Las llagas genitales femeninas son protuberancias y lesiones en o alrededor de la vagina. Algunas llagas pueden ocasionar picazón, dolor, sensibilidad o producir secreción. Y es posible que algunas no ocasionen ningún síntoma.

Algunas veces, las protuberancias o llagas en los genitales aparecen sin razón y se solucionan por sí solas. Algunas pueden deberse a ciertos trastornos de la piel, pero también pueden ser síntomas de una infección de transmisión sexual (ITS).

Las ITS afectan a toda la población y pueden causar un gran impacto en la salud pública. Las mujeres jóvenes están especialmente en riesgo de desarrollar complicaciones médicas graves a largo plazo, como resultado de infecciones no tratadas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

Las llagas genitales pueden verse como protuberancias y ampollas pequeñas, rojas o color carne. Las llagas también pueden cambiar de apariencia y tener costra o ser más grandes.

También pueden estar acompañadas de otros síntomas, que incluyen:

  • picazón
  • dolor en el área
  • dolor pélvico
  • ardor
  • hemorragia
  • molestia al orinar

Las ITS, en general, también se relacionan con síntomas como:

  • dolor durante el sexo
  • molestia al orinar
  • mayor flujo vaginal o con mal olor

Algunas ITS no tienen ningún síntoma que pueda impedir detectarlas sin pruebas.

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Existen algunas afecciones de la piel crónicas que pueden producir llagas y síntomas como picazón, ardor y dolor. Estas son algunas de esas afecciones:

  • eccema, una inflamación cutánea causada con frecuencia por alergias
  • vulvovaginitis, una inflamación de la vulva y vagina
  • dermatitis de contacto, por sensibilidad a los químicos, detergentes y perfumes
  • quistes
  • vellos encarnados
  • rasguños infectados

Las causas más comunes de las llagas genitales femeninas son las ITS, que pueden propagarse a través del sexo oral, vaginal o anal. Las ITS también se pueden propagar a través de compartir juguetes sexuales.

Las ITS que pueden causar llagas genitales femeninas incluyen:

  • herpes genital
  • verrugas genitales
  • chancroides, una enfermedad bacteriana
  • sífilis
  • molusco contagioso, una infección de la piel viral con nódulos brillantes

Las protuberancias y bultos alrededor de tu vulva que no desaparecen o que sangran también pueden ser señales de cáncer vulvar y requerirán atención médica inmediata.

Se requiere un examen físico para determinar la causa de las llagas genitales femeninas. Tu médico realizará un examen pélvico y te preguntará sobre tu historial médico. También puede pedirte que te hagas unas pruebas, como exámenes de sangre o un cultivo de la llaga.

Un cultivo incluye tomar un raspado del área afectada y realizarle un examen para determinar la presencia de bacterias.

Una vez tu médico determine la causa de tus llagas genitales, podrá indicar un tratamiento para ayudar a aliviar las llagas.

Un médico deberá evaluar cualquier protuberancia o llaga genital para determinar la causa y evitar las posibles complicaciones médicas peligrosas. También es importante determinar si la causa es una ITS para que puedas determinar el tratamiento y evitar propagarlas a las parejas sexuales.

Mientras esperas tu cita, un baño de asiento puede ayudar a aliviar cualquier dolor y molestia. Puedes tomar un baño de asiento en casa, en una bañera o tina con agua tibia que llegue hasta la altura de tus caderas cuando te sientas. Luego agregas una solución salina suave o bicarbonato al agua.

También puedes comprar un pequeño recipiente para un baño de asiento en una farmacia y usarlo en lugar de la tina.

El tratamiento preciso depende de las causas de las llagas genitales.

Los medicamentos tópicos y orales pueden tratar las llagas y aliviar el dolor. Tu médico puede recetarte:

  • antibióticos
  • medicamentos antivirales
  • corticosteroides
  • analgésicos
  • hidrocortisona u otros medicamentos contra la picazón

Otras llagas genitales como quistes no cancerosos no requieren tratamiento, pero puedes extirparlos si causan molestia.

Practicar relaciones sexuales seguras usando preservativos puede ayudar a detener la propagación de las ITS que causan llagas genitales.

Si tienes una ITS, habla con tu pareja sexual sobre realizar pruebas y recibir tratamiento para evitar que vuelva a aparecer la infección y transmitir la enfermedad a otra pareja o incluso a ti.

Adicionalmente, tú y tu pareja deberán evitar el contacto sexual hasta después del tratamiento. Es posible transmitir una ITS una y otra vez.

Las llagas genitales debido a condiciones de la piel o reacciones alérgicas pueden ser más difíciles de prevenir. Evita los irritantes conocidos, como jabones abrasivos o fragancias fuertes. Los quistes y los vellos encarnados se pueden reducir con un lavado cuidadoso. Además, evita rasurarte cualquier área irritada, inflamada o infectada.

El pronóstico a largo plazo para las llagas genitales femeninas depende de la causa. En la mayoría de los casos, las llagas se pueden curar con tratamiento. Sin embargo, las llagas ocasionadas por el herpes genital o una afección crónica de la piel pueden volver a aparecer.

Tu pronóstico también depende del tiempo del tratamiento. Las ITS no tratadas pueden causar complicaciones médicas graves a las mujeres que incluyen:

  • enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)
  • infertilidad
  • cicatrices en los órganos reproductivos
  • aumento en el riesgo de embarazo ectópico

Consulta con tu médico sobre las opciones de tratamiento a largo plazo para este tipo de afecciones para manejar los síntomas, evitar complicaciones y ayudar a evitar propagaciones.

Lee el artículo en inglés.