El sarpullido suele ser una de las primeras señales del VIH. Suele aparecer después de una fiebre y otros síntomas parecidos a los de la gripe. En general, este sarpullido dura aproximadamente una semana.

Si bien el sarpullido del VIH suele aparecer en la parte superior del cuerpo y en la cara, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el pene.

El VIH es un virus crónico que debilita el sistema inmunitario. Generalmente se transmite por contacto sexual. Aunque no existe una cura para el VIH, sus síntomas son tratables. Si el VIH no se trata, el virus puede conducir a la etapa 3 del VIH, también conocida como SIDA.

Una persona puede tener VIH durante varios años antes de que se convierta en SIDA. Sin embargo, cuanto más tiempo se espere para iniciar el tratamiento, mayor será el riesgo para la salud.

Si una persona desarrolla SIDA, significa que su sistema inmunitario se ha debilitado gravemente. Esto la vuelve vulnerable a infecciones oportunistas, como la neumonía por Pneumocystis jirovecii o la toxoplasmosis.

El SIDA también la hace vulnerable a infecciones típicas, como neumonía adquirida en la comunidad y celulitis. Aunque estas infecciones pueden ser perjudiciales para cualquier persona, pueden ser especialmente dañinas para una persona con SIDA.

Al cabo de un par de semanas de haber contraído VIH, una persona puede desarrollar síntomas muy parecidos a los causados por la gripe. Estos síntomas incluyen:

  • escalofríos
  • dolores musculares y articulares
  • dolores de cabeza
  • dolor de garganta

A veces, las personas con VIH confunden estos síntomas con los de la gripe y posponen la visita al médico.

Llagas o úlceras

Algunas personas desarrollan llagas o úlceras después de contraer VIH. Estas llagas suelen ser dolorosas y pueden aparecer en:

  • el pene
  • el ano
  • el esófago
  • la boca

Al igual que el sarpullido que puede aparecer en el pene, estas llagas o úlceras suelen aparecer un mes después de contraer VIH. Sin embargo, no todas las personas seropositivas tienen estas llagas.

Ganglios linfáticos inflamados

Los ganglios linfáticos del cuello y la axila también pueden inflamarse poco después de contraer VIH. Mientras que los síntomas parecidos a los de la gripe y el sarpullido pueden desaparecer solos, la inflamación de ciertos ganglios linfáticos puede durar mucho tiempo. Esto puede continuar incluso después de que la persona comience el tratamiento.

Falta de síntomas

También es posible tener un caso leve de VIH. Un caso leve podría no producir sarpullido u otros síntomas evidentes poco después de la transmisión.

El sarpullido genital no siempre es una señal de VIH. Puede ser el resultado de un número de otras afecciones, incluyendo:

  • tiña inguinal, una infección micótica asociada con usar ropa sudada durante demasiado tiempo
  • infección micótica, que es un crecimiento excesivo de hongos
  • balanitis, o inflamación de la punta del pene o del prepucio; se asocia a una mala higiene
  • dermatitis de contacto, que puede ser consecuencia de alérgenos
  • sarna, un tipo de infestación

El sarpullido también puede indicar la presencia de otras infecciones de transmisión sexual (ITS), como:

  • ladillas
  • sífilis
  • herpes
  • chancroide

El sarpullido en el pene no es suficiente para diagnosticar VIH o cualquier otra enfermedad. Por ejemplo, una infección por hongos puede provocar la aparición de una erupción roja en el pene. También puede provocar picazón en la punta del pene. Aunque las mujeres son mucho más propensas a desarrollar infecciones micóticas, los hombres también pueden tenerlas.

Independientemente de la causa, un profesional de salud debe evaluar el sarpullido en el pene. Si una persona tiene otros síntomas de VIH, debe asegurarse de explicar esos síntomas al profesional de salud. Este conocimiento puede ayudar al profesional médico a realizar un diagnóstico.

La única manera de confirmar la presencia de VIH es mediante un análisis de sangre. Si una persona tiene un factor de riesgo conocido para el VIH y cree que ha estado expuesta al virus, debería considerar la posibilidad de concertar una cita con un profesional de salud.

Durante mucho tiempo, el VIH solo podía diagnosticarse mediante un análisis de sangre que buscaba anticuerpos contra el virus. Tras la exposición al virus, el organismo puede tardar varias semanas en producir anticuerpos contra el VIH. Esto significa que el VIH puede no detectarse si una persona se somete a la prueba demasiado pronto después de la posible exposición.

El VIH también produce una proteína conocida como antígeno p24, o antígeno del VIH. Esta aparece muy poco después de la transmisión. Existe un análisis de sangre para detectar el antígeno del VIH. Puede confirmar si alguien tiene VIH entre 15 y 20 días después de una relación sexual.

Si una persona tiene sarpullido en el pene y la prueba del VIH resulta negativa, el profesional de salud podría pedirle que se haga una prueba de orina para buscar una posible candidosis vaginal o infección por hongos.

Si el sarpullido en el pene no está relacionado con el VIH, es probable que el médico recomiende un medicamento o una pomada de venta libre o recetada para aliviar los síntomas. La medicación recomendada depende de si la erupción es:

  • fúngica
  • bacteriana
  • viral
  • no infecciosa

Si el profesional de salud determina que una persona tiene VIH, uno de los siguientes pasos será hablar de las opciones de tratamiento.

El tratamiento estándar para el VIH se denomina terapia antirretroviral. Incluye una combinación de medicamentos que se toman a diario para ayudar a reducir la cantidad de VIH en el cuerpo. No puede eliminar el virus, pero puede minimizar el nivel de virus que circula. Minimizar la cantidad de virus presente en el cuerpo puede ayudar a garantizar que una persona seropositiva esté mejor protegida contra otras infecciones.

Si el virus se suprime hasta el punto de ser indetectable, es prácticamente imposible que una persona seropositiva transmita el virus a otra. Este es el mensaje de “indetectable = no transmisible” (undetectable = untransmissible o U=U en inglés), una campaña de la Prevention Access Campaign.

Con tratamiento, un sarpullido común suele desaparecer en una o dos semanas.

Si a una persona se le ha diagnosticado VIH, un profesional de salud trabajará con ella para iniciar un régimen de tratamiento. Controlar el VIH y evitar que progrese a la etapa 3 del VIH requiere una dedicación diaria a la terapia antirretroviral.

Las personas que viven con VIH también deben considerar el uso de condones durante las relaciones sexuales y evitar comportamientos que puedan ponerlas en riesgo a ellas y a su salud.

El éxito del tratamiento del VIH exige una buena relación de trabajo y una comunicación abierta entre la persona seropositiva y el profesional de salud. Si una persona que vive con VIH siente que no está recibiendo las respuestas que desea de su médico, podría buscar uno nuevo que tenga experiencia en trabajar con personas seropositivas.

Las personas con mayor riesgo de contraer VIH pueden querer explorar la profilaxis previa a la exposición (PrEP). El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) recomienda ahora esta píldora diaria para todas las personas con mayor riesgo de contraer el VIH.

Las personas también pueden limitar sus posibilidades de exposición al VIH utilizando un condón durante las relaciones sexuales y realizando otras prácticas que ayudan a prevenir las ITS. Por ejemplo, puede ser beneficioso hablar sobre la prueba del VIH antes de iniciar la actividad sexual con una nueva pareja. Las parejas pueden considerar ir juntas a hacerse la prueba.

En los casos de parejas con estatus mixto, el que tiene VIH debe considerar la posibilidad de seguir el tratamiento. También deberían considerar la posibilidad de hablar con un profesional de salud sobre las formas de evitar que su pareja contraiga el VIH.

Cuando una persona seropositiva es consistente con el tratamiento antirretroviral y es capaz de mantener una carga viral indetectable, se vuelve incapaz de transmitir el virus a su pareja. Tomar la medicación puede convertirse entonces en una importante estrategia de prevención.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 22 de febrero de 2022.

Versión original actualizada el 24 de abril de 2020.

Última revisión médica realizada el 19 de abril de 2018.