La esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico crónico. Las personas con este trastorno experimentan distorsiones de la realidad, a menudo experimentando delirios o alucinaciones.

Aunque es difícil obtener cálculos exactos, se estima que afecta a aproximadamente el 1 por ciento de la población.

Los conceptos erróneos sobre este trastorno son comunes. Por ejemplo, algunas personas consideran que crea una “personalidad dividida”. De hecho, la esquizofrenia y la personalidad dividida, el término adecuado es trastorno de la identidad disociativo, son dos trastornos diferentes.

La esquizofrenia puede presentarse en hombres y mujeres de todas las edades. Los hombres con frecuencia desarrollan síntomas al final de la adolescencia o al inicio de los 20 años. Las mujeres tienden a mostrar señales a finales de los 20 años y a principios de los 30.

Primeros síntomas

Los síntomas de este trastorno comúnmente aparecen en la adolescencia y a principios de los 20 años. En estas edades, las señales más tempranas pueden obviarse debido a los comportamientos normales de los adolescentes.

Los primeros síntomas incluyen:

  • aislarse de los amigos y familiares
  • cambiar amigos o grupos sociales
  • cambiar el enfoque y la concentración
  • problemas para dormir
  • irritabilidad y agitación
  • dificultades con las tareas escolares o mal rendimiento académico

Síntomas positivos

Los síntomas “positivos” de la esquizofrenia son comportamientos que de otra manera no son usuales en personas saludables. Estos comportamientos incluyen:

  • Alucinaciones. Las alucinaciones son experiencias que parecen reales, pero son creadas por tu mente. Estas incluyen ver cosas, escuchar voces u oler cosas que otros alrededor no experimentan.
  • Delirios. Un delirio ocurre cuando crees en algo a pesar de evidencia o hechos contrarios.
  • Trastornos del pensamiento. Existen varias formas inusuales de pensar o procesar información.
  • Trastornos del movimiento. Estos incluyen movimientos repentinos del cuerpo o posturas extrañas.

Síntomas negativos

Los síntomas negativos de la esquizofrenia interrumpen las emociones, comportamientos y capacidades normales de una persona. Estos síntomas incluyen:

  • pensamientos o habla desorganizados, cuando la persona cambia de tema inmediatamente al hablar o usa palabras o frases inventadas
  • problema para controlar los impulsos
  • respuestas emocionales extrañas a situaciones
  • falta de emoción o expresión
  • pérdida de interés o entusiasmo por la vida
  • aislamiento social
  • problemas para experimentar placer
  • dificultad para empezar o continuar con los planes
  • dificultad para realizar las actividades normales diarias

Síntomas cognitivos

Los síntomas cognitivos de la esquizofrenia algunas veces son sutiles y puede ser difícil detectarlos. Sin embargo, el trastorno puede afectar la memoria y los pensamientos.

Estos síntomas incluyen:

  • pensamientos desorganizados, como problemas para enfocarse o prestar atención
  • mal “funcionamiento de ejecución” o mala comprensión y mal uso de la información para tomar decisiones
  • problemas para comprender la información y usarla
  • falta de perspectiva y no estar consciente de sus síntomas

Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser difíciles de detectar.

Se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia. Los investigadores médicos creen que varios factores pueden contribuir, incluyendo:

  • biológicos
  • genéticos
  • ambientales

Estudios recientes han sugerido que las pruebas de imágenes realizadas en las personas con esquizofrenia pueden mostrar anormalidades en ciertas estructuras cerebrales. La investigación constante en esta área continúa. Se considera que las anormalidades químicas en el cerebro son las responsables de muchos de los síntomas observados en la esquizofrenia.

Los investigadores también creen que los niveles bajos de ciertos químicos del cerebro que afectan las emociones y el comportamiento pueden contribuir a este trastorno psiquiátrico.

La genética también puede jugar un papel. Las personas con antecedentes familiares de esquizofrenia tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno.

Otros factores de riesgo para la esquizofrenia pueden incluir:

  • exposición a toxinas o a un virus antes del nacimiento o durante la infancia
  • tener una enfermedad inflamatoria o autoinmune
  • usar medicamentos que alteren la mente
  • altos niveles de estrés

La esquizofrenia alguna vez se dividió en cinco subtipos. En 2013, los subtipos se eliminaron. Actualmente, la esquizofrenia es un diagnóstico.

Los nombres de los tipos individuales ayudan a los médicos a planificar los tratamientos. Sin embargo, ya no se usan como diagnóstico clínico.

Estos tipos incluían:

  • Paranoide. En 2013, los médicos decidieron que la paranoia es un síntoma “positivo” del trastorno, no un tipo independiente.
  • Hebefrénica o desorganizada. Este tipo fue diagnosticado en personas que no experimentaban alucinaciones o delirios, pero tenían habla o comportamientos desorganizados.
  • Indiferenciada. Los médicos diagnosticaban con este subtipo a las personas que mostraban más de un tipo de síntoma predominante.
  • Residual. Este subtipo podría haber sido usado para personas que habían sido diagnosticadas con esquizofrenia en una etapa temprana de sus vidas, pero no mostraban síntomas posteriormente.
  • Catatónica. Como lo sugiere el nombre, este subtipo era diagnosticado en personas que mostraban señales de mutismo o que desarrollaban un afecto similar al estupor.

No existe una sola prueba para diagnosticar la esquizofrenia. Un examen psiquiátrico completo puede ayudar a tu médico a realizar un diagnóstico. Necesitarás consultar a un psiquiatra o a un profesional de la salud mental.

En tu cita, espera responder preguntas como:

  • tu historial médico
  • tu salud mental
  • tu historia médica familiar

Tu médico puede realizar lo siguiente:

  • un examen físico
  • pruebas de sangre
  • pruebas de imágenes, incluyendo imágenes por resonancia magnética o tomografías computarizadas

Algunas veces, puede haber otras razones para tus síntomas, aunque pueden ser similares a los de la esquizofrenia. Estas razones pueden incluir:

  • adicciones
  • ciertos medicamentos
  • otras enfermedades mentales

Tu médico puede diagnosticarte esquizofrenia si has tenido al menos dos síntomas por un período de un mes. Estos síntomas deben incluir:

  • alucinaciones
  • delirios
  • habla desorganizada

No hay cura para la esquizofrenia. Si te diagnostican con este trastorno, necesitarás tratamiento de por vida. Los tratamientos pueden controlar o reducir la gravedad de los síntomas.

Es importante recibir el tratamiento de un psiquiatra o un profesional de salud mental que tenga experiencia tratando a personas con este trastorno. También puedes trabajar con un trabajador social o un coordinador de casos.

Los posibles tratamientos incluyen los siguientes:

Medicamentos

Los medicamentos antipsicóticos son el tratamiento más común para la esquizofrenia. La meditación puede ayudar a detener lo siguiente:

  • alucinaciones
  • delirios
  • síntomas de psicosis

Si se presenta psicosis, puedes ser hospitalizado y recibir tratamiento bajo estricta supervisión médica.

Intervención psicosocial

Otra opción de tratamiento para la esquizofrenia es la intervención psicosocial. Esto incluye terapia individual para ayudarte a enfrentar el estrés y tu enfermedad.

La capacitación social puede mejorar tus habilidades sociales y de comunicación.

Rehabilitación vocacional

La rehabilitación vocacional puede proporcionarte las habilidades que necesitas para regresar a trabajar. Esto puede hacer más fácil mantener un empleo regular.

Tratamientos alternativos para la esquizofrenia

El medicamento es importante para tratar la esquizofrenia. Sin embargo, es posible que algunas personas con el trastorno deseen considerar medicina complementaria. Si eliges usar estos tratamientos alternativos, trabaja con tu médico para asegurarte de que el tratamiento sea seguro.

Los tipos de tratamientos alternativos usados para la esquizofrenia incluyen:

  • tratamiento con vitaminas
  • suplementos de aceite de pescado
  • suplementos de glicina
  • control de la dieta

Las investigaciones que apoyan estos tratamientos alternativos son limitadas.

La esquizofrenia paranoide fue la forma del trastorno más comúnmente diagnosticada. Luego, en 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría decidió que los subtipos de esquizofrenia no eran afecciones separadas.

Actualmente, el médico no diagnosticaría a alguien con esta afección. El diagnóstico será simplemente esquizofrenia. Sin embargo, el síntoma predominante puede ser paranoia. Conocer esto ayudará al médico a decidir sobre los posibles planes de tratamiento.

No todas las personas con el trastorno experimentarán paranoia. Sin embargo, reconocer los síntomas de esquizofrenia paranoide puede ayudarte a ti o a un ser querido a recibir tratamiento.

La catatónica fue otro tipo de esquizofrenia usado previamente. Sin embargo, ya no se usa como un diagnóstico. En su lugar, solo se diagnostica un tipo.

Los síntomas de la esquizofrenia catatónica incluyen:

  • inmovilidad
  • insensibilidad
  • poca afectividad
  • afección parecida al estupor
  • mutismo
  • rehusarse a seguir instrucciones

Un diagnóstico de esquizofrenia es común en las personas en su adolescencia y a principios de los 20 años. Aunque es menos común, puede empezar antes. Cuando los síntomas ocurren antes de los 13 años, algunas veces la afección es llamada aparición temprana o esquizofrenia infantil.

Es difícil diagnosticar esta afección. Los cambios de comportamiento no son inusuales a medida que los niños y adolescentes se desarrollan. Además, algunos de los síntomas más comunes de este trastorno de salud mental también aparecen en otras afecciones. Estos incluyen:

  • depresión
  • trastorno bipolar
  • trastornos de atención

Los síntomas de la esquizofrenia infantil incluyen:

  • temores y ansiedades inusuales (paranoia)
  • problemas para dormir
  • cambios emocionales
  • escuchar voces o ver cosas (alucinaciones)
  • menor atención al cuidado personal
  • cambios repentinos en el comportamiento
  • deterioro en el desempeño académico

Es importante separar los comportamientos que pueden ocurrir en los niños y adolescentes en crecimiento con síntomas de una afección de salud mental grave.

La esquizofrenia y la psicosis se pueden confundir entre sí, pero no son iguales. Una es una afección de salud mental, la otra es un síntoma.

La psicosis es alejarse de la realidad. Durante un episodio de psicosis puedes escuchar voces, ver cosas que no son reales o creer cosas que no son verdaderas.

La psicosis es un elemento o síntoma de varios trastornos de salud mental, incluyendo la esquizofrenia. La psicosis también puede aparecer en personas sin otros síntomas de problemas de salud mental.

Aunque la psicosis puede aparecer en personas con esquizofrenia, no todas las personas con este trastorno experimentarán psicosis. Si tú o alguien que conoces está experimentando síntomas de psicosis, busca tratamiento inmediatamente.

  • La esquizofrenia usualmente se diagnostica a las personas al final de su adolescencia o a principios de sus 30 años.
  • Los hombres tienden a mostrar síntomas más temprano. También se les diagnostica con anticipación, entre finales de la adolescencia y a principios de los 20.
  • Las mujeres tienden a ser diagnosticadas más tarde, desde principios de sus 20 hasta principios de los 30 años.
  • El trastorno es más común en hombres que en mujeres.
  • Las investigaciones sugieren que la esquizofrenia aparece en menos de 1 por ciento de las personas. Esta afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo.
  • Tu riesgo del trastorno es 10 por ciento si tienes un familiar en primer grado con la afección, como un padre o hermano.
  • A nivel mundial, la esquizofrenia es uno de los 15 trastornos más debilitantes.
  • Las personas con este trastorno tienen de dos a tres veces más posibilidades de morir prematuramente.
  • Casi la mitad de las personas con el trastorno también tienen otros problemas de salud mental.
  • Casi el 5 por ciento de las personas con el trastorno mueren por suicidio. Esto es más alto que la población general.
  • Más de la mitad de las personas con el trastorno no reciben el cuidado apropiado.

Ambos, la esquizofrenia y el trastorno bipolar son afecciones de salud mental crónica. Pueden compartir algunas características, sin embargo, hay claras diferencias.

El trastorno bipolar causa fuertes cambios en el estado de ánimo. Estos giros cambian entre la manía y la depresión.

Durante estos episodios, es posible que alguien con trastorno bipolar experimente alucinaciones o delirios, especialmente en un episodio maníaco. Experimentar psicosis junto con cambios en el estado de ánimo puede hacer más difícil realizar las tareas diarias.

De igual manera, las personas con esquizofrenia pueden experimentar alucinaciones o delirios, pero también es posible que experimenten pensamientos y habla desorganizada. Contrario a alguien con trastorno bipolar en fase maníaca, los síntomas de la psicosis no van acompañados por manías.

Ninguna prueba puede determinar qué afección tienes. En su lugar, tu médico puede realizar una evaluación psiquiátrica integral y ordenar algunas pruebas para ayudarte a descartar las posibles causas. Estas pruebas podrían incluir pruebas de sangre, de imágenes y para detección de fármacos.

Con estos resultados, tu médico puede empezar a controlar tu comportamiento y síntomas para determinar un diagnóstico que se adapte a lo que estás experimentando.

El pronóstico para las personas con esquizofrenia varía. Este depende ampliamente de la salud general de la persona, su edad, los síntomas y el plan de tratamiento.

Un estudio de 2014 informó que incluso con el tratamiento, solo el 20 por ciento de las personas con el trastorno reportaban resultados favorables. Otras personas pueden continuar experimentando síntomas por el resto de sus vidas.

La razón de este porcentaje posiblemente se debe al hecho de que más de la mitad de las personas con este trastorno no reciben el tratamiento adecuado. Casi el 5 por ciento de las personas con el trastorno mueren por suicidio.

Prevención del suicidio
  1. Si crees que alguien está en riesgo inmediato de autolesión o herir a otra persona:
  2. • Llama al 911 o al número de emergencia local.
  3. • Quédate con la persona hasta que llegue la ayuda.
  4. • Retira cualquier arma de fuego, cuchillos, medicamentos u otras cosas que puedan causar daño.
  5. • Escucha, pero no juzgues, discutas, amenaces ni grites.
  6. Si tú o alguien que conoces está considerando el suicidio, obtén ayuda de una línea de ayuda para crisis o prevención del suicidio. Prueba la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 1-888-628-9454.

Los programas de tratamiento que involucran familias han demostrado que tienen gran éxito. Estos disminuyen la necesidad de hospitalización y mejoran el funcionamiento social.

Por eso es tan importante que trabajes con un profesional de salud mental capacitado o un médico para encontrar un plan de tratamiento que sea fácil de mantener y que sea más útil para ti.

La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que no debe ignorarse o dejarse sin tratamiento. La enfermedad aumenta el riesgo de complicaciones graves, como:

  • autolesiones o suicidio
  • ansiedad
  • fobias
  • depresión
  • uso de alcohol o drogas
  • problemas familiares

La esquizofrenia también puede hacer difícil trabajar o asistir a la escuela. Si no puedes trabajar o mantenerte financieramente, existe un riesgo más alto de pobreza e indigencia.

No hay manera de prevenir la esquizofrenia. Aun así, identificar quién está en riesgo y cómo evitar que el trastorno se presente en personas en riesgo ha sido un enfoque importante para los investigadores en los últimos años.

Es posible disfrutar una vida saludable y sin síntomas. Los síntomas de la esquizofrenia pueden desaparecer por un tiempo y regresar después. Seguir las recomendaciones de tu médico mejorará tu pronóstico.

Según el Royal College of Psychiatrists, 3 de cada 5 personas diagnosticadas con esquizofrenia mejorarán con el tratamiento.

Para empezar a mejorar, es importante:

  • conocer tu afección
  • comprender los factores de riesgo
  • seguir el plan de tratamiento de tu médico

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 8 de agosto de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 23 de julio de 2018.

Última revisión médica en inglés realizada el 23 de julio de 2018.