

El consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de un brote. Reduce el consumo o déjalo por completo. Si tienes un problema con el consumo de alcohol, tu médico te puede ayudar a elaborar un plan de tratamiento.

Considera tomar vitaminas

Algunos médicos prefieren una dieta rica en vitaminas a las vitaminas en forma de píldora. Sin embargo, incluso el comensal más saludable puede necesitar ayuda para obtener los nutrientes adecuados. Pregunta a tu médico si debes tomar vitaminas como complemento de la dieta.

La vida con psoriasis puede ser un desafío, pero con el enfoque correcto, puedes reducir los brotes y vivir una vida saludable y plena. Estas tres áreas te ayudarán a sobrellevar la situación a corto y largo plazo:

Dieta

Bajar de peso y mantener una dieta saludable puede contribuir en gran medida a aliviar y reducir los síntomas de la psoriasis. Esto incluye comer una dieta rica en ácidos grasos omega-3, cereales integrales y plantas. También debes limitar los alimentos que pueden aumentar la inflamación. Estos alimentos incluyen azúcares refinados, productos lácteos y alimentos procesados.

Existe evidencia anecdótica de que comer frutas y verduras solanáceas puede desencadenar síntomas de psoriasis. Las frutas y verduras de la familia de las solanáceas incluyen tomates, así como papas blancas, berenjenas y alimentos derivados de la pimienta como el pimentón y la pimienta de cayena (pero no la pimienta negra, que proviene de una planta completamente diferente).

Estrés

El estrés es un desencadenante confirmado de la psoriasis. Aprender a manejar y superar el estrés te puede ayudar a reducir los brotes y aliviar los síntomas. Intenta lo siguiente para reducir el estrés:

  • meditación
  • escribir un diario
  • respiración
  • yoga

Salud emocional

Las personas con psoriasis tienen más probabilidades de sufrir depresión y problemas de autoestima. Es posible que te sientas menos seguro cuando aparecen nuevas manchas. Hablar con miembros de la familia sobre cómo te afecta la psoriasis puede resultar difícil. El ciclo constante de la afección también puede resultar frustrante.

Todos estos problemas emocionales son válidos. Es importante que encuentres un recurso para manejarlos. Esto puede incluir hablar con un experto en salud mental o unirse a un grupo para personas con psoriasis.

Según los lineamientos clínicos recientes de la AAD y la NPFE, entre el 30 por ciento y el 33 por ciento de las personas con psoriasis recibirán un diagnóstico de artritis psoriásica.

Este tipo de artritis causa hinchazón, dolor e inflamación en las articulaciones afectadas. Por lo general, se confunde con la artritis reumatoide o la gota. La presencia de áreas inflamadas y enrojecidas de piel con placas suele distinguir este tipo de artritis de otras.

La artritis psoriásica es una enfermedad crónica. Al igual que la psoriasis, los síntomas de la artritis psoriásica pueden aparecer y desaparecer, alternando entre brotes y remisión. La artritis psoriásica también puede ser continua, con síntomas y problemas constantes.

Esta afección generalmente afecta las articulaciones de los dedos de las manos o de los pies. También puede afectar la espalda baja, las muñecas, rodillas o los tobillos.

La mayoría de las personas que desarrollan artritis psoriásica tienen psoriasis. Sin embargo, es posible desarrollar la afección articular sin tener un diagnóstico de psoriasis. La mayoría de las personas que reciben un diagnóstico de artritis sin tener psoriasis tienen un miembro de la familia que sí tiene la afección cutánea.

Los tratamientos para la artritis psoriásica pueden aliviar los síntomas, aliviar el dolor y mejorar la movilidad de las articulaciones. Al igual que con la psoriasis, perder peso, mantener una dieta saludable y evitar los desencadenantes también puede ayudar a reducir los brotes de artritis psoriásica. Un diagnóstico y un plan de tratamiento tempranos pueden reducir la probabilidad de complicaciones graves, incluyendo el daño articular.

Alrededor de 7.4 millones de personas en los Estados Unidos tienen psoriasis.

La psoriasis puede comenzar a cualquier edad, pero la mayoría de los diagnósticos ocurren en la edad adulta. La edad promedio de aparición es entre los 15 y los 35 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunos estudios estiman que alrededor del 75 por ciento de los casos de psoriasis se diagnostican antes de los 46 años. Un segundo periodo máximo de diagnósticos puede ocurrir a finales de los 50 y principios de los 60.

Según la OMS, los hombres y las mujeres se ven afectados por igual. Las personas de piel blanca se ven afectadas de manera desproporcionada. Las personas de color constituyen una proporción muy pequeña de los diagnósticos de psoriasis.

Tener un familiar con la afección aumenta el riesgo de desarrollar psoriasis. Sin embargo, muchas personas con psoriasis no tienen antecedentes familiares de esta enfermedad en absoluto. Algunas personas con antecedentes familiares no desarrollarán psoriasis.

Alrededor de un tercio de las personas con psoriasis serán diagnosticadas con artritis psoriásica. Además, las personas con psoriasis son más propensas a desarrollar afecciones, tales como:

  • diabetes tipo 2
  • enfermedad renal
  • enfermedad cardíaca
  • hipertensión

Aunque los datos no están completos, la investigación sugiere que los casos de psoriasis son cada vez más comunes. No está claro si eso se debe a que las personas están desarrollando la afección de la piel o que los médicos simplemente están siendo más asertivos en el diagnóstico.

Lee el artículo en inglés.