Varios remedios caseros pueden reducir los síntomas de la amigdalitis que incluyen el té con miel, las pastillas, respirar aire húmedo, y otros.

La amigdalitis es una afección que ocurre cuando tus amígdalas se infectan. Puede causarla tanto una infección bacteriana como viral. La amigdalitis puede ocasionar síntomas como:

  • amígdalas inflamadas o hinchadas
  • dolor de garganta
  • dolor al tragar
  • fiebre
  • ronquera
  • mal aliento
  • dolor de oído

Las infecciones virales que causan la amigdalitis desaparecen por sí solas. Las infecciones bacterianas pueden requerir antibióticos. El tratamiento también puede enfocarse en aliviar los síntomas de la amigdalitis, como usar AINE como el ibuprofeno para aliviar la inflamación y el dolor.

Existen varios remedios caseros que pueden tratar o reducir efectivamente los síntomas de la amigdalitis.

Hacer gárgaras y enjuagarse con agua tibia con sal ayuda a aliviar el ardor y dolor de garganta causados por la amigdalitis. También puede reducir la inflamación y hasta puede ayudar a tratar las infecciones.

Vierte aproximadamente ½ cucharada de sal en aproximadamente 4 onzas de agua tibia. Revuelve hasta que la sal se disuelva. Haz gárgaras y enjuaga la boca durante varios segundos y luego escúpela. Puedes enjuagar con agua regular.

Las pastillas pueden ayudar a aliviar la garganta, pero no todas son iguales. Algunas pastillas contienen ingredientes con propiedades antiinflamatorias naturales o ingredientes que pueden aliviar el dolor por sí solos. Las pastillas que contienen regaliz como ingrediente pueden tener fuertes beneficios antiinflamatorios, aliviar la molestia y la inflamación en las amígdalas y garganta.

No se debería administrar las pastillas a niños pequeños debido al riesgo de que se ahoguen. En lugar de eso, los aerosoles para la garganta con frecuencia son una mejor opción para los niños pequeños. Si no estás seguro, comunícate con tu pediatra.

Las bebidas tibias como el té pueden ayudar a reducir la molestia que puede ocurrir como resultado de la amigdalitis. La miel pura, que con frecuencia se agrega al té, tiene fuertes propiedades antibacterianas y puede ayudar a tratar las infecciones que causan la amigdalitis.

Toma té tibio en lugar de caliente y revuelve hasta que la miel se disuelva. Ciertos tés pueden fortalecer los beneficios de este remedio de miel. El té de jengibre, por ejemplo, es un antiinflamatorio fuerte, al igual que el té de hinojo, que puede ayudar a reducir la inflamación y molestia.

El frío puede ser altamente efectivo para tratar el dolor, la inflamación y la hinchazón que con frecuencia aparecen con la amigdalitis. Las paletas heladas, bebidas congeladas como ICEE y los alimentos congelados como los helados pueden ser particularmente útiles para los niños pequeños que no pueden usar otros remedios caseros con seguridad. Los niños mayores y los adultos también pueden chupar trozos de hielo.

Los humidificadores pueden ayudar a aliviar el ardor de garganta si el aire es seco o si estás sintiendo la boca seca debido a la amigdalitis. El aire seco puede irritar la garganta y los humidificadores pueden ayudar a aliviar la molestia en la garganta y las amígdalas al agregar nuevamente humedad al aire. Los humidificadores de vapor frío son los que ofrecen más beneficios, especialmente cuando los virus son la causa de la amigdalitis.

Mantén tu humidificador encendido cuando sea necesario, especialmente al dormir durante la noche, hasta que se alivie la amigdalitis. Si no tienes un humidificador y deseas un alivio rápido, sentarte en una habitación llena con vapor de la ducha también puede proporcionar humedad que puede reducir los síntomas.

Ciertos síntomas indican que es posible que necesites consultar a tu médico para obtener el tratamiento. Ciertos tipos de infecciones bacterianas que pueden afectar la amigdalitis, como la faringitis estreptocócica, requieren antibióticos con receta para el tratamiento.

Deberías hacer una cita con tu médico si tienes alguna combinación de los siguientes síntomas:

  • fiebre
  • ardor de garganta o carraspera persistente que no desaparece en 24 a 48 horas
  • dolor o dificultad al tragar
  • fatiga
  • irritabilidad en niños pequeños
  • ganglios linfáticos inflamados

Estos síntomas pueden indicar una infección bacteriana que requiere antibióticos.

Muchos casos de amigdalitis se resuelven rápidamente. La amigdalitis causada por los virus usualmente se resuelve en 7 a 10 días después de reposo y abundantes líquidos. La amigdalitis bacteriana puede tomar hasta una semana en desaparecer, aunque muchas personas empiezan a sentirse mejor en un día más o menos, después de tomar antibióticos.

Si recibes tratamiento con receta o utilizas remedios caseros, toma suficientes líquidos y mucho reposo para ayudar a tu cuerpo a que se recupere.

En raros casos graves, se puede realizar una amigdalectomía (o extirpación quirúrgica de las amígdalas) para tratar los casos recurrentes y persistentes de amigdalitis. Este es usualmente un procedimiento con paciente ambulatorio. Muchas personas, niños y adultos se recuperarán por completo en 14 días.

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