La migraña es una afección neurológica que puede causar múltiples síntomas. Con frecuencia se caracteriza por dolores de cabeza intensos y debilitantes. Los síntomas pueden incluir náusea, vómitos, dificultad para hablar, entumecimiento u hormigueo y sensibilidad a la luz y al sonido. La migraña suele ser hereditaria y afecta a personas de todas las edades.

El diagnóstico de las migrañas se determina con base en la historia clínica, los síntomas reportados y descartando otras causas. Las categorías más comunes de migraña son las que no tienen aura (anteriormente conocidas como migrañas comunes) y las que tienen aura (anteriormente conocidas como migrañas clásicas).

Las migrañas pueden comenzar en la niñez o pueden no ocurrir hasta la edad adulta temprana. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener migrañas. Los antecedentes familiares son uno de los factores de riesgo más comunes para tener migrañas.

Los síntomas de la migraña pueden comenzar uno o dos días antes del dolor como tal. Esto se conoce como la etapa pródromo. Los síntomas durante esta etapa pueden incluir:

  • antojos de alimentos
  • depresión
  • fatiga o poca energía
  • bostezos frecuentes
  • hiperactividad
  • irritabilidad
  • rigidez en el cuello

En la migraña con aura, el aura se produce después de la etapa pródromo. Durante un aura, es posible que tengas problemas con tu visión, sensación, movimiento y habla. Los ejemplos de estos problemas incluyen:

  • dificultad para hablar con claridad
  • sensación de hormigueo o cosquilleo en la cara, los brazos o las piernas
  • ver formas, destellos de luz o puntos brillantes
  • perder temporalmente la vista

La siguiente fase se conoce como fase de ataque. Esta es la fase más aguda o grave en la que se produce el dolor de migraña real. En algunas personas, esto puede superponerse u ocurrir durante un aura. Los síntomas de la fase de ataque pueden durar desde horas hasta días. Los síntomas de una migraña pueden variar de una persona a otra. Algunos síntomas pueden incluir:

  • mayor sensibilidad a la luz y al sonido
  • náusea
  • mareos o sensación de desmayo
  • dolor en un lado de la cabeza, ya sea en el lado izquierdo, derecho, parte frontal o trasera, o en las sienes
  • cefalea palpitante y punzante
  • vómitos

Después de la fase de ataque, una persona a menudo experimentará la fase pósdromo. Durante esta fase, generalmente hay cambios de humor y en los sentimientos. Estos cambios pueden variar desde sentirte eufórico y extremadamente feliz, hasta sentirte muy fatigado y apático. Puede persistir un dolor de cabeza leve y sordo.

La duración e intensidad de estas fases pueden ocurrir en diferentes grados en distintas personas. A veces, se salta una fase y es posible que ocurra un ataque de migraña sin causar cefalea. Obtén más información sobre los síntomas y las etapas de la migraña.

Las personas describen el dolor de la migraña como:

  • pulsante
  • punzante
  • perforante
  • intenso
  • debilitante

También puede sentirse como un dolor intenso, sordo y constante. El dolor puede comenzar como leve, pero sin tratamiento se volverá de moderado a severo.

El dolor de la migraña afecta con mayor frecuencia el área de la frente. Por lo general, en un lado de la cabeza, pero puede ocurrir en ambos lados o desplazarse.

La mayoría de las migrañas duran alrededor de 4 horas. Si no se tratan o no responden al tratamiento, pueden durar hasta 72 horas a una semana. En las migrañas con aura, el dolor puede coincidir con un aura o puede que nunca ocurra.

Más de la mitad de las personas que padecen migrañas sienten náusea como síntoma y la mayoría también vomita. Estos síntomas pueden comenzar al mismo tiempo que la cefalea. Sin embargo, es usual que comiencen aproximadamente una hora después de que comienza el dolor de cabeza.

La náusea y los vómitos pueden ser tan preocupantes como la cefalea en sí. Si solo tienes náusea, es posible que puedas tomar tus medicamentos habituales para la migraña. Sin embargo, los vómitos pueden evitar que tomes pastillas o las mantengas en tu cuerpo el tiempo suficiente para que las absorba. Si tienes que esperar para tomar tus medicamentos para la migraña, es probable que tu migraña se vuelva más grave.

Tratar la náusea y prevenir los vómitos

Si tienes náusea sin vómitos, tu médico puede sugerirte medicamentos para aliviarla llamados medicamentos contra las náuseas o antieméticos. En este caso, el antiemético puede ayudar a prevenir los vómitos y mejorar la náusea.

La acupresión también puede ser útil para tratar la náusea por migraña. Un estudio de 2012 mostró que la acupresión reducía la intensidad de las náuseas asociadas a la migraña a partir de los 30 minutos, mejorando en 4 horas.

Tratar la náusea y los vómitos al mismo tiempo

En lugar de tratar las náuseas y los vómitos por separado, los médicos prefieren aliviar esos síntomas tratando la migraña en sí. Si tus migrañas vienen acompañadas de náusea y vómitos importantes, tú y tu médico pueden hablar sobre comenzar con medicamentos preventivos (profilácticos).

Los médicos diagnostican las migrañas al escuchar tus síntomas, analizar tu historial médico y familiar completo y realizar un examen físico para descartar otras causas potenciales. Las exploraciones por imágenes, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética, pueden descartar otras causas, que incluyen:

  • tumores
  • estructuras cerebrales anormales
  • accidente cerebrovascular

Las migrañas no tienen cura, pero tu médico puede ayudarte a controlarlas para que las padezcas con menos frecuencia y trates los síntomas cuando se presenten. El tratamiento también puede ayudar a que las migrañas que padeces sean menos graves.

Tu plan de tratamiento depende de:

  • tu edad
  • con qué frecuencia tienes migrañas
  • el tipo de migraña que tienes
  • cuán severas son, basándose en cuánto duran, cuánto dolor tienes y con qué frecuencia te impiden ir a la escuela o al trabajo
  • si incluyen náusea o vómitos, así como otros síntomas
  • otras afecciones de salud que puedas tener y otros medicamentos que puedas tomar

Tu plan de tratamiento puede incluir una combinación de:

  • remedios de autocuidado para la migraña
  • ajustes en el estilo de vida, incluyendo el manejo del estrés y evitar los desencadenantes de la migraña
  • medicamentos de venta libre (OTC, en inglés) para el dolor o la migraña, como AINE o acetaminofeno (Tylenol)
  • medicamentos recetados para la migraña que tomes a diario para ayudar a prevenirlas, y reducir la frecuencia con que tienes dolores de cabeza
  • medicamentos recetados para la migraña que tomas tan pronto como comienza una cefalea, para evitar que se agrave y aliviar los síntomas
  • medicamentos recetados para ayudar con las náuseas o los vómitos
  • terapia hormonal si las migrañas parecen ocurrir en relación con tu ciclo menstrual
  • asesoría
  • atención alternativa, que puede incluir biorretroalimentación, meditación, acupresión o acupuntura

Puedes intentar algunas cosas en casa que también pueden ayudar a aliviar el dolor de tus migrañas:

  • Recostarte en una habitación oscura y silenciosa.
  • Masajear tu cuero cabelludo o sienes.
  • Colocar un paño frío sobre tu frente o detrás de tu cuello.

Muchas personas también prueban remedios caseros a base de hierbas para aliviar sus migrañas.

Se pueden usar medicamentos para prevenir la migraña o para tratarla una vez que ocurre. Es posible que pueda aliviarse con medicamentos OTC. Sin embargo, si los medicamentos OTC no son efectivos, tu médico puede decidir recetar otros medicamentos.

Estas opciones se basarán en la gravedad de tus migrañas y cualquiera de tus otras afecciones de salud. Las opciones de medicamentos incluyen tanto los de prevención como los de tratamiento durante un ataque.

Cefalea por uso excesivo de medicamentos

El uso frecuente y recurrente de cualquier tipo de medicamentos para el dolor de cabeza puede causar lo que se conoce como cefalea por uso excesivo de medicamentos (anteriormente llamada cefalea de rebote). Las personas con migraña tienen un mayor riesgo de desarrollar esta complicación.

Al determinar cómo lidiar con tu cefalea por migraña, habla con tu médico sobre la frecuencia con la que tomas medicamentos y las alternativas a los mismos. Obtén más información sobre la cefalea por uso excesivo de medicamentos.

Hay un par de procedimientos quirúrgicos que se utilizan para tratar la migraña. Sin embargo, no han sido aprobados por la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Estos incluyen procedimientos de neuroestimulación y cirugía de descompresión en el sitio desencadenante de la migraña (MTSDS, en inglés).

La Fundación Americana de Migraña alienta a cualquier persona que esté considerando la cirugía de migraña a consultar a un especialista en cefalea. Un especialista en dolor de cabeza ha completado una beca acreditada en medicina para la cefalea o está certificado por una junta en medicina para la cefalea.

Cirugías de neuroestimulación

Durante estos procedimientos, un cirujano inserta electrodos debajo de tu piel. Los electrodos administran estimulación eléctrica a determinados nervios. Actualmente se utilizan varios tipos de estimuladores. Estos incluyen:

  • estimuladores del nervio occipital
  • estimuladores cerebrales profundos
  • estimuladores del nervio vago
  • estimuladores del ganglio esfenopalatino

Es poco frecuente que las aseguradoras de salud cubran este procedimiento. Se están realizando investigaciones sobre el papel ideal de la estimulación nerviosa en el tratamiento de los dolores de cabeza.

MTSDS

Este procedimiento quirúrgico implica la liberación de nervios alrededor de la cabeza y la cara que pueden cumplir una función como sitios desencadenantes de migrañas crónicas. Las inyecciones de onabotulinumtoxin A (Botox) se utilizan normalmente para identificar los nervios de los puntos desencadenantes implicados durante un ataque de migraña. Bajo sedación, el cirujano desactiva o descomprime los nervios aislados. Los cirujanos plásticos suelen realizar estas cirugías.

La Sociedad Americana de la Cefalea no respalda el tratamiento de la migraña con MTSDS. Recomienda que cualquier persona que esté considerando este procedimiento tenga una evaluación por parte de un especialista en cefaleas para, primero, conocer los riesgos.

Estas cirugías se consideran experimentales hasta que más estudios demuestren que funcionan de manera consistente y segura. Sin embargo, pueden tener un papel en las personas con migrañas crónicas que no han respondido a otro tratamiento.

Los investigadores no han identificado una causa definitiva de las migrañas. Sin embargo, han encontrado algunos factores contribuyentes que pueden desencadenar la afección. Esto incluye cambios en las sustancias químicas cerebrales, como una disminución en los niveles de serotonina, una sustancia química cerebral.

Otros factores que pueden desencadenar una migraña incluyen:

  • luces brillantes
  • calor severo u otras condiciones climáticas extremas
  • deshidratación
  • cambios en la presión barométrica
  • cambios hormonales en las mujeres, como fluctuaciones de estrógeno y progesterona durante la menstruación, el embarazo o la menopausia
  • exceso de estrés
  • sonidos fuertes
  • actividad física intensa
  • omitir comidas
  • cambios en los patrones de sueño
  • uso de ciertos medicamentos, como anticonceptivos orales o nitroglicerina
  • olores inusuales
  • ciertos alimentos
  • fumar
  • consumo de alcohol
  • viajes

Si experimentas una migraña, tu médico podría pedirte que lleves un diario de los dolores de cabeza. Anotar lo que hacías, los alimentos que comiste y los medicamentos que tomaste antes de que comenzara la migraña puede ayudar a identificar los desencadenantes.

Ciertos alimentos o ingredientes de alimentos pueden tener más probabilidades de desencadenar migrañas que otros. Estos pueden incluir:

  • bebidas alcohólicas o con cafeína
  • aditivos en alimentos, como nitratos (un conservante en carnes curadas), aspartamo (un azúcar artificial) o glutamato monosódico (MSG)
  • tiramina, que se encuentra naturalmente en algunos alimentos

La tiramina también aumenta en alimentos fermentados o envejecidos. Esto incluye alimentos como algunos quesos curados, chucrut y salsa de soja. Sin embargo, las investigaciones actuales examinan más de cerca el papel de la tiramina en las migrañas. En algunas personas, podría ser un protector de cefaleas en lugar de un desencadenante.

Existen muchos tipos de migrañas. Dos de los tipos más comunes son la migraña sin aura y la migraña con aura. Algunas personas tienen ambos tipos.

Muchas personas con migrañas tienen más de un tipo de migraña.

Migraña sin aura

Este tipo de migraña solía llamarse migraña común. La mayoría de las personas con migraña no experimentan un aura.

Según la Sociedad Internacional de Cefaleas, las personas que tienen migraña sin aura han tenido al menos cinco ataques que tienen estas características:

  • El ataque de cefalea suele durar de 4 a 72 horas si no se trata o si el tratamiento no funciona.
  • La cefalea tiene al menos dos de estos rasgos:
    • ocurre solo en un lado de la cabeza (unilateral)
    • el dolor es palpitante o punzante
    • el nivel de dolor es moderado o severo
    • el dolor empeora cuando te mueves, como al caminar o subir escaleras
  • La cefalea tiene al menos uno de estos rasgos:
    • hace que seas sensible a la luz (fotofobia)
    • hace que seas sensible al sonido (fonofobia)
    • experimentas náuseas con o sin vómitos o diarrea
  • La cefalea no es causada por otro problema de salud o diagnóstico.

Migraña con aura

A este tipo de migraña se le llamaba migraña clásica, migraña complicada y migraña hemipléjica. La migraña con aura ocurre en el 25 por ciento de las personas que padecen migrañas.

Según la Sociedad Internacional de Cefaleas, debes tener al menos dos ataques que tengan estas características:

  • Un aura que desaparece es completamente reversible e incluye al menos uno de estos síntomas:
    • problemas visuales (el síntoma más común del aura)
    • problemas sensoriales del cuerpo, la cara o la lengua, como entumecimiento, hormigueo o mareos
    • problemas del habla o del lenguaje
    • problemas para moverse o debilidad, que pueden durar hasta 72 horas
    • síntomas del tronco encefálico, que incluyen:
      • dificultad para hablar o disartria (poca claridad al hablar)
      • vértigo (una sensación de dar vueltas)
      • tinnitus o zumbido en los oídos
      • hipoacusia (problemas de audición)
      • diplopía (visión doble)
      • ataxia o incapacidad para controlar los movimientos corporales
      • disminución de la conciencia
    • problemas oculares en un solo ojo, incluyendo destellos de luz, puntos ciegos o ceguera temporal (cuando se presentan estos síntomas se denominan migrañas retinianas)
  • Un aura que tiene al menos dos de estos rasgos:
    • al menos un síntoma se propaga gradualmente durante cinco o más minutos
    • cada síntoma del aura dura entre cinco minutos y una hora (si tienes tres síntomas, pueden durar hasta tres horas)
    • al menos un síntoma del aura está solo en un lado de la cabeza, incluyendo problemas de visión, habla o lenguaje
    • el aura ocurre con la cefalea o una hora antes de que comience la cefalea
  • La cefalea no se debe a otro problema de salud y se ha excluido como causa el ataque isquémico transitorio.

Un aura suele ocurrir antes de que comience la cefalea, pero puede continuar una vez que este comienza. En cambio, un aura puede comenzar al mismo tiempo que la cefalea.

La migraña crónica solía llamarse cefalea combinada o mixta porque puede tener características de migraña y cefaleas tensionales. A veces, también se le llama migraña severa y puede ser causada por el uso excesivo de medicamentos.

Las personas que tienen migrañas crónicas tienen una cefalea intensa o migrañosa más de 15 días al mes durante 3 meses o más. Más de ocho de esas cefaleas son migrañas con o sin aura.

En comparación con las personas que tienen migrañas agudas, las personas con migrañas crónicas tienen más probabilidades de tener:

  • dolores de cabeza severos
  • más discapacidad en y fuera de la casa
  • depresión
  • otro tipo de dolor crónico, como artritis
  • otros problemas de salud graves (comorbilidades), como presión arterial alta
  • lesiones previas en la cabeza o el cuello

La migraña aguda es un término general para las migrañas que no se diagnostican como crónicas. Otro nombre para este tipo es migraña episódica. Las personas que tienen migrañas episódicas tienen cefaleas hasta 14 días al mes. Por lo tanto, las personas con migrañas episódicas tienen menos cefaleas al mes que las personas con migrañas crónicas.

La migraña vestibular también se conoce como vértigo asociado a la migraña. Cerca del 40 por ciento de las personas que padecen migrañas presentan algunos síntomas vestibulares. Estos síntomas afectan el equilibrio, causan mareos o ambos. Personas de cualquier edad, incluyendo los niños, pueden tener migrañas vestibulares.

Los neurólogos suelen tratar a personas que tienen dificultades para controlar sus migrañas, incluyendo las migrañas vestibulares. Los medicamentos para este tipo de migraña son similares a los que se usan para otros tipos de migraña. Las migrañas vestibulares también son sensibles a los alimentos que las desencadenan. Por lo tanto, es posible que puedas prevenir o aliviar el vértigo y los otros síntomas haciendo cambios en tu dieta.

Tu médico también puede sugerirte que consultes a un terapeuta de rehabilitación vestibular. Puede enseñarte ejercicios que te ayudarán a mantener el equilibrio cuando tus síntomas empeoren. Dado que estas migrañas pueden ser tan debilitantes, tú y tu médico pueden hablar sobre tomar medicamentos preventivos.

La migraña óptica también se conoce como migraña en los ojos, migraña ocular, migraña oftálmica, migraña monocular y migraña retiniana. Este es un tipo menos común de migraña con aura, pero a diferencia de otras auras visuales, solo afecta a un ojo.

La Sociedad Internacional de Cefaleas define las migrañas retinianas como ataques de problemas visuales temporales, y totalmente reversibles, en un solo ojo. Los síntomas pueden incluir:

  • destellos de luz, llamados centelleos
  • un punto ciego o pérdida parcial de la vista, llamado escotoma
  • pérdida de la vista en un ojo

Estos problemas de visión suelen ocurrir dentro de una hora después del dolor de cabeza. A veces, las migrañas ópticas no causan dolor. La mayoría de las personas que tienen una migraña óptica han tenido otro tipo de migraña anteriormente.

El ejercicio puede provocar el ataque. Estas cefaleas no se deben a un problema ocular, como el glaucoma.

La migraña compleja no es un tipo de cefalea. En cambio, la migraña compleja o complicada es una forma general de describir las migrañas, aunque no es una forma clínicamente precisa de describirlas. Algunas personas usan el término “migraña compleja” para referirse a migrañas con auras que tienen síntomas que son similares a los de un accidente cerebrovascular. Estos síntomas incluyen:

  • debilidad
  • dificultad para hablar
  • pérdida de visión

Ver a un especialista en cefalea certificado por la junta ayudará a garantizar que obtengas un diagnóstico preciso y exacto de tus cefaleas.

Las migrañas relacionadas con la menstruación afectan hasta al 60 por ciento de las mujeres que experimentan cualquier tipo de migraña. Pueden ocurrir con o sin aura. También pueden ocurrir antes, durante o después de la menstruación y durante la ovulación.

Las investigaciones han demostrado que las migrañas menstruales tienden a ser más intensas, durar más y tener náuseas más significativas que las migrañas no asociadas con el ciclo menstrual.

Además de los tratamientos estándar para las migrañas, las mujeres con migrañas relacionadas con la menstruación también pueden beneficiarse de los medicamentos que afectan los niveles de serotonina, y de los tratamientos hormonales.

La migraña acetálgica también se conoce como migraña sin cefalea, aura sin cefalea, migraña silenciosa y migraña visual sin cefalea. Las migrañas acetálgicas ocurren cuando una persona tiene un aura, pero no le duele la cabeza. Este tipo de migraña no es infrecuente en personas que comienzan a tener migrañas después de los 40 años.

Los síntomas del aura visual son los más comunes. Con este tipo de migraña, el aura puede presentarse gradualmente con síntomas que se extienden durante varios minutos, y pasan de un síntoma a otro. Después de los síntomas visuales, las personas pueden experimentar entumecimiento, problemas del habla y luego sentirse débiles e incapaces de mover una parte de su cuerpo como solían hacerlo.

También conocidas como migrañas menstruales y cefaleas por abstinencia de estrógenos exógenos, las migrañas hormonales están relacionadas con las hormonas femeninas, comúnmente el estrógeno. Incluyen migrañas durante:

  • el periodo
  • la ovulación
  • el embarazo
  • la perimenopausia
  • los primeros días después de comenzar o dejar de tomar medicamentos que contienen estrógeno, como píldoras anticonceptivas o terapia hormonal

Si usas terapia hormonal y tienes un aumento de las cefaleas, tu médico puede hablar contigo sobre:

  • ajustar tu dosis
  • cambiar el tipo de hormonas
  • detener la terapia hormonal

La migraña por estrés no es un tipo de migraña reconocido por la Sociedad Internacional de Cefaleas. Sin embargo, el estrés puede desencadenar una migraña.

Hay dolores de cabeza por estrés. Estos también se denominan cefaleas de tipo tensional o dolores de cabeza comunes. Si crees que el estrés puede desencadenar tus migrañas, considera el yoga como alivio.

La migraña en racimo no es un tipo de migraña definido por la Sociedad Internacional de Cefaleas. Sin embargo, sí hay cefaleas en racimo. Este tipo de cefalea causa un dolor extremo alrededor y detrás del ojo, a menudo con:

  • lagrimeo en un lado
  • congestión nasal
  • rubor

Puede ser provocado por el alcohol o fumar en exceso. Es posible que tengas cefaleas en racimo, al igual que migrañas.

La migraña vascular no es un tipo de migraña definido por la Sociedad Internacional de Cefaleas. La cefalea vascular es un término que algunas personas pueden usar para describir un dolor de cabeza punzante y una pulsación causada por una migraña.

Los niños pueden tener muchos de los mismos tipos de migrañas que los adultos. Los niños y adolescentes, como los adultos, también pueden experimentar depresión y trastornos de ansiedad junto con sus migrañas.

Hasta que sean adolescentes mayores, es más probable que los niños tengan síntomas en ambos lados de la cabeza. Es poco común que los niños tengan dolor de cabeza en la parte posterior. Sus migrañas tienden a durar de 2 a 72 horas.

Algunas variantes de la migraña son más comunes en los niños. Estas incluyen migraña abdominal, vértigo paroxístico benigno y vómitos cíclicos.

Migraña abdominal

Los niños con migraña abdominal pueden tener dolor de estómago en lugar de dolor de cabeza. El dolor puede ser moderado o severo. Por lo general, el dolor se presenta en la mitad del estómago, alrededor del ombligo. Sin embargo, es posible que el dolor no se encuentre en esta área específica. Es posible que el abdomen simplemente se sienta “dolorido”.

Tu hijo también puede tener dolor de cabeza. Otros síntomas pueden incluir:

  • falta de apetito
  • náusea con o sin vómitos
  • sensibilidad a la luz o al sonido

Los niños que tienen migraña abdominal podrían desarrollar síntomas de migraña más típicos en la edad adulta.

Vértigo paroxístico benigno

El vértigo paroxístico benigno puede ocurrir en infantes y niños pequeños. Ocurre cuando tu hijo de repente se vuelve inestable y se niega a caminar, o camina con los pies abiertos, haciendo que se tambalee. Es posible que vomite. También podría experimentar dolor de cabeza.

Otro síntoma son los movimientos oculares rápidos (nistagmo). El ataque dura desde unos minutos hasta horas. Los síntomas suelen desaparecer al dormir.

Vómitos cíclicos

Los vómitos cíclicos a menudo ocurren en niños en edad escolar. Pueden ocurrir de cuatro a cinco vómitos fuertes por hora durante al menos una hora. Tu hijo también podría tener:

  • dolor de estómago
  • dolor de cabeza
  • sensibilidad a la luz o al sonido

Los síntomas pueden durar desde una hora hasta 10 días.

Entre un episodio de vómitos y otro, tu hijo puede actuar y sentirse completamente normal. Los ataques pueden ocurrir con una semana o más de diferencia. Los síntomas pueden desarrollar un patrón de aparición que se vuelve reconocible y predecible.

Los síntomas de los vómitos cíclicos pueden ser más notorios que otros síntomas de migraña que experimentan los niños y adolescentes.

Para muchas mujeres, sus migrañas mejoran durante el embarazo. Sin embargo, pueden empeorar después del parto debido a cambios hormonales repentinos. Las cefaleas durante el embarazo necesitan especial atención dado que debe comprenderse la causa del dolor de cabeza.

Hay investigaciones en curso, pero un pequeño estudio reciente mostró que las mujeres con migraña durante el embarazo experimentaron una mayor tasa de:

  • parto prematuro o temprano
  • preeclampsia
  • un bebé nacido con bajo peso

Ciertos medicamentos para la migraña pueden no considerarse seguros durante el embarazo. Esto puede incluir la aspirina. Si tienes migrañas durante el embarazo, trabaja con tu médico para encontrar formas de tratarlas que no perjudiquen al bebé en desarrollo.

La migraña y el dolor de cabeza tensional, el tipo más común de dolor de cabeza, comparten algunos síntomas similares. Sin embargo, la migraña también se asocia con muchos síntomas que no comparten las cefaleas por tensión. Las migrañas y las cefaleas por tensión también responden de manera diferente a los mismos tratamientos.

Tanto las cefaleas por tensión como las migrañas pueden involucrar:

  • dolor de leve a moderado
  • un dolor constante
  • dolor en ambos lados de la cabeza

Los síntomas exclusivos de las migrañas incluyen:

  • dolor de moderado a severo
  • latidos o palpitaciones
  • incapacidad para realizar las actividades cotidianas
  • dolor en un lado de la cabeza
  • náusea con o sin vómitos
  • un aura
  • sensibilidad a la luz, el sonido o ambos

Quizá desees tomar estas medidas para ayudar a prevenir una migraña:

  • Aprende qué desencadena tus migrañas y evita esas cosas.
  • Mantente hidratado. Los hombres deben beber alrededor de 13 tazas de líquido y las mujeres deben beber 9 tazas al día.
  • Evite saltarte comidas.
  • Duerme bien. Dormir bien es importante para la salud en general.
  • Deja de fumar.
  • Convierte en una prioridad reducir el estrés en tu vida y aprende a afrontarlo de maneras útiles.
  • Aprende habilidades de relajación.
  • Haz ejercicio regularmente. El ejercicio puede ayudarte no solo a reducir el estrés sino también a perder peso. Los expertos creen que la obesidad está vinculada a las migrañas. Asegúrate de comenzar a hacer ejercicio lentamente para precalentar de forma gradual. Comenzar demasiado rápido e intensamente puede desencadenar una migraña.

A veces, los síntomas de una migraña pueden parecerse a los de un accidente cerebrovascular. Es importante buscar atención médica inmediata si tú o un ser querido tiene una cefalea que:

  • causa dificultad para hablar o caída de un lado de la cara
  • provoca una debilidad que no había ocurrido antes en la pierna o el brazo
  • aparece muy repentina y severamente sin síntomas ni advertencias iniciales
  • ocurre con fiebre, rigidez del cuello, confusión, convulsiones, visión doble, debilidad, entumecimiento o dificultad para hablar
  • tiene un aura y los síntomas duran más de una hora
  • lo llamarían el peor dolor de cabeza de toda su vida
  • se acompaña de pérdida del conocimiento

Programa una cita con tu médico si tus cefaleas comienzan a afectar tu vida diaria. Infórmale si sientes dolor alrededor de los ojos u oídos, o si tienes varias cefaleas al mes que duran varias horas o días.

El dolor de cabeza tipo migraña puede ser intenso, debilitante e incómodo. Hay muchas opciones de tratamiento disponibles, así que ten paciencia para encontrar la combinación que sea mejor para ti. Lleva un registro de tus dolores de cabeza y síntomas para identificar los desencadenantes de la migraña. Saber cómo prevenir las migrañas a menudo puede ser el primer paso para controlarlas.

Lee el artículo en inglés.