Cada uno de nosotros tiene una perspectiva diferente respecto a la salud y el bienestar. Esta es la perspectiva de una persona.

El sexo es simplemente maravilloso. En mi opinión, es una función humana natural que debemos disfrutar tanto o tan poco como nos plazca, con la cantidad de parejas con las que nos sintamos cómodos, ya sean pocas o muchas.

Es una buena idea disfrutar del sexo de forma sana y segura. Ser sexualmente activo es diferente para todos. Para muchos de nosotros, anticipar el sexo con nuevas parejas viene con dos formas de preparación: opciones de estilo de vida que permiten el sexo cuando queremos tenerlo y, para algunos, una rutina de preparación antes del sexo en sí. Aquí exploraré ambas áreas.

Es posible que te sientas más libre para disfrutar tanto del sexo espontáneo como del planificado si sabes si tienes o no una infección de transmisión sexual (ITS).

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recomiendan la frecuencia con la que las personas deben hacerse la prueba de una ITS en función de ciertos factores, como la edad, la orientación sexual y el número de parejas. Por ejemplo, recomiendan que los hombres homosexuales y bisexuales que tienen parejas múltiples o anónimas se hagan la prueba cada tres a seis meses.

Tal como yo lo veo, para cualquier persona que tenga sexo con múltiples parejas frecuentes, esa recomendación podría ser lo mínimo. Por tu salud personal, y por la salud de los demás, está BIEN hacértelas más a menudo.

Cuando tengo un comportamiento promiscuo, suelo hacerme la prueba una vez al mes. Ya tuve una ITS antes y no presenté ningún síntoma, así que sé muy bien que eso puede pasar.

Los doctores recomiendan el uso de condones para protegerse de una ITS. Pero seamos sinceros: también recomiendan beber 3 litros de agua al día, pero no todos siguen estas instrucciones.

Cabe destacar que algunas ITS pueden transmitirse igualmente a través del sexo oral. He notado que la mayoría de las personas parecen no usar condones o protectores dentales para el sexo oral.

Es un buen consejo usar condones para reducir el riesgo de contraer una ITS, porque protegen contra algunas infecciones mejor que otras cosas. Por ejemplo, los CDC señalan que son más efectivos contra las ITS que se transmiten a través de los fluidos genitales, como el VIH, en comparación con las ITS transmitidas por contacto de piel a piel, como el herpes y el virus del papiloma humano (VPH).

Cuando se trata de VIH, hay otra opción además de la abstinencia o condones para evitar la transmisión. Los medicamentos de profilaxis previos a la exposición (PrEP) se toman como medida para prevenir contraer el VIH de parejas detectables potencialmente positivas.

Desde 2019, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, pro sus siglas en inglés) recomienda PrEP para todas las personas con mayor riesgo de VIH.

No importa cuánto hable de la PrEP, constantemente me encuentro con escépticos. Sí, la PrEP tiene efectos secundarios potenciales. El principal de ellos es la posibilidad de efectos a largo plazo sobre la función renal. Sin embargo, los médicos responsables que recetan PrEP piden pruebas de laboratorio de función renal, así como pruebas obligatorias de VIH cada 3 meses al renovar las recetas, para ayudar a garantizar la seguridad.

La PrEP generalmente se comercializa para la comunidad queer, pero yo diría que todas las personas sexualmente activas deberían considerarla. Aunque la comunidad queer se ve afectada de manera desproporcionada por el VIH, la afección no discrimina en función de la orientación sexual o la identidad de género. Potencialmente, a través de la PrEP y la investigación médica adicional, podríamos erradicar el VIH dentro de la próxima generación, una responsabilidad que no debe tomarse a la ligera.

Cuando se trata de preparaciones antes del coito, las duchas a menudo son rutinarias para las parejas receptivas del coito anal. Muchos expertos en salud no aprueban a los entusiastas de las duchas, pero creo que es mejor que discutamos cómo usar las duchas de la manera más saludable y segura posible, en lugar de tratar de eliminar el ritual por completo. (Porque, en mi opinión, las duchas no van a desaparecer).

Como lo hago yo: la ducha estilo bulbo.

(En mi opinión, encuentro que los accesorios de ducha recuerdan a las técnicas de interrogatorio de espías, pero tú te lo haces a ti mismo).

Cuando se usa una ducha estilo bulbo, una boquilla lubricada ayuda a eliminar la incomodidad o el rascado. Utiliza agua a temperatura corporal o solución salina y absolutamente ningún aditivo. Los aditivos en realidad pueden secar el revestimiento rectal, entre otros problemas.

Recomiendo usar solo un bulbo de agua, o menos, a la vez. Si usas demasiado, el agua puede elevarse más allá de tu recto, infiltrarse en tu sigmoide y requerir más trabajo del que esperabas.

Al apretar la bombilla, suelta una corriente suave con presión constante. Recomiendo evitar un apretón, que puede lavar eficazmente tu recto como si estuviera limpiando un callejón lleno de grafitis.

Tres o cuatro rondas deben ser suficientes para que el agua corra clara o más clara.

Si las duchas no te dan los resultados deseados después de varios intentos, ya no lo hagas. Si tienes dudas al respecto, retrasa tu cita. Si no es un factor decisivo, aventúrate con orgullo.

El coito anal presenta un mínimo de riesgo y tu intento de limpiarte, si así lo deseas, debe evitar cualquier problema importante. Para problemas consistentes, considera suplementos de fibra o ajustes dietéticos.

Después de que te sientas limpio, despejado y bajo control, es posible que descubras que es una buena idea aplicar lubricante dentro del recto para combatir cualquier sequedad.

Evita las duchas con demasiada frecuencia, ya que existe un riesgo potencial de daño al revestimiento rectal, lo que podría aumentar el riesgo de contraer VIH u otras ITS.

Hablando de esto, ya sea que tus órganos sexuales se autolubriquen o no, los lubricantes son algo bueno.

Encontrar qué estilos y marcas de lubricante funcionan para ti puede llevar algo de experimentación. No todo el mundo requiere lubricantes, pero averiguar si lo necesitas es esencial. Nada arruina más el placer que llegar a casa con fisuras porque no te aplicaste el lubricante necesario.

Un apunte para todas las parejas receptivas: mantente firme. No es solo por placer, sino por salud física. Cualquier desgarro en el revestimiento vaginal o rectal aumenta la probabilidad de contraer o propagar una ITS. Si mi pareja y yo no nos reunimos en mi apartamento, a menudo llevo una botella de mi lubricante preferido en caso de que compren uno de baja calidad o no tengan ninguno. Para ser claros, hay muchos casos en los que el lubricante no es necesario o deseado. Averiguar si es necesario en una situación particular es bueno para tu salud sexual, y tenerlo a la mano te da la opción.

Para tener una buena salud sexual, nada supera la transparencia con las parejas. Esto va más allá de compartir tu estatus de las ITS.

Habla de lo que te gusta. ¿Tienes perversiones? ¿Qué no harías? ¿Quieres experimentar? Estas preguntas son más comunes dentro de la comunidad queer, ya que nuestros géneros y orientaciones sexuales a menudo no guardan relación con roles sexuales específicos.

Sin embargo, todos deberían estar cómodos con este lenguaje. Si bien puede parecer más fácil permanecer protegido detrás de las pantallas de los celulares, hacer normales estos intercambios cara a cara es bueno para todos nosotros. Ya sea en el bar o en el dormitorio, nunca es demasiado tarde para poder hablar acerca de tu elección en tus prácticas sexuales.

Desafortunadamente, he notado una cultura de indignidad que rodea la expresión sin vergüenza de la sexualidad. La vergüenza es uno de los principales impedimentos para obtener una salud sexual óptima. Hasta que cada uno de nosotros encuentre un lenguaje individual para aplastar la vergüenza y vocalizar nuestras necesidades y expectativas, nuestra salud sexual está en mayor riesgo.

Esta vergüenza también se encuentra fuera del dormitorio en las conversaciones entre amigos. Hay una vergüenza asociada con demasiadas cosas: hacerse la prueba, admitir a un médico tu número de parejas sexuales recientes, y ponerte en contacto con exparejas para informarles de una posible transmisión de ITS.

Esta última vergüenza es quizá la más perturbadora para los estilos de vida saludables porque si no se hacen las llamadas para informar a las exparejas, las ITS se propagan aún más. El hecho de que haya realizado más llamadas de las que he recibido no es una señal de que soy el paciente cero de cualquier infección que haya tenido. Revela que muchos se sienten avergonzados por hacer llamadas, descuidan sus responsabilidades y permiten que otros propaguen una ITS sin saberlo.

Cada uno aborda la preparación de manera diferente. Creo que las mejores versiones de preparación enfatizan la salud, la seguridad y la satisfacción tanto tuya como la de tu(s) pareja(s). Después de todo, no estás teniendo relaciones sexuales porque tienes que hacerlo.

Por lo tanto, usa tu píldora, condones, duchas, lubricantes, juguetes, etc., con orgullo y seguridad. Sustituyamos la vergüenza por la transparencia. Disfrutemos de la experiencia.

Kenny Francoeur es un escritor independiente que se centra en la cultura queer, los viajes y el teatro. Sus escritos se pueden encontrar en The Advocate, Wolfy Magazine y The Ensemblist. Kenny también es actor en la Gira Nacional de Broadway del musical “The Book of Mormon”. Sigue a Kenny en Instagram @kenny.francoeur o Twitter @kenny_francoeur, y mira su trabajo en www.kenny-francoeur.com.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 14 de enero de 2022.

Versión original actualizada el 24 de abril de 2020.

Última revisión médica realizada el 12 de abril de 2019.