Cerca del 80 por ciento de la población de Estados Unidos tendrá dolor de espalda en algún momento de sus vidas, según la Asociación Estadounidense de Quiropráctica (ACA, por sus siglas en inglés). Un espasmo en la espalda es la contracción involuntaria o tensión de los músculos en la espalda baja.

La afección va desde espasmos poco frecuentes con molestia leve hasta espasmos crónicos con dolor grave que dificultan el movimiento.

Los espasmos en la espalda pueden tratarse usualmente de manera efectiva sin cirugía. Es posible que se requiera alguna intervención si el dolor se relaciona con problemas nerviosos en la columna.

Los espasmos en la espalda pueden ser el resultado de lesiones en los músculos, tendones y ligamentos en la espalda, o pueden relacionarse con afecciones médicas más graves. Levantar objetos pesados es una causa común de los espasmos en la espalda.

Además de levantar objetos pesados, cualquier actividad que pone excesiva tensión en los músculos y ligamentos en la espalda baja puede causar una lesión. Los deportes como fútbol americano y golf pueden causar espasmos en la espalda debido a que requieren que la espalda gire repentina y repetidamente.

Tus músculos de la espalda pueden ser más vulnerables si tienes músculos abdominales débiles que ayudan a apoyar la espalda. Los músculos débiles y rígidos en la espalda pueden lesionarse más fácilmente que los músculos que son más fuertes y más flexibles.

Los espasmos en la espalda pueden ocurrir si tienes artritis o un disco fracturado en tu columna. La artritis en la espalda baja puede poner presión en la columna vertebral, lo cual puede causar dolor en la espalda y las piernas. Un disco fracturado o protuberante en la vértebra también puede presionar un nervio y ocasionar dolor de espalda.

Tu médico puede ordenar una radiografía para observar las señales de la artritis o una fractura ósea.

También puede ordenar una resonancia magnética por imágenes (RMI) o una tomografía computarizada (TC) para obtener una mejor visión de los músculos y otros tejidos blandos. Estas tomografías también pueden ayudar a identificar posibles problemas con los discos o con el suministro de sangre en el área afectada.

Puedes ayudar a tu médico a realizar un diagnóstico más preciso al explicarle tus síntomas detalladamente. Prepárate para discutir:

  • la gravedad de tu dolor de espalda
  • frecuencia con que aparece
  • qué alivia el dolor
  • cuándo empezó

Asegúrate de indicarle a tu médico si empezaste a sentir espasmos después de una lesión deportiva o después de alguna otra actividad física como mover muebles. Esto puede ayudar a determinar si una lesión muscular causó los espasmos.

Si tus espasmos empiezan después de una lesión o una actividad que tensó los músculos, prueba colocar hielo y calor en tu espalda. El hielo ayudará a reducir la inflamación y el calor puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo.

Los medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los relajantes musculares pueden ayudar a aliviar los síntomas mientras sanan los músculos.

Una investigación indica que los relajantes musculares proporcionan un alivio significativo del dolor en los espasmos musculares de corto plazo.

Las inyecciones de un medicamento antiinflamatorio (cortisona) también pueden ayudar. Sin embargo, existen posibles efectos secundarios con cada medicamento. Consulta con tu médico sobre los riesgos y beneficios de estas inyecciones.

El cuidado quiropráctico puede ayudar, pero asegúrate de consultar con un médico para que diagnostique primero tu afección adecuadamente. Con frecuencia se recomienda la fisioterapia para ayudar a fortalecer tu espalda y los músculos abdominales, siempre que los músculos estén lo suficientemente sanos para hacer ejercicio.

Tu espalda trabaja duro por ti. Mientras mejor cuides de ella, menor riesgo tendrás de desarrollar espasmos en la espalda.

  • Perder unas cuantas libras si tienes sobrepeso ayudará a aliviar la tensión en tu columna y tus articulaciones.
  • Pararse derecho y usar zapatos bajos ayudará a proporcionar estabilidad y fortaleza a tu espalda baja.
  • Participar en una actividad física regular como ejercicios de fortalecimiento para tu espalda y abdomen también ayudará a mantenerte en movimiento y sentirte de maravilla.
  • Pasar mucho tiempo en la cama o sentado hará que los problemas de espalda empeoren.

Si actualmente no estás activo físicamente, consulta con tu médico antes de empezar un programa de ejercicios. Te puede sugerir ciertos ejercicios que aliviarán tu espalda.

Si desarrollas espasmos en la espalda, no dudes en consultar con un médico. El dolor de espalda generalmente se puede tratar y no existe razón para lidiar con espasmos que se interpongan en tus actividades.

Lee el artículo en inglés.