La claustrofobia es una fobia situacional desencadenada por un miedo irracional e intenso a los lugares pequeños o abarrotados. La claustrofobia puede desencadenarse por cosas como:

  • estar encerrado en una habitación sin ventanas
  • quedar atrapado en un elevador lleno
  • conducir en una autopista congestionada

La claustrofobia es una de las fobias más comunes. Si experimentas claustrofobia, puedes sentir como que tienes un ataque de pánico, aunque la claustrofobia no es una condición de pánico.

Para algunas personas, la claustrofobia puede desaparecer por sí sola. Otras personas pueden necesitar terapia para controlar y adaptarse a sus síntomas.

Los síntomas de la claustrofobia aparecen después de un desencadenante de la fobia, como estar en una habitación cerrada o un espacio abarrotado. Lo que consideras un espacio pequeño puede variar dependiendo de la gravedad de tu fobia.

Cuando experimentas los síntomas de la claustrofobia, puedes sentir como si estuvieras teniendo un ataque de pánico. Los síntomas de la claustrofobia pueden incluir:

  • sudoración
  • estremecimiento
  • sofocos
  • sensación de miedo o pánico intenso
  • ansiedad
  • dificultad para respirar
  • hiperventilación
  • ritmo cardíaco acelerado
  • dolor u opresión en el pecho
  • náuseas
  • sentirse débil o aturdido
  • sentirse confundido o desorientado

Estos síntomas pueden ser leves o severos. Si estás experimentando claustrofobia, también puedes:

  • evitar situaciones desencadenantes, como viajar en avión, subterráneos, elevadores o vehículos durante tráfico pesado
  • buscar automática y compulsivamente las salidas en cada espacio al que entres
  • sentirte asustado de que las puertas se cierren mientras estás en una habitación
  • pararte cerca o directamente en las salidas mientras estás en un lugar abarrotado

Muchas situaciones pueden desencadenar la claustrofobia. Los desencadenantes pueden incluir:

  • estar en una habitación pequeña sin ventanas
  • viajar en avión o un vehículo pequeño
  • estar en un elevador abarrotado
  • someterte a una imagen por resonancia magnética o tomografía computarizada
  • estar parado en una habitación grande, pero abarrotada, como una fiesta o un concierto
  • estar parado en un armario

Otros lugares que pueden desencadenar claustrofobia incluyen:

  • baños públicos
  • sitios para lavar vehículos
  • puertas giratorias
  • probadores de ropa
  • cavernas y entrepisos
  • túneles

Tus síntomas de claustrofobia pueden desencadenarse por otras situaciones que no se mencionan anteriormente.

También puedes definir un espacio pequeño o confinado de distinta manera que otras personas. Esto se debe a que las personas tienen su único sentido de espacio personal o “cercano” único.

Un estudio de 2011 determinó que las personas con espacios “cercanos” más grandes alrededor de su cuerpo tienen más probabilidad de sentirse claustrofóbicos cuando ese círculo se ve amenazado. Entonces, si tu espacio personal es de 6 pies y alguien se para a 4 pies de distancia, puedes empezar a sentir pánico.

Se sabe poco sobre las causas de la claustrofobia. Los factores ambientales pueden jugar una parte importante. Las personas usualmente desarrollan claustrofobia durante la infancia o en su adolescencia.

La claustrofobia podría relacionarse con la disfunción de la amígdala, que es la parte del cerebro que controla la manera en la que procesamos el miedo. La fobia también puede ser causada por un evento traumático, como:

  • estar atrapado en un espacio estrecho o abarrotado por un período largo de tiempo
  • experimentar turbulencia en un avión
  • que te castiguen encerrándote en un espacio pequeño como un baño
  • estar atrapado en el transporte público abarrotado
  • quedar atrapado en un espacio estrecho como un armario, por accidente

También tienes más probabilidad de desarrollar claustrofobia si creciste con un padre o familiar claustrofóbico. Si un niño ve a su ser querido asustado en un lugar pequeño, cerrado, puede empezar a asociar el temor y la ansiedad en situaciones similares.

Si tus síntomas se han convertido en persistentes o notas que los síntomas físicos del temor están interfiriendo con tu vida diaria, es posible que desees comunicarte con tu médico. Un diagnóstico temprano puede ayudarte a controlar tus síntomas.

Tu médico revisará tus síntomas y te realizará un examen físico. También revisarán tu historial de temor excesivo que:

  • no está relacionado con otra afección
  • puede ser causado por un evento futuro
  • desencadena ataques de ansiedad relacionados con el entorno
  • interrumpe las actividades diarias normales

La claustrofobia se trata con mayor frecuencia con psicoterapia. Diferentes tipos de asesoría pueden ayudarte a superar tu temor y controlar tus desencadenantes.

Debes hablar con tu médico sobre qué tipo de terapia funciona mejor para ti. El tratamiento puede incluir cualquiera de los siguientes:

Terapia cognitivo conductual (TCC)

Un terapeuta cognitivo conductual te enseñará a controlar y alterar los pensamientos negativos que surgen de situaciones que desencadenan tu claustrofobia. Al aprender a cambiar tus pensamientos, puedes aprender a cambiar tu reacción a estas situaciones.

Terapia racional emotiva conductual (TREC)

La terapia racional emotiva conductual es una forma orientada a las acciones de la terapia cognitivo conductual que se enfoca en el presente. La TCC se enfoca en las actitudes, emociones y comportamientos no saludables e incluye rebatir las creencias irracionales para ayudar a las personas a desarrollar alternativas realistas y saludables.

Relajación y visualización

Los terapeutas ofrecerán diferentes técnicas de relajación y visualización para usarlas cuando estés en una situación claustrofóbica. Las técnicas pueden incluir ejercicios como contar de forma regresiva desde 10 o imaginar un espacio seguro. Estas técnicas pueden ayudarte a calmar tus nervios y aliviar tu pánico.

Terapia de exposición

La terapia de exposición se usa comúnmente para tratar las afecciones de ansiedad y fobia. En esta terapia, te colocarán en una situación no peligrosa que desencadena tu claustrofobia para confrontarla y superar tu temor. La idea es que mientras más expuesto estés a lo que te asusta, menos temor tendrás.

Medicamentos

Tu médico también puede recetarte antidepresivos o ansiolíticos para ayudarte a tratar tu pánico y los síntomas físicos. Cuando te recetan medicamentos, estos usualmente se usan además de la terapia.

Muchas personas con claustrofobia evitarán los espacios que desencadenan la afección. Sin embargo, es posible que esa no sea una buena solución a largo plazo porque eventualmente te puedes encontrar en una situación de miedo, pero inevitable. Aquí encontrarás algunas formas de enfrentar la situación durante un ataque:

  • Respira lenta y profundamente mientras cuentas hasta tres con cada respiración.
  • Enfócate en algo seguro, como el tiempo que transcurre en tu reloj.
  • Recuérdate repetidamente que tu temor y ansiedad pasarán.
  • Desafía lo que desencadena tu ataque al repetir que el miedo es irracional.
  • Visualiza y enfócate en un lugar o momento que te da calma.

También es importante no resistir el ataque cuando está sucediendo. Es posible que desees evitar que el ataque suceda, pero si no puedes detenerlo, tu ansiedad puede aumentar y empeorarlo.

En lugar de esto, acepta que el ataque ocurre, recuérdate que está bien experimentar estos sentimientos, reasegúrate que el ataque no es una amenaza de muerte y recuerda que pasará.

La claustrofobia es tratable y las personas pueden recuperarse de la afección. Para algunas personas, la claustrofobia desaparece cuando crecen. Si no es así, existen diferentes maneras en las que puedes tratar tu temor y los síntomas físicos, al igual que controlar tus desencadenantes para vivir una vida activa y plena.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 31 de agosto de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 11 de marzo de 2021.

Última revisión médica en inglés realizada el 8 de marzo de 2021.