Una fisura anal es un pequeño corte o desgarro en el recubrimiento del ano. La grieta en la piel causa dolor grave y algo de hemorragia de color rojo brillante durante y después de las deposiciones. Algunas veces, la fisura puede ser suficientemente profunda que expone el tejido muscular que está debajo.

Una fisura anal usualmente no es una afección grave. Puede afectar a las personas de todas las edades y con frecuencia se observa en infantes y niños pequeños, ya que el estreñimiento es un problema común en niños de esta edad.

En la mayoría de los casos, el desgarro sana por sí solo en 4 a 6 semanas. En casos en los que la fisura persiste más de 8 semanas, esta se considera crónica.

Ciertos tratamientos pueden llevar a que se cure y ayudar a aliviar las molestias, incluyendo ablandadores de heces y analgésicos tópicos.

Si una fisura anal no mejora con estos tratamientos, es posible que necesites una cirugía. O bien, tu médico deba observar otros trastornos subyacentes que puedan causar fisuras anales.

Una fisura anal puede causar uno o más de los siguientes síntomas:

  • un desgarro visible en la piel alrededor del ano
  • un papiloma cutáneo o un bulto en la piel, junto al desgarro
  • dolor agudo en el área anal durante las deposiciones
  • estrías de sangre en las heces o en el papel de baño después de limpiar
  • ardor o picazón en el área anal

Una fisura anal con mucha frecuencia ocurre cuando pasan heces grandes o duras. El estreñimiento crónico o diarrea frecuente también puede desgarrar la piel alrededor de tu ano. Otras causas comunes incluyen:

  • esfuerzo durante el parto o al evacuar
  • enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como la enfermedad de Crohn
  • disminución del flujo sanguíneo hacia el área anorrectal
  • músculos del esfínter anal espástico o excesivamente tenso

En casos raros, se puede formar una fisura anal debido a:

  • cáncer anal
  • VIH
  • tuberculosis
  • sífilis
  • herpes

Las fisuras anales son comunes durante la infancia. Los adultos mayores también son propensos a las fisuras anales debido a la reducción del flujo sanguíneo en el área anorrectal. Durante y después del nacimiento, las mujeres están en riesgo de fisuras anales debido al esfuerzo durante el parto.

Las personas con EII también tienen un mayor riesgo de desarrollar fisuras anales. La inflamación que ocurre en el recubrimiento intestinal hace que el tejido alrededor del ano tenga más probabilidades de desgarrarse.

Las personas que experimentan estreñimiento con frecuencia tienen un mayor riesgo de fisuras anales. El esfuerzo y las heces grandes y duras son las causas más comunes de las fisuras anales.

Por lo general, un médico diagnostica una fisura anal simplemente al examinar el área alrededor del ano. Sin embargo, es posible que desee realizar un examen rectal para confirmar el diagnóstico.

Durante este examen, el médico puede insertar un anoscopio en el recto para facilitar ver el desgarro. Este instrumento médico es un tubo delgado que permite a los médicos inspeccionar el conducto anal.

Usar un anoscopio también puede ayudar a tu médico a encontrar otras causas de dolor anal o rectal como hemorroides. En algunos casos de dolor rectal, es posible que necesites una endoscopia para evaluar mejor tus síntomas.

La mayoría de las fisuras anales no requieren tratamiento extenso. Sin embargo, ciertos remedios caseros pueden ayudar a promover la curación y aliviar los síntomas molestos. Puedes tratar una fisura anal en casa:

  • usa ablandadores de heces de venta libre
  • toma más líquidos
  • toma suplementos de fibra y come más alimentos con fibra, como frutas y verduras crudas
  • toma un baño de asiento para relajar los músculos anales, aliviar la irritación e incrementar el flujo sanguíneo en el área anorrectal
  • aplica un ungüento de nitroglicerina para promover el flujo sanguíneo a esa área o una crema de hidrocortisona, como Cortizona 10, para ayudar con la inflamación
  • aplica analgésicos tópicos como lidocaína, en el ano para aliviar la molestia

Si tus síntomas no se alivian en 2 semanas de tratamiento, consulta a tu médico para una evaluación adicional. Tu médico puede asegurarse de que recibas el diagnóstico adecuado y puede recomendarte otros tratamientos.

Un ungüento bloqueador de los canales del calcio puede relajar los músculos del esfínter y permitir que sane la fisura anal.

Otro posible tratamiento son las inyecciones de Botox en el esfínter anal. Las inyecciones evitarán los espasmos en tu ano al paralizar temporalmente el músculo. Esto permite que la fisura anal sane mientras evita que se formen nuevas fisuras.

Si tu fisura anal no responde a otros tratamientos, es posible que tu médico te recomiende una esfinterotomia anal. Este procedimiento quirúrgico involucra realizar una pequeña incisión en el esfínter anal para relajar el músculo. Relajar el músculo permite que la fisura anal sane.

No todas las fisuras anales son una señal de dietas bajas en fibra y estreñimiento. Las fisuras con una recuperación deficiente o aquellas ubicadas en una posición que no sea la parte posterior o media de tu ano pueden indicar una afección subyacente.

Si tienes alguna inquietud sobre una fisura que no esté sanando a pesar de tratarla con remedios caseros, comunícate con tu médico para saber si necesita realizar pruebas adicionales.

Una fisura anal no siempre se puede evitar, pero puedes reducir el riesgo de que aparezca una al tomar las siguientes medidas de prevención:

  • mantener seca el área anal
  • limpiar suavemente el área anal con jabón suave y agua tibia
  • tomar suficientes líquidos, comer alimentos con fibra y hacer ejercicio regularmente para evitar el estreñimiento
  • tratar la diarrea inmediatamente
  • cambiar con frecuencia los pañales de los niños

Las fisuras anales pueden causar dolor agudo y pequeñas cantidades de sangre roja brillante con las deposiciones. Si se convierte en una fisura anal, los papilomas cutáneos pueden desarrollarse en el área asociada con una infección local crónica.

Las condiciones relacionadas con las fisuras anales incluyen cirugías anales previas, enfermedad de intestino inflamado, cáncer local y enfermedades de transmisión sexual.

Algunas afecciones que pueden conducir más directamente a fisuras anales son las que inducen el trauma en el área, como parto vaginal, sexo anal o heces duras.

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