La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal que puede afectar todo el sistema digestivo. En la mayoría de los casos, afecta la porción final del intestino delgado, conocido como íleon. También puede afectar otras partes del intestino delgado o grueso, incluyendo el colon. Puede causar dolor de estómago, diarrea y otros síntomas digestivos.

No existe una prueba de diagnóstico única para la enfermedad de Crohn. Si muestras señales o síntomas de la afección, tu médico puede usar una variedad de pruebas para detectarla. Por ejemplo, podría solicitar pruebas de sangre, análisis de heces, estudios por imágenes, colonoscopia, sigmoidoscopia o biopsias de tejido.

La enfermedad de Crohn es una enfermedad grave. Por lo general, afecta la porción final del intestino delgado, pero también puede dañar otras partes del sistema digestivo. Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Varían de leves a graves.

Los síntomas comunes incluyen:

  • dolor de estómago
  • calambres
  • diarrea
  • heces con sangre
  • pérdida de peso
  • desnutrición
  • pérdida de apetito
  • úlceras
  • fiebre
  • fatiga

Si no se trata, la enfermedad de Crohn puede provocar complicaciones potencialmente graves. Puede causar cicatrices intestinales, fístulas u obstrucción de los intestinos. También aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de colon.

En casos graves, la enfermedad de Crohn puede poner en riesgo la vida. Si bien no existe una cura conocida, el tratamiento adecuado puede ayudarte a llevar una vida normal.

No existe una prueba de diagnóstico única para la enfermedad de Crohn. Los síntomas varían de una persona a otra y muchas otras enfermedades causan síntomas similares. Debido a esto, puede llevar mucho tiempo obtener un diagnóstico preciso de la enfermedad de Crohn.

Es probable que tu médico te pregunte primero sobre tu historial médico. También puede realizar un examen físico completo, solicitar pruebas de sangre y análisis de heces. Esto puede ayudarle a descartar otras posibles causas de tus síntomas. Si sospecha que puedes tener la enfermedad de Crohn, es probable que pida otras pruebas de seguimiento.

Para diagnosticar la enfermedad de Crohn, tu médico deberá ver qué sucede dentro de tu tracto digestivo. Para hacerlo, puede usar pruebas de imagen que crean imágenes del tracto digestivo desde el exterior, como radiografías. También puede usar un endoscopio para mirar dentro del tracto digestivo durante una colonoscopia o sigmoidoscopia. Durante estos procedimientos, pueden recolectar muestras de tejido para su análisis.

Las pruebas de sangre pueden ayudar a tu médico a detectar señales de infección o anticuerpos en la sangre.

Si tienes niveles elevados de glóbulos blancos o plaquetas en la sangre, puede ser una señal de infección o inflamación en tu cuerpo. La inflamación puede deberse a la enfermedad de Crohn u otras afecciones inflamatorias.

Tu médico no puede usar una sola prueba de sangre para diagnosticar la enfermedad de Crohn. Pero puede ayudarle a evaluar la probabilidad de que la tengas.

Tu médico puede pedir un análisis de heces para verificar si hay sangre en tus heces. La sangre en las heces es una señal de problemas digestivos, como la enfermedad de Crohn.

También pueden solicitar análisis de heces para detectar organismos causantes de enfermedades en tu tracto digestivo. Esto puede ayudarle a descartar otras posibles causas de tus síntomas. Por ejemplo, un cultivo de heces puede ayudarle a saber si tienes una infección bacteriana. Una prueba de huevos y parásitos en las heces puede ayudarlo a saber si tienes una infección parasitaria.

Será necesario que proporciones una muestra de heces para que realice esta prueba. La analizarán en un laboratorio para detectar anomalías. Si bien puedes sentirte incómodo al proporcionar la muestra, el proceso no debe ser doloroso ni presentar ningún riesgo de efectos secundarios.

Las pruebas de imágenes incluyen radiografías, imágenes por resonancia magnética (IRM) y tomografías computarizadas (TC). Permiten que tu médico examine tu tracto digestivo desde el exterior. Esto le ayuda a evaluar y documentar las señales de daño o inflamación. Puede ayudarle a diagnosticar la enfermedad de Crohn y sus complicaciones potencialmente graves, como fístulas o abscesos.

Si tu médico sospecha que tienes la enfermedad de Crohn, es probable que use pruebas de diagnóstico por la imagen para crear imágenes de tu intestino delgado.

Un procedimiento específico, llamado serie gastrointestinal superior (UGI, por sus siglas en inglés), incluye una variedad de pruebas de imágenes para crear una imagen completa del intestino delgado.

Tu médico también puede usar pruebas de imagen para examinar tu estómago o intestino grueso. En ocasiones, tu médico te pedirá que bebas una solución antes de someterte a pruebas de imagen.

Se utilizan dos soluciones diferentes, bario y gastrografin. La que debas tomar dependerá de la prueba en particular que pida tu médico. Esto ayuda a tu médico a ver tus tejidos digestivos con mayor detalle.

Un endoscopio es un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo. Tu médico puede insertarlo a través del recto para examinar las paredes internas del colon. Puede usarlo para realizar diferentes tipos de endoscopias, incluyendo la colonoscopia o la sigmoidoscopia.

Durante una colonoscopia, el médico podrá ver todo el colon. Durante una sigmoidoscopia, solo examinarán el extremo final de tu colon. Es posible que tu médico también necesite realizar una endoscopia superior para observar tu esófago, estómago y la primera parte de tu intestino delgado. Este procedimiento se llama esofagogastroduodenoscopía o EGD.

La endoscopia es una de las pocas pruebas que le permiten a tu médico examinar las paredes internas de tu colon. También puede usarla para examinar el espacio entre el intestino delgado y el colon, donde a menudo se encuentran los daños causados por la enfermedad de Crohn.

Por ejemplo, pueden encontrar granulomas. Estos son pequeños grupos de células que solo se pueden ver con una endoscopia. Generalmente señalan la presencia de la enfermedad de Crohn.

Al realizar una endoscopia, tu médico también puede recolectar muestras de tus tejidos digestivos para su análisis, en un procedimiento conocido como biopsia.

La endoscopia puede ayudar a tu médico a desarrollar un diagnóstico preciso. La desventaja es que es un procedimiento invasivo y, a veces, incómodo.

La endoscopia capsular es una prueba que se utiliza cuando otras pruebas no son concluyentes.

Para someterte a una endoscopia capsular, deberás tragar una pequeña cápsula que tiene una pequeña cámara en su interior. Esta cámara crea imágenes del interior de tu intestino delgado. Puede mostrar señales de la enfermedad de Crohn en el intestino delgado que no se pueden ver con una EGD o una colonoscopia.

La ventaja de una endoscopia capsular es que es mínimamente invasiva. La cápsula está diseñada para pasar a través del tracto digestivo sin causar molestias. La desventaja es que no proporciona muestras de biopsia.

Para realizar una biopsia, tu médico recolectará una pequeña muestra de tejido digestivo para su análisis. En muchos casos, recolectará la muestra mientras realiza una colonoscopia. Luego, la enviará a un laboratorio para su análisis. Los técnicos de laboratorio buscarán señales de inflamación u otros problemas con tus tejidos.

Las biopsias pueden ayudar a tu médico a confirmar o comprender los resultados de otras pruebas, incluidas las pruebas de imágenes y endoscopia.

Hasta el momento no se conocen curas para la enfermedad de Crohn. Si te diagnostican esta enfermedad, tu médico te recomendará estrategias para ayudar a reducir la inflamación, minimizar los síntomas y prevenir complicaciones. Por ejemplo, podría recomendarte cambios en tu estilo de vida, incluyendo cambios en tu dieta. También puede recetarte medicamentos u otros tratamientos.

Los medicamentos antiinflamatorios, los inmunosupresores y los antibióticos son medicamentos comunes que se usan para tratar la enfermedad de Crohn. Otras opciones de tratamiento incluyen:

  • analgésicos
  • laxantes
  • medicamentos antidiarreicos
  • terapia nutricional
  • suplementos de hierro
  • suplementos de calcio
  • suplementos de vitamina D
  • inyecciones de vitamina B-12

Tomar medidas para reducir tus niveles de estrés y mantener saludable tu sistema inmunitario también puede ayudar a mantener tus síntomas bajo control.