El asma es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la capacidad para respirar. El asma suele ser desencadenada por una combinación de factores ambientales y hereditarios.

Los síntomas del asma aparecen cuando las vías respiratorias hacia los pulmones comienzan a hincharse y contraerse. Los síntomas varían y pueden ser apenas perceptibles, graves o incluso pueden poner en riesgo la vida.

El asma puede afectar a personas de todas las edades, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (National Heart Lung and Blood Institute). Pero es más probable que se desarrolle durante la niñez.

Es importante señalar que los síntomas del asma pueden variar de inexistentes a graves en la misma persona. Es posible que pases mucho tiempo sin síntomas y luego tener ataques de asma periódicos. O puedes tener síntomas de asma a diario, solo por la noche o solo después de hacer ejercicio.

Según el Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma & Immunology), el asma afecta a 26 millones de personas en los Estados Unidos. Muchas personas no son diagnosticadas debido a que sus síntomas son leves. Si crees que tienes síntomas de asma, programa una cita con tu médico para que te haga las pruebas de detección de asma.

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Ya sea que tengas tu primera aparición de asma o hayas sido asmático durante muchos años, es posible que experimentes los siguientes síntomas:

Tos

Una tos persistente es un síntoma común de asma. La tos puede ser seca o húmeda (con mucosidad). Podría empeorar por la noche o después de hacer ejercicio.

Una tos seca crónica sin otros síntomas de asma puede ser asma variante de la tos.

Sibilancias

Las sibilancias son un silbido que suele producirse cuando exhalas. Es el resultado del aire que pasa de forma forzada a través de conductos de aire estrechos y constreñidos. Las sibilancias son un síntoma reconocible de asma, pero si solo tienes sibilancias no significa que tengas asma. También puede ser un síntoma de otros problemas de salud, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) y neumonía.

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Dificultad para respirar

Puede ser difícil respirar porque las vías respiratorias se inflaman y se contraen. La mucosidad puede llenar estos conductos estrechos y empeorar la constricción de las vías respiratorias. La dificultad para respirar puede generar sentimientos de ansiedad, que pueden dificultar aún más la respiración.

Opresión en el pecho

A medida que los músculos que rodean las vías respiratorias se contraen, podrías sentir una opresión en el pecho. Esto puede sentirse como si alguien estuviera apretando una cuerda alrededor de la parte superior del torso. La opresión en el pecho puede dificultar la respiración y provocar sentimientos de ansiedad.

Fatiga

Durante un ataque de asma, no llega suficiente oxígeno a los pulmones. Esto significa que la sangre y los músculos reciben menos oxígeno. Esa falta de oxígeno produce fatiga. Si tus síntomas de asma empeoran durante la noche (asma nocturna) y tienes dificultad para conciliar el sueño, es probable que te sientas cansado durante el día.

Aleteo nasal

El aleteo nasal se produce cuando se ensanchan y dilatan las fosas nasales durante la respiración A menudo, es un signo de dificultad para respirar. Este síntoma del asma es más frecuente en niños pequeños y lactantes.

Suspiros

Los suspiros son una respuesta fisiológica natural cuando los pulmones se expanden hasta su capacidad máxima. Son una inspiración profunda con una exhalación prolongada. Debido a que el asma puede restringir el flujo de aire hacia el cuerpo, es posible que suspires para que el exceso de aire entre o salga de tu cuerpo.

Ansiedad

La ansiedad puede desencadenar un ataque de asma. Además, puede ser un síntoma de un ataque de asma. Cuando las vías respiratorias comienzan a estrecharse, el pecho se torna rígido y se dificulta la respiración. Estos síntomas pueden generar ansiedad. La imprevisibilidad de los ataques de asma es otro factor que puede generar ansiedad. Atravesar una situación estresante puede desencadenar síntomas del asma en algunas personas.

Primeras señales de advertencia de un ataque de asma

No todas las personas que padecen asma experimentan ataques de asma, pero hay síntomas tempranos de un ataque de asma. Entre ellos:

  • tos severa
  • sibilancias
  • dificultad para respirar
  • opresión en el pecho
  • fatiga
  • picazón
  • nerviosismo
  • irritabilidad

Síntomas graves

Si un ataque de asma es severo, puede ser una emergencia que ponga en riesgo la vida. Un adulto o niño que sufra un ataque de asma debe acudir a la sala de emergencias si los medicamentos de rápido alivio no funcionan en un plazo de entre 10 y 15 minutos o si manifiesta alguno de los siguientes síntomas del asma:

  • cambio de color en labios, rostro o uñas (azules o grises), que es un síntoma de cianosis
  • dificultad extrema para respirar que hace que el cuello y el pecho sean “succionados” con cada respiración
  • dificultad para hablar o caminar
  • confusión mental
  • ansiedad extrema provocada por la dificultad para respirar
  • fiebre de 100 °F (37.7 °C) o más alta
  • dolor de pecho
  • pulso acelerado

El tratamiento adecuado y las decisiones del estilo de vida pueden ayudarte a controlar el asma. Reconocer los síntomas y sus patrones te permite planificar tu respuesta ante cada síntoma y ataque. Saber esto puede darte confianza cuando experimentes síntomas.

Factores de riesgo del asma

El ejercicio puede tener varios efectos sobre el asma.

Si te ejercitas al aire libre, muchos factores ambientales pueden restringir tus vías respiratorias. Si tienes asma, también corres el riesgo de sufrir broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE).

El ejercicio puede disminuir tus síntomas de asma al mejorar la salud de tu corazón y pulmones. También disminuye la gravedad de la constricción de las vías respiratorias. El Colegio Americano de Medicina Deportiva y la Sociedad Torácica Americana recomiendan la actividad aeróbica de intensidad baja a moderada para las personas con asma. Esto incluye actividades como caminar, correr, senderismo, andar en bicicleta y usar una máquina elíptica. Son ideales las actividades que aumentan tu frecuencia cardíaca durante más de 20 a 30 minutos, cinco días a la semana.

Los bebés son especialmente susceptibles a los síntomas del asma porque tienen vías respiratorias más pequeñas. Los niños menores de 5 años suelen experimentar infecciones respiratorias, lo que puede hacer que presenten síntomas de asma con más frecuencia que los adultos. El síntoma más común en los bebés son las sibilancias con infecciones respiratorias.

Otros síntomas exclusivos de los lactantes también incluyen:

  • dificultad para succionar o comer
  • un cambio en los sonidos del llanto
  • cianosis, que se caracteriza por una coloración azul pálida en la cara, los labios o las uñas
  • menor interacción con los padres

Cualquiera de estos síntomas se considera una emergencia médica y es necesario un tratamiento inmediato.

Los niños pequeños muestran muchos de los síntomas de asma que experimentan los bebés. Los niños también pueden toser, tener dificultad para respirar y experimentar resfríos en el pecho con frecuencia. Pero estos síntomas podrían no siempre indicar asma. Si los síntomas persisten o empeoran debido al humo o alérgenos como la caspa de las mascotas, un niño podría tener asma.

Según un estudio de 2014 de niños con asma, los niños fueron más propensos a notar una sensación de opresión en el pecho. Los padres fueron más propensos a notar sibilancias. Es importante que los niños mayores de 8 años lleven un diario de los síntomas de asma. Este registro mejorará la comunicación entre padres e hijos con asma. Anotar detalles de sus síntomas puede ayudar a los niños a reconocer su asma y comunicarles a sus padres los síntomas más rápidamente.

Si tú o un miembro de tu familia experimenta la primera aparición de síntomas de asma, consulta a tu médico. Él o ella podría referirte a un especialista. También debes visitar a tu médico cuando experimentes síntomas menos graves y lo que haces para mejorar el asma no está funcionando.

Cuando buscas atención médica para el asma, tu médico puede clasificar la gravedad de la enfermedad y seleccionar el mejor tratamiento. Dado que el grado de tu asma puede cambiar con el tiempo, es importante consultar a un médico con regularidad para ajustar tu tratamiento en consecuencia.

Si crees que tú o un miembro de tu familia está sufriendo un ataque de asma, llama al 911 o a los servicios de emergencia locales, o ve a la sala de emergencias más cercana.

P:

¿Cuáles son algunos consejos para reducir de mejor manera los desencadenantes de mi asma? ¿Qué puedo hacer en mi vida diaria?

R:

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre afirma que las alergias y las infecciones virales son los desencadenantes más comunes de los ataques de asma. Los siguientes son algunos consejos para controlar mejor tu asma.

  • Conoce qué te provoca sibilancias. Saber y evitar aquello que te causa alergia es una excelente manera de controlar los brotes de asma.
  • Trata tus alergias. Se consistente con tu tratamiento contra la alergia, especialmente durante la temporada de alergias.
  • Vacúnate. Las enfermedades respiratorias como la influenza, la neumonía y la tos ferina pueden prevenirse mediante la vacunación.
  • Haz ejercicio. Fíjate como meta 30 minutos de ejercicio cinco días a la semana para controlar mejor el asma.
Judith Marcin, MDAnswers represent the opinions of our medical experts. All content is strictly informational and should not be considered medical advice.
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