Los cálculos renales son depósitos duros de minerales y sales que se forman a menudo a partir de calcio o ácido úrico. Se forman dentro del riñón y pueden viajar a otras partes del tracto urinario.

Son de tamaños diferentes. Algunos son tan pequeños como el punto al final de esta oración, tan solo una fracción de pulgada. Otros pueden crecer hasta unos cuantos centímetros de ancho. Algunos cálculos renales pueden llegar a ser tan grandes que ocupan todo el riñón.

Un cálculo renal se forma cuando una gran cantidad de ciertos minerales en tu cuerpo se acumulan en la orina. Cuando tu cuerpo no está bien hidratado, la orina se concentra aún más con niveles mayores de ciertos minerales. Cuando los niveles de minerales son más altos, la probabilidad de que se forme un cálculo renal es mayor.

Cerca de una de cada 11 personas en Estados Unidos tendrá un cálculo renal. Las piedras son más comunes en hombres, personas obesas o diabéticos.

Los cálculos renales más pequeños que se alojan en el riñón a menudo no causan ningún síntoma. Es posible que no notes que algo anda mal hasta que el cálculo se mueva hacia el uréter, el tubo por el que viaja la orina para llegar desde el riñón hasta la vejiga.

Los cálculos renales suelen causar mucho dolor. La mayoría de los cálculos saldrán solos sin tratamiento. Sin embargo, podrías necesitar un procedimiento para romper o eliminar piedras que no salen.

Aquí te damos ocho señales y síntomas de que puedes tener cálculos renales.

El dolor de cálculos renales, también conocido como cólico renal, es uno de los tipos de dolor más severos que se puedan sufrir. Algunas personas que han experimentado cálculos renales comparan el dolor con el parto o ser apuñalado con un cuchillo.

El dolor es lo suficientemente intenso como para generar más de un millón de visitas a salas de emergencia cada año.

Por lo general, el dolor comienza cuando una piedra se mueve en el uréter estrecho. Esto causa un bloqueo, lo que hace que la presión se acumule en el riñón.

La presión activa las fibras nerviosas que transmiten señales de dolor al cerebro.

El dolor que causan los cálculos renales a menudo comienza repentinamente. El dolor cambia de ubicación e intensidad a medida que la piedra cambia de lugar.

El dolor a menudo aparece y desaparece en oleadas, que se agrava debido a que los uréteres se contraen cuando intentan empujar la piedra hacia afuera. Cada oleada puede durar unos minutos, desaparecer y luego volver.

Sentirás el dolor a lo largo de tu costado y espalda, debajo de tus costillas. Puede irradiarse hacia el área del vientre e ingle a medida que la piedra se mueve hacia abajo a través del tracto urinario.

Los cálculos grandes pueden causar aún más dolor que los pequeños, pero la severidad del dolor no necesariamente se relaciona con el tamaño del cálculo. Incluso uno pequeño puede causar dolor cuando se mueve o causa un bloqueo.

Una vez que el cálculo llega a la unión entre el uréter y la vejiga, comenzarás a sentir dolor al orinar. Tu médico podría decirte que esto se conoce como disuria.

El dolor puede sentirse agudo o urente. Si no sabes que tienes un cálculo renal, podrías confundirlo con una infección urinaria. A veces, puedes tener una infección junto con el cálculo.

La necesidad de ir al baño con más urgencia o frecuencia de lo normal es otra señal de que el cálculo se ha movido hacia la parte inferior del tracto urinario. Es posible que sientas unas ganas incontrolables de salir corriendo al baño o que necesites ir constantemente durante el día y la noche.

La urgencia de orinar también puede parecerse a un síntoma de infección urinaria.

La sangre en la orina es un síntoma común en las personas con cálculos en el tracto urinario. Este síntoma también se llama hematuria.

La sangre puede ser roja, rosa o marrón. A veces, las células de la sangre son demasiado pequeñas para verlas sin un microscopio (llamada hematuria microscópica), pero el médico puede detectar este síntoma.

La orina saludable es de color claro y no tiene un olor fuerte. La orina turbia o con mal olor puede ser una señal de una infección en los riñones u otra parte de tu tracto urinario.

Un estudio encontró que alrededor del 8% de las personas con cálculos renales agudos tenían una infección urinaria.

La apariencia turbia es un signo de pus en la orina o piuria. El olor puede provenir de las bacterias que causan infecciones urinarias o de la propia orina que está más concentrada de lo normal.

Los cálculos renales grandes a veces quedan atrapados en el uréter. Este bloqueo puede retardar o detener el flujo de orina.

Si tienes un bloqueo, quizá solo podrías orinar un poco cada vez. Cuando el flujo de orina se detiene por completo, pasa a ser una emergencia médica.

Es común que las personas con cálculos renales sientan náusea y tengan vómitos.

Estos síntomas ocurren debido a las conexiones nerviosas compartidas entre los riñones y el tracto gastrointestinal. Los cálculos en los riñones pueden activar nervios en el tracto gastrointestinal, provocando un malestar estomacal.

La náusea y los vómitos también pueden ser la forma en que tu cuerpo responde al dolor intenso.

La fiebre y los escalofríos son señales de que tienes una infección en el riñón u otra parte del tracto urinario. Esto puede ser una complicación grave cuando se tiene un cálculo renal. También puede ser una señal de otros problemas graves además de los cálculos renales. Cuando hay fiebre y dolor al mismo tiempo, es necesario buscar atención médica urgente.

Las fiebres que se presentan cuando hay una infección generalmente son altas: 100.4 ˚F (38 ˚C) o más. Con frecuencia se presentan escalofríos o temblores junto con la fiebre.

Los cálculos renales son depósitos duros de minerales y sales que se forman en los riñones y pueden viajar a otras partes del sistema urinario.

Estos cálculos causan síntomas como dolor, dificultad para orinar, orina turbia o con mal olor, náusea y vómitos.

Algunos de los cálculos saldrán solos. Otros necesitan tratamiento con ondas sonoras o cirugía para romperlos o eliminarlos.

Llama a tu médico si tienes algún síntoma de cálculos renales. Obtén ayuda médica de inmediato si tienes estos síntomas, lo que podría indicar que tienes una infección u otra complicación grave:

  • dolor tan intenso que no puedes sentirte cómodo
  • náusea, vómitos, fiebre o escalofríos con el dolor
  • sangre en la orina
  • problemas para orinar

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