Si te sientes deprimido cuando trabajas, no estás solo. La tristeza, la ansiedad, la pérdida de motivación, la dificultad para concentrarse, los ataques inexplicables de llanto y el aburrimiento son solo una pequeña muestra de las cosas que puedes sentir si estás experimentando síntomas depresivos en el trabajo.
La depresión afecta a más de 17 millones de adultos en Estados Unidos cada año.
Y los datos de la encuesta “State of Mental Health in America 2021” muestran que el número de personas que buscan ayuda para la depresión aumentó significativamente de 2019 a 2020.
El número de personas que se sometieron a la prueba de detección de la depresión de la encuesta aumentó en 62 por ciento, y de ellas, 8 de cada 10 dieron positivo en síntomas de depresión de moderada o grave.
Si se toma en cuenta que los empleados a tiempo completo pasan una media de 8.5 horas al día trabajando entre semana y 5.5 horas los fines de semana y las vacaciones, según la Oficina de Estadísticas Laborales, no es de extrañar que muchos de ellos experimenten síntomas de depresión mientras trabajan.
Sigue leyendo para saber por qué el trabajo puede desencadenar síntomas depresivos, cómo identificar las señales, dónde conseguir ayuda y qué puedes hacer para empezar a sentirte mejor.
Aunque el trabajo no sea la causa de la depresión, el entorno puede empeorar los síntomas de las personas que ya viven con depresión.
“Cualquier lugar de trabajo o empleo puede ser una causa potencial o un factor que contribuya a la depresión, dependiendo del nivel de estrés y del apoyo disponible en el lugar de trabajo”, dijo la doctora Rashmi Parmar, psiquiatra de Community Psychiatry.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un entorno de trabajo negativo puede provocar:
- problemas de salud mental y física
- ausentismo
- pérdida de productividad
- mayor consumo de sustancias
Mental Health America informa que la depresión se encuentra entre los tres principales problemas en el lugar de trabajo para los profesionales de la asistencia a los empleados.
Al igual que con cualquier otra enfermedad, Parmar afirma que, la concientización y la detección temprana son fundamentales.
“La depresión es una afección compleja con una variada manifestación de pensamientos, sentimientos y comportamientos que pueden afectar a cualquiera y a todos, y una variedad de factores laborales y no laborales podrían estar en juego cuando consideramos a alguien que lucha contra la depresión laboral”, explicó.
Las señales de depresión laboral son similares a los síntomas generales de depresión. Dicho esto, algunos pueden parecer más específicos de un entorno laboral.
Esta depresión afectará tu nivel de desempeño tanto en el trabajo como en casa, dijo Parmar.
Algunas de las señales más comunes de la depresión laboral incluyen:
- aumento de los niveles de ansiedad, especialmente cuando se manejan situaciones estresantes o se piensa en el trabajo cuando se está fuera de él
- sentimientos generales de aburrimiento y complacencia sobre tu trabajo
- baja energía y falta de motivación para hacer cosas, que a veces puede manifestarse como aburrimiento en las tareas
- sentimientos persistentes o prolongados de tristeza o ánimo caído
- pérdida de interés en las tareas del trabajo, especialmente en las que antes te resultaban interesantes y satisfactorias
- sentimientos de desesperanza, impotencia, inutilidad o culpabilidad abrumadora
- incapacidad para concentrarte o prestar atención a las tareas laborales, así como problemas para retener o recordar cosas, especialmente información nueva
- cometer una gran cantidad de errores en las tareas diarias del trabajo
- aumento o disminución del peso o del apetito
- molestias físicas como dolores de cabeza, fatiga y malestar estomacal
- aumento de las ausencias o llegadas tarde y salidas temprano
- capacidad de toma de decisiones deteriorada
- irritabilidad, aumento de la ira y poca tolerancia a la frustración
- episodios de llanto o tendencia al llanto en el trabajo, con o sin desencadenantes aparentes
- problemas para dormir o dormir demasiado (como dormir siestas durante el horario de trabajo)
- automedicación con alcohol o sustancias
Si eres bueno para enmascararlas o interiorizarlas, estas señales de depresión laboral podrían no ser visibles para tus compañeros de trabajo. Pero hay algunos síntomas que es más probable que noten.
Según Parmar, estas son algunas de las señales comunes de la depresión laboral que deben tenerse en cuenta:
- retraimiento o aislamiento de otras personas
- mala higiene personal o cambio significativo en la apariencia
- llegar tarde al trabajo, faltar a las reuniones o ausentarse
- procrastinación, incumplimiento de los plazos, menor productividad, bajo rendimiento en las tareas, mayor cantidad de errores o dificultad para tomar decisiones
- aparente indiferencia, olvido, desapego y desinterés por las cosas
- apariencia de cansancio durante la mayor parte del día o parte de la jornada (podría estar durmiendo la siesta en el trabajo)
- irritabilidad, enfado, sensación de agobio o ponerse muy emotivo durante las conversaciones (puede empezar a llorar de repente o ponerse emotivo por cosas triviales)
- falta de confianza al intentar hacer tareas
Hay varias razones por las que podrías estar lidiando con un aumento de los síntomas depresivos en el trabajo. Y aunque no hay dos personas, o experiencias, iguales, parecen surgir algunos temas comunes a la hora de señalar las causas o los desencadenantes de las señales de depresión en el trabajo.
Aunque no es una lista exhaustiva, las siguientes situaciones pueden contribuir a la depresión laboral:
- la sensación de no tener control sobre los asuntos del trabajo
- sentir que tu trabajo está en peligro
- trabajar en un entorno laboral tóxico
- tener sobrecarga de trabajo o mala paga
- sufrir acoso o discriminación en el lugar de trabajo
- trabajar en horarios irregulares
- falta de equilibrio entre el trabajo y el hogar
- trabajar en un entorno que no coincide con tus valores personales
- hacer un trabajo que no favorece tus objetivos profesionales
- experimentar condiciones de trabajo deficientes o inseguras
Estrés laboral vs. depresión laboralNo es infrecuente experimentar estrés en el trabajo, pero no hay que ignorar los sentimientos de depresión. Es importante conocer la diferencia.
Estrés laboral
- estrés que disminuye en intensidad cuando el factor de estrés pasa
- ataques ocasionales de ansiedad e irritabilidad
- tensión muscular o dolores de cabeza
Depresión laboral
- aumento de los sentimientos de tristeza y llanto
- sentimientos persistentes de ansiedad
- aumento de la falta de atención y concentración
- aburrirse y no sentirse realizado en el trabajo
La doctora Leela R. Magavi, psiquiatra y directora médica regional de Community Psychiatry, dijo que trabaja con muchos clientes que se ven afectados negativamente por dedicarse a un trabajo que no les apasiona.
“Las personas pueden realizar tareas sin sentido a lo largo del día y empezar a sentirse desconectados y desmoralizados, lo que puede exacerbar la ansiedad y los síntomas de depresión”, explicó.
Otros pueden tener poco tiempo para comer o hidratarse a lo largo del día, lo que, según Magavi, podría empeorar la fatiga y la falta de atención.
Trabajar a distancia, aunque sea cómodo, tiene sus inconvenientes. Según Parmar, la frontera entre la vida personal y la profesional puede desaparecer fácilmente, provocando grandes trastornos en la rutina diaria.
Y crear y mantener una rutina estructurada en casa es más fácil de decir que de hacer.
“Sin una rutina, el aburrimiento puede introducirse poco a poco, dando paso a sentimientos y pensamientos depresivos”, dijo.
Sin el entorno social en el trabajo, Parmar dijo que muchas personas que trabajan desde casa experimentan sentimientos de soledad y aislamiento.
“Nos vemos obligados a recurrir a los chats o mensajes, a las llamadas telefónicas y a las videollamadas para conectarnos con nuestros amigos y colegas, lo que se suma a nuestro ya creciente tiempo frente a la pantalla”, dijo.
Trabajo a distancia durante COVID-19: Consejos para mejorar tu salud mentalSi trabajar desde casa es tu nueva “normalidad”, al menos por ahora, es posible que experimentes mayores sentimientos de ansiedad, estrés y depresión.
Las siguientes son algunas cosas que puedes hacer cuando esos sentimientos afloren:
- Sal de casa y da un paseo.
- Mantén tu espacio de trabajo separado de otras partes de la casa.
- Ordena tu escritorio.
- Practica 5 minutos de meditación de conciencia plena por la mañana, por la tarde y antes de dar por terminado el día.
- Llama a un amigo que no sea del trabajo.
- Aléjate de la pantalla durante el transcurso del día.
Además, Parmar dijo que muchas personas pueden trabajar más horas de lo habitual, ya que puede ser difícil llevar la cuenta del tiempo cuando trabajan en casa.
“Es muy natural sentirse abrumado por todos estos factores y sentirse deprimido o ansioso”, explicó.
Magavi sugirió que el trabajo a distancia prolongado podría crear muchos obstáculos emocionales, físicos y financieros para las personas.
“Las familias con bajos ingresos se encuentran en gran desventaja debido a la limitación de recursos o de acceso a una Wi-Fi estable, mientras que otras familias, independientemente de sus ingresos, pueden estar cada vez más expuestas a la violencia doméstica debido a la ira causada por la pandemia y los factores de estrés asociados”, dijo.
“Las personas pueden sentir que no hay nada que esperar, o pueden tener dificultades, pues ya no tienen una salida para normalizar sus sentimientos de agotamiento con los compañeros de trabajo”, añadió.
Independientemente de dónde trabajes, controlar los síntomas en el trabajo puede ser un reto. La buena noticia es que hay cosas que puedes hacer cuando te sientes deprimido:
- Tómate un descanso de 10 minutos fuera de tu escritorio u oficina.
- Haz una pausa para comer y sal al aire libre.
- Sal a dar un paseo rápido durante un descanso, aunque sea en el interior, el ejercicio hace maravillas para la salud mental.
- Tómate un día de salud mental.
- Practica unos minutos de meditación de conciencia plena.
- Incorpora ejercicios de respiración profunda a lo largo de tu día.
- Di “no” a una pequeña cosa que te permita experimentar menos estrés durante el día.
- Ve un video divertido.
Algunos de los factores de riesgo de la depresión en el trabajo, según Magavi, incluyen:
- gerentes despectivos
- desequilibrio esfuerzo-recompensa
- política laboral
- chismes en el trabajo
- acoso laboral
- altas exigencias laborales
- baja libertad de decisión
- apoyo social limitado en el lugar de trabajo
Parmar señaló otros factores de riesgo como:
- expectativas injustas
- carga de trabajo excesiva
- funciones poco claras o mal gestionadas en el trabajo
También sugirió que una mala adecuación al puesto de trabajo puede aumentar el malestar emocional y físico, lo que conduce al agotamiento, al igual que un escaso énfasis en el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Además, los turnos de trabajo excesivamente largos, de 10 a 12 horas o más, o los turnos en horarios extraños que alteran las rutinas y los patrones de sueño son también factores de riesgo.
Una revisión de 2019 encontró que los trabajadores por turnos, especialmente las mujeres, corren un mayor riesgo de padecer una mala salud mental, concretamente síntomas de depresión.
Si notas una relación entre los síntomas depresivos y tu lugar de trabajo, no esperes a buscar ayuda. Hablar con tu jefe o supervisor inmediato es un buen primer paso, siempre y cuando sientas que tienes su apoyo.
A veces, un cambio de destino o de ubicación dentro de una oficina u organización puede ayudar a reducir los síntomas.
También puedes preguntar al departamento de recursos humanos si tu empresa tiene un programa de asistencia a los empleados. Se trata de un programa basado en el trabajo que ofrece servicios relacionados con la salud mental para problemas personales y laborales.
Fuera del trabajo, se suele recomendar una combinación de psicoterapia, medicación e intervenciones en el estilo de vida para tratar la depresión. Puedes obtener ayuda de profesionales en persona y en línea.
Encontrar ayuda para la depresiónLa ayuda para la depresión está disponible en línea, en persona y a través de líneas de ayuda. Estos son algunos recursos que puedes utilizar:
- Línea de texto para crisis (envía un mensaje de texto con la palabra HOME al 741741)
- Línea Nacional de Prevención del Suicidio (800- 273- 8255)
- Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA)
- GoodTherapy.org
- Línea de ayuda nacional de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (LBGTQ+; 800-662-4357)
- Herramienta de búsqueda de terapeutas de Psychology Today
Además, Parmar dijo que los empleadores y los colegas pueden desempeñar un papel importante en la identificación de una persona en riesgo.
“Es importante crear una cultura de concientización y reducir el estigma asociado a los trastornos de salud mental en el lugar de trabajo, para que las personas afectadas se animen a buscar ayuda libremente, sin ningún prejuicio, cuando la necesiten”, explicó.
De hecho, un estudio de 2014 encontró que las intervenciones de salud mental en el lugar de trabajo, y más concretamente los programas basados en la salud cognitiva-conductual, pueden reducir el nivel de síntomas de depresión entre los trabajadores.
Teniendo esto en cuenta, se puede formar a los directores, supervisores y empleados para que inicien esas conversaciones con las personas que necesitan ayuda y las apoyen en su búsqueda de atención oportuna.
Experimentar síntomas de depresión en el trabajo puede resultar abrumador. Identificar señales como la ansiedad, el llanto, el aburrimiento y la falta de interés es el primer paso para conseguir ayuda.
Si te preocupa la depresión laboral, considera la posibilidad de acudir a tu supervisor o al departamento de recursos humanos. Pueden ayudarte a encontrar un consejero a través de un programa de asistencia al empleado.
También puedes buscar tratamiento a través de un terapeuta o psicólogo.
Recuerda que no estás solo. Si no estás listo para comunicarte en el trabajo, pide una cita con un médico o un profesional de la salud mental.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español el 23 de mayo de 2022.
Versión original actualizada el 3 de diciembre de 2021.
Última revisión médica realizada el 3 de diciembre de 2021.