Parosmia es un término utilizado para describir las afecciones de salud que hacen que se distorsione el sentido del olfato. Si tienes parosmia, es posible que experimentes una pérdida de intensidad del olor, lo que significa que no puedes detectar toda la gama de aromas a tu alrededor.

A veces, la parosmia hace que las cosas con las que te cruzas todos los días parezcan tener un olor fuerte y desagradable.

La parosmia a veces se confunde con otra afección llamada fantosmia, que hace que detectes un aroma “fantasma” cuando en realidad no está presente.

La parosmia es diferente porque las personas que la tienen pueden detectar un olor presente, pero ese olor les huele “mal”. Por ejemplo, el olor agradable del pan recién horneado podría oler abrumador y a podrido en lugar de sutil y dulce.

Las personas experimentan la parosmia de diversas maneras debido a una variedad de razones diferentes. En los casos más graves, la parosmia puede hacer que te llegues a sentir físicamente enfermo cuando tu cerebro detecta olores fuertes y desagradables.

La mayoría de los casos de parosmia se hacen evidentes después de la recuperación de una infección. La gravedad de los síntomas varía de un caso a otro.

Si tienes parosmia, tu síntoma principal sería la detección de un olor fétido persistente, especialmente cuando hay comida a tu alrededor. También podrías tener dificultad para reconocer o notar algunos olores en tu entorno, que es el resultado del daño a tus neuronas olfativas.

Los olores que solías encontrar agradables ahora pueden volverse abrumadores e insoportables. Si intentas comer algo que para ti huele mal, puedes sentir náuseas o sentirte mal mientras comes.

La parosmia suele presentarse después de que tus neuronas detectoras de olores, también llamadas sentidos olfativos, se hayan dañado debido a un virus u otra afección de salud. Estas neuronas recubren tu nariz y le dicen a tu cerebro cómo interpretar la información química que compone un olor. El daño a estas neuronas cambia la forma en que los olores llegan al cerebro.

Los bulbos olfativos debajo de la parte frontal del cerebro reciben señales de estas neuronas y le dan a tu cerebro una señal sobre el olor: ya sea agradable, tentador, apetitoso o fétido. Estos bulbos olfativos pueden dañarse, lo que puede causar parosmia.

Traumatismo craneal o cerebral

La lesión cerebral traumática (LCT o TBI, en inglés) se ha relacionado con el daño olfativo. Si bien la duración y gravedad del daño depende de la lesión, una revisión de la literatura médica indicó que los síntomas de parosmia después de una LCT no son infrecuentes.

La LCT también puede provocar la pérdida del sentido del olfato por el corte de las fibras nerviosas olfativas en la placa cribiforme. El trauma cerebral también puede ser causado por el daño de una convulsión, que provoca parosmia.

Infecciones bacterianas o virales

Una causa de los síntomas de parosmia es el daño olfativo debido a un resfriado o virus. Las infecciones respiratorias superiores pueden dañar las neuronas olfativas. Esto ocurre con más frecuencia en los adultos mayores.

En un estudio de 2005 con 56 personas con parosmia, poco más del 40 por ciento tenía una infección respiratoria superior que creían estaba relacionada con el inicio de la afección.

Fumar y exposición química

Tu sistema olfativo puede sufrir daños por fumar cigarrillos. Con el tiempo, las toxinas y químicos en los cigarrillos pueden causar parosmia.

Por esta misma razón, la exposición a productos químicos tóxicos y altos volúmenes de contaminación atmosférica pueden causar parosmia.

Efecto secundario del tratamiento del cáncer

La radiación y la quimioterapia pueden causar parosmia.

Una revisión de 2016 encontró que el 86 por ciento de los pacientes con cáncer reportó cambios en su sentido del olfato y el gusto durante el tratamiento. En un estudio de caso de 2006, este efecto secundario llevó a la pérdida de peso y desnutrición debido a aversiones con la comida relacionadas con la parosmia.

Afecciones neurológicas

Uno de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson es la pérdida del sentido del olfato. La demencia con cuerpos de Lewy y la enfermedad de Huntington también causan dificultad para percibir los olores correctamente.

Tumores

Los tumores en los bulbos olfativos, en la corteza frontal y en las cavidades sinusales pueden causar cambios en el sentido del olfato. Sería muy inusual que un tumor cause parosmia.

Más a menudo, las personas que tienen tumores experimentan fantosmia, la detección de un olor que no está presente debido a un tumor que activa los sentidos olfativos.

Infección por COVID-19

Si bien COVID-19 se ha asociado con la pérdida del olfato (anosmia) en algunas personas, también es posible experimentar parosmia después de tener la infección viral. Se cree que el virus provoca cambios en el sistema olfativo, donde el daño sostenido puede cambiar la forma de percibir los olores después de la recuperación.

Un estudio de 2021 con dos adultos que se estaban recuperando de COVID-19 reportó tales cambios. Primero, un hombre de 28 años reportó percibir un olor a caucho quemado después de recuperarse de la anosmia, que ocurrió 87 días después de enfermarse. Otro adulto, una mujer de 32 años, reportó percibir un olor a cebolla después de 72 días.

Tales casos apuntan a la parosmia como una posible complicación a largo plazo de COVID-19. Los investigadores de este estudio señalan que la parosmia relacionada con COVID-19 se considera rara, y otros profesionales de salud señalan que la parosmia después de COVID-19 es una señal de que tu sistema olfativo podría estar recuperándose.

Dado que los efectos de este coronavirus en el sistema olfativo todavía están siendo investigados, es importante saber que la información sobre los efectos a corto y largo plazo en el sentido del olfato aún están saliendo a la luz.

Al mismo tiempo, la parosmia como parte de tu recuperación de COVID-19 puede ser difícil, ya que puede cambiar cuánto disfrutas y deseas ciertos alimentos. También puedes considerar hablar con tu médico sobre el readiestramiento olfativo.

La parosmia puede ser diagnosticada por un otorrinolaringólogo, también conocido como un médico de oído, nariz y garganta o ENT, en inglés. El médico puede presentarte diferentes sustancias y pedirte que describas su aroma y clasifiques su calidad.

Una prueba común para la parosmia involucra un pequeño folleto de cuentas de “rascar y oler” a las que respondes bajo la observación de un médico.

Durante la cita, el médico puede hacerte preguntas sobre:

  • tus antecedentes familiares de cáncer y afecciones neurológicas
  • cualquier infección reciente que hayas tenido
  • factores relacionados con el estilo de vida como el tabaquismo
  • medicamentos que tomas actualmente

Si tu médico sospecha que la causa subyacente de tu parosmia podría ser neurológica o relacionada con el cáncer, pueden sugerir pruebas adicionales. Esto podría incluir:

  • tomografía computarizada de los senos paranasales
  • biopsia de la región sinusal
  • IRM

La parosmia puede tratarse en algunos casos, pero no en todos. Si la parosmia es causada por factores ambientales, medicamentos, tratamiento del cáncer o el tabaquismo, tu sentido del olfato puede volver a la normalidad una vez que se resuelvan esos desencadenantes.

A veces, se requiere cirugía para resolver la parosmia. Es posible que sea necesario extirpar obstrucciones nasales, como pólipos o tumores.

Los tratamientos para la parosmia incluyen:

  • zinc
  • vitamina A
  • antibióticos

Se necesitan más investigaciones y estudios de caso para probar que estos son más efectivos que un placebo.

Si continúas experimentando parosmia y está afectando tu apetito y peso, podrías considerar la terapia de entrenamiento olfativo. También conocido como “entrenamiento olfativo”, este tipo de terapia implica oler intencionalmente cuatro tipos diferentes de olores hasta 15 segundos cada uno. El proceso se completa dos veces al día durante varios meses.

Necesitarás hablar con tu médico para averiguar cuál es el mejor tratamiento para ti.

La parosmia no es típicamente una afección permanente. Tus neuronas pueden ser capaces de repararse a sí mismas con el tiempo. En hasta el 60 por ciento de los casos de parosmia causada por una infección, la función olfativa se restauró en los años posteriores.

Los tiempos de recuperación varían de acuerdo con la causa subyacente de los síntomas de parosmia y el tratamiento que se utilice. Si tu parosmia es causada por un virus o infección, tu sentido del olfato puede volver a la normalidad sin tratamiento. El entrenamiento olfativo puede ayudar potencialmente con la recuperación, pero puede tomar varios meses para ver resultados.

La parosmia generalmente se puede rastrear hasta una infección o un trauma cerebral. Cuando la parosmia se desencadena por medicamentos, exposición química o por fumar, por lo general disminuye una vez que se elimina el desencadenante.

Con menos frecuencia, la parosmia es causada por un pólipo sinusal, un tumor cerebral o es una señal temprana de ciertas afecciones neurológicas.

La edad, el género y lo bueno que era tu sentido del olfato para empezar juegan un papel importante en el pronóstico a largo plazo de las personas con parosmia.

Habla con tu médico si sientes algún cambio en la forma en que experimentas el olor.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 8 de diciembre de 2021.

Versión original actualizada el 7 de septiembre de 2021.

Última revisión médica realizada el 7 de septiembre de 2021.