La artritis es una inflamación de las articulaciones que puede causar un dolor articular debilitante. Hay más de 100 tipos diferentes de artritis y afecciones relacionadas.

La artritis afecta a más de 50 millones de adultos y 300,000 niños en Estados Unidos, según la Fundación de Artritis. Las causas y las opciones de tratamiento disponibles varían de un tipo a otro.

Para encontrar el mejor tratamiento y estrategias de manejo, es importante determinar el tipo de artritis que padeces. Sigue leyendo para conocer los tipos y cuáles son sus diferencias.

La osteoartritis (OA), también llamada artritis degenerativa, es el tipo más común de artritis. Afecta a unos 27 millones de personas en los Estados Unidos, según la Fundación de Artritis.

Con la OA, el cartílago de las articulaciones se rompe, lo que eventualmente hace que los huesos se rocen entre sí y que las articulaciones se inflamen con el consiguiente dolor, lesión ósea e incluso formación de espolones óseos.

Puede ocurrir en solo una o dos articulaciones, en un lado del cuerpo. La edad, la obesidad, las lesiones, los antecedentes familiares y el uso excesivo de las articulaciones pueden aumentar el riesgo de desarrollarla. Los síntomas comunes incluyen:

  • dolor en las articulaciones
  • rigidez matutina
  • falta de coordinación
  • aumento de la discapacidad

Para saber si tienes OA, tu médico repasará tu historial médico y te realizará un examen físico. Es posible que pida radiografías y otras pruebas de diagnóstico por imágenes. También pueden aspirar el líquido de una articulación afectada, tomando una muestra de este líquido para verificar si hay infección.

La artritis reumatoide (AR) es un tipo de enfermedad autoinmune en la que tu cuerpo ataca el tejido articular sano. La Fundación de Artritis estima que alrededor de 1.5 millones de adultos en Estados Unidos tienen AR. Casi tres veces más mujeres tienen AR que hombres.

Los síntomas comunes de la AR incluyen rigidez matutina y dolor en las articulaciones, usualmente en la misma articulación en ambos lados del cuerpo. Eventualmente pueden desarrollarse deformidades en las articulaciones.

También se pueden desarrollar síntomas adicionales en otras partes de tu cuerpo, incluyendo el corazón, los pulmones, los ojos o la piel. El síndrome de Sjögren ocurre con frecuencia con la AR. Esta afección causa ojos y boca severamente secos.

Otros síntomas y complicaciones incluyen:

  • dificultades para dormir
  • nódulos reumatoides debajo de la piel y cerca de las articulaciones, como el codo, que son firmes al tacto y se componen de células inflamadas
  • entumecimiento, calor, ardor y hormigueo en manos y pies

Diagnóstico de la AR

Tu médico no puede usar ninguna prueba para determinar si tienes AR. Para desarrollar un diagnóstico, probablemente preparará un historial médico, realizará un examen físico y ordenará radiografías u otras pruebas de imágenes.

Tu médico también puede pedir lo siguiente:

  • una prueba del factor reumatoide
  • una prueba de péptidos anticíclicos citrulinados
  • un recuento hematológico completo
  • una prueba de proteína C reactiva
  • una prueba de velocidad de sedimentación globular (VSG)

Estas pruebas pueden ayudar a tu médico a saber si tienes una reacción autoinmune e inflamación sistémica.

La artritis juvenil (AJ) afecta a unos 300,000 niños en Estados Unidos, según la Fundación de Artritis.

La AJ es un término abarcativo para varios tipos de artritis que afectan a los niños. El tipo más común es la artritis idiopática juvenil (AIJ), anteriormente conocida como artritis reumatoide juvenil. Este es un grupo de trastornos autoinmunes que pueden afectar las articulaciones de los niños.

La AIJ comienza a ocurrir en niños menores de 16 años. Puede causar:

  • que músculos y tejidos blandos se tensen
  • huesos que se erosionan
  • patrones de crecimiento que cambian
  • desalineación de las articulaciones

Meses de dolor en las articulaciones, hinchazón, rigidez, fatiga y fiebre pueden indicar artritis idiopática juvenil.

Otras formas menos comunes de AJ incluyen:

  • dermatomiositis juvenil
  • lupus juvenil
  • esclerodermia juvenil
  • enfermedad de Kawasaki
  • enfermedad mixta del tejido conectivo

La espondilitis anquilosante (EA) y otros tipos son afecciones autoinmunes que pueden atacar los lugares donde los tendones y ligamentos se unen al hueso. Los síntomas incluyen dolor y rigidez, especialmente en la zona lumbar.

Es probable que tu columna sea la más afectada, ya que la EA es la más común de estas afecciones. Suele afectar principalmente a la columna vertebral y la pelvis, pero puede afectar a otras articulaciones del cuerpo.

Otras espondiloartropatías pueden atacar las articulaciones periféricas, como las de las manos y los pies. En la EA, puede producirse una fusión ósea, lo que provoca la deformación de la columna y la disfunción de los hombros y las caderas.

La espondilitis anquilosante es hereditaria. La mayoría de las personas que desarrollan EA tienen el gen HLA-B27. Es más probable que tengas este gen si tienes EA y eres caucásico. También es más común en hombres que en mujeres.

Otras enfermedades espondiloartríticas también están asociadas con el gen HLA-B27, que incluyen:

  • artritis reactiva, antes conocida como síndrome de Reiter
  • artritis psoriásica
  • artropatía enteropática, asociada con el tracto gastrointestinal
  • uveítis anterior aguda
  • espondilitis anquilosante juvenil

El lupus eritematoso sistémico (LES) es otra enfermedad autoinmune que puede afectar tus articulaciones y muchos tipos de tejido conectivo en tu cuerpo. También puede dañar otros órganos, como tu:

  • piel
  • pulmones
  • riñones
  • corazón
  • cerebro

El LES es más común entre las mujeres, particularmente aquellas con ascendencia africana o asiática. Los síntomas comunes incluyen dolor e hinchazón en las articulaciones.

Otros síntomas incluyen:

  • dolor en el pecho
  • fatiga
  • fiebre
  • inquietud
  • pérdida de cabello
  • llagas bucales
  • erupción cutánea facial
  • sensibilidad a la luz del sol
  • ganglios linfáticos inflamados

Podrías experimentar efectos más graves a medida que avanza la enfermedad. El LES afecta a las personas de manera diferente, pero comenzar el tratamiento para controlarlo lo antes posible y trabajar con tu médico puede ayudarte a manejar esta afección.

La gota es una forma de artritis causada por la acumulación de cristales de urato dentro de las articulaciones. Los niveles altos de ácido úrico en la sangre pueden ponerte en riesgo de desarrollar gota.

Se estima que el 3.9 por ciento de los adultos estadounidenses tienen gota, esto es, 5.9 por ciento de los hombres y 2 por ciento de las mujeres. La edad, la dieta, el consumo de alcohol y los antecedentes familiares pueden afectar tu riesgo de desarrollar gota.

La gota puede ser increíblemente dolorosa. Hay más probabilidades de que se vea afectada una articulación en la base del dedo gordo del pie, aunque potencialmente puede afectar otras articulaciones. Puedes experimentar enrojecimiento, hinchazón y dolor intenso en tus:

  • dedos de los pies
  • pies
  • tobillos
  • rodillas
  • manos
  • muñecas

Un ataque agudo de gota puede aparecer con fuerza en pocas horas durante el transcurso de un día, pero el dolor puede persistir durante días o semanas. La gota puede agravarse con el tiempo. Obtén más información sobre los síntomas de la gota.

La artritis infecciosa es una infección en una de las articulaciones que causa dolor o hinchazón. La infección puede ser causada por bacterias, virus, hongos o parásitos. Puede comenzar en otra parte del cuerpo y extenderse a las articulaciones. Este tipo de artritis suele ir acompañado de fiebre y escalofríos.

La artritis reactiva puede ocurrir cuando una infección en una parte de tu cuerpo desencadena la disfunción del sistema inmunitario y la inflamación en una articulación en otra parte del cuerpo. La infección suele ocurrir en el tracto gastrointestinal, la vejiga o los órganos sexuales.

Para diagnosticar estas afecciones, tu médico puede solicitar análisis de sangre, orina y líquido del interior de una articulación afectada.

Hasta el 30 por ciento de las personas con psoriasis también tendrán artritis psoriásica (APs). Por lo general, experimentarás psoriasis antes de que aparezca la APs.

Los dedos son los más comúnmente afectados, pero esta afección dolorosa también impacta en otras articulaciones. También pueden desarrollarse dedos de color rosa que parecen salchichas, y hoyuelos y degradación de las uñas.

La enfermedad puede progresar hasta afectar la columna y causar un daño similar al de la espondilitis anquilosante.

Si tienes psoriasis, existe la posibilidad de que también desarrolles APs. Si los síntomas de la APs comienzan a aparecer, querrás ver a tu médico para tratarlos lo antes posible.

Muchas otras formas de artritis y otras afecciones también pueden causar dolor en las articulaciones. Algunos ejemplos incluyen:

  • síndrome de fibromialgia, una afección en la que tu cerebro procesa el dolor en los músculos y las articulaciones de una manera que amplifica tu percepción del dolor
  • esclerodermia, una afección autoinmune en la que la inflamación y el endurecimiento de los tejidos conectivos de la piel pueden provocar daños en los órganos y dolor en las articulaciones

Si sientes dolor en las articulaciones, rigidez u otros síntomas, habla con tu médico. Puede ayudar a diagnosticar la causa de tus síntomas y recomendar un plan de tratamiento. Hasta que eso ocurra, encuentra alivio del dolor de la artritis de forma natural.