La negligencia emocional infantil es el fracaso de los padres o cuidadores para responder a las necesidades emocionales de un niño. Este tipo de negligencia puede tener consecuencias a largo plazo, así como a corto plazo, casi de inmediato.
Comprender por qué ocurre la negligencia infantil es importante para los padres, maestros, cuidadores y otros. También es bueno saber cómo actúa un niño que lo está experimentando, y qué se puede hacer para corregirlo o ayudar a un niño a superarlo.
Sigue leyendo para entender por qué sucede esto durante la infancia y qué significado tiene en la edad adulta.
La negligencia emocional infantil ocurre cuando uno o los dos padres de un niño no responden adecuadamente a las necesidades emocionales de su hijo. La negligencia emocional no es necesariamente abuso emocional en la infancia. El abuso suele ser intencional; es una elección deliberada para actuar de una manera perjudicial. Si bien la negligencia emocional puede ser un desprecio intencional por los sentimientos de un niño, también puede ser el no actuar o notar las necesidades emocionales de un niño. Los padres que descuidan emocionalmente a sus hijos pueden seguir proporcionándoles cuidados y necesidades. Simplemente omiten o manejan mal esta área clave de apoyo.
Un ejemplo de negligencia emocional es un niño que le dice a su padre que está triste por un amigo en la escuela. El padre lo malentiende como un juego de niños en lugar de escuchar y ayudar al niño a sobrellevarlo. Con el tiempo, el niño comienza a aprender que sus necesidades emocionales no son importantes y deja de buscar apoyo.
Los efectos de la negligencia emocional en los niños pueden ser muy sutiles. Puede ser difícil para los padres saber que lo están haciendo. Asimismo, puede ser difícil para los cuidadores, como médicos o maestros, reconocer las sutiles señales. Los casos graves son más fáciles de detectar y pueden llamar más la atención. Los menos severos podrían pasarse por alto.
Comprender los síntomas de la negligencia emocional en los niños puede ser importante para obtener ayuda para el niño y sus padres.
Los síntomas de la negligencia emocional infantil pueden variar de sutiles a obvios. Al principio, gran parte del daño causado por la negligencia emocional es silencioso. Sin embargo, los efectos pueden comenzar a aparecer con el tiempo.
Los síntomas más comunes de negligencia emocional en los niños incluyen:
- depresión
- ansiedad
- apatía
- retraso en el desarrollo
- hiperactividad
- agresión
- retrasos en el desarrollo
- baja autoestima
- adicciones
- alejarse de amigos y actividades
- parecer insensible o indiferente
- evitar la cercanía emocional o la intimidad
Las personas que sufren negligencia infantil se convierten en adultos que deben lidiar con las consecuencias. Debido a que sus necesidades emocionales no fueron validadas como niños, es posible que no sepan cómo lidiar con sus emociones cuando se presentan.
Los efectos más comunes de la negligencia infantil en la edad adulta incluyen:
- trastorno de estrés postraumático
- depresión
- ausencia emocional
- mayor probabilidad de un trastorno alimenticio
- rehuir la intimidad
- sentirse profunda y personalmente dañado
- sentirse vacío
- pobre autodisciplina
- culpabilidad y vergüenza
- ira y comportamientos agresivos
- dificultad para confiar en los demás o depender de alguien más
Los adultos que experimentaron negligencia emocional infantil también pueden convertirse en padres que descuidan emocionalmente a sus hijos. Al no haber aprendido nunca la importancia de sus propias emociones, es posible que no sepan cómo cultivar las emociones en sus hijos.
El tratamiento eficaz y la comprensión de sus propias experiencias de negligencia pueden ayudar a las personas de todas las edades a superar los efectos de la negligencia emocional a corto plazo, y también a prevenir complicaciones futuras.
El tratamiento para la negligencia emocional infantil es probablemente el mismo ya sea que se experimente en la niñez o que se enfrente como un adulto que fue descuidado cuando era niño. Estas opciones de tratamiento incluyen:
Terapia
Un psicólogo o terapeuta puede ayudar a un niño a aprender a lidiar con sus emociones de una manera saludable. Si un niño está acostumbrado a reprimir sus emociones, podría resultarle difícil reconocer y experimentar las emociones de una manera saludable.
Asimismo, para los adultos, los años de reprimir las emociones pueden llevar a dificultades para expresarlas. Los terapeutas y profesionales de salud mental pueden ayudar a niños y adultos a aprender a identificar, aceptar y expresar sus emociones de una manera saludable.
Terapia familiar
Si un niño está experimentando negligencia emocional en el hogar, la terapia familiar puede ayudar tanto a los padres como al niño. Un terapeuta puede ayudar a los padres a entender el impacto que están teniendo. También puede ayudar a un niño a aprender a lidiar con los problemas que ya podría enfrentar. La intervención temprana puede modificar y corregir los comportamientos que conducen a la negligencia, y las consecuencias que pueden surgir.
Clases para padres
Los padres que descuidan las necesidades emocionales de sus hijos podrían beneficiarse de las escuelas para padres. Estos cursos ayudan a los padres y cuidadores a aprender las habilidades necesarias para reconocer, escuchar y responder a las emociones del niño.
DÓNDE ENCONTRAR AYUDA SI CREES QUE PODRÍAS ESTAR AFECTANDO EMOCIONALMENTE A TU HIJO
- Línea Nacional de Ayuda para Padres. Encuentra fuentes locales y nacionales para una variedad de necesidades de crianza.
- Pediatra. Llama al médico de tu hijo y pídele recursos locales que te puedan ayudar con las habilidades de crianza y el desarrollo emocional.
- Terapeuta. Comunícate con un psicólogo, trabajador social u otro experto en salud mental, y haz una cita para hablar sobre tus preocupaciones.
Al igual que con las causas del abuso infantil, las causas de la negligencia son multifacéticas y a menudo difíciles de entender. La mayoría de los padres tratan de ser lo mejor que pueden ser y no quieren descuidar las emociones de sus hijos.
Los adultos que descuidan a sus hijos podrían estar experimentando:
- depresión
- adicciones
- trastornos de salud mental
- ira o resentimiento hacia su hijo
- una falta personal de realización emocional
- antecedentes de negligencia por parte de sus padres
- la falta de aptitudes saludables para la crianza de los hijos
Los padres negligentes suelen provenir de familias en las que se les descuidó cuando eran niños. Como resultado, es posible que no tengan las habilidades de crianza necesarias para satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos.
En algunos casos, los padres que descuidan emocionalmente a sus hijos también son negligentes en cuanto a sus propias emociones. Los cuidadores que no tienen relaciones fuertes y emocionalmente satisfactorias con adultos en sus propias vidas podrían no ser capaces de responder apropiadamente a sus hijos.
Del mismo modo, la ira y el resentimiento pueden surgir en un padre y llevarlo a ignorar las súplicas y preguntas de su hijo.
No hay ninguna prueba que pueda detectar la negligencia emocional infantil. En cambio, es posible realizar un diagnóstico después de descubrir los síntomas y descartar otros problemas.
Por ejemplo, el médico podría notar la falta de desarrollo de un niño o su falta de respuesta emocional durante una consulta. Como parte del cuidado del niño, también puede notar la falta de interés de los padres en la salud y el bienestar de su hijo. Esto puede ayudarle a observar una relación entre los síntomas visibles y la negligencia invisible.
Los adultos que experimentaron negligencia infantil también pueden eventualmente aprender cuál es la causa de sus complicaciones. Un terapeuta o un experto en salud mental puede ayudarte a examinar los eventos de tu infancia y las consecuencias que enfrentas hoy en día para entender los posibles problemas.
QUÉ DEBES HACER SI SOSPECHAS QUE UN NIÑO ESTÁ EXPERIMENTANDO NEGLIGENCIAHay recursos disponibles para ayudar si te preocupa un niño que conoces.
- Agencia de Servicios para la Familia. Tu agencia local de bienestar infantil o servicios para la familia puede hacer un seguimiento de una pista de forma anónima.
- Pediatra. Si conoces al pediatra del niño, una llamada al consultorio del médico puede ser útil. Si bien las leyes de privacidad le impediría confirmar que trata al niño, es posible que puedan usar tu información para comenzar una conversación con la familia.
- Línea Directa Nacional de Abuso Infantil. Llama al 800-4-A-CHILD (800-422-4453). La negligencia emocional también puede ir acompañada de otras formas de negligencia. Esta organización puede conectarte con recursos locales para obtener la ayuda adecuada.
- Prevent Child Abuse America. Esta organización apoya el bienestar de los niños a través de programas y recursos para los padres.
La negligencia emocional infantil puede dañar la autoestima y la salud emocional del niño. Le enseña que sus sentimientos no son importantes. Las consecuencias de esta negligencia pueden ser profundas y durar toda la vida.
El tratamiento para la negligencia emocional infantil puede ayudar a los niños que la experimentaron a superar los sentimientos de vacío e incapacidad para manejar sus emociones. Asimismo, los padres pueden aprender a relacionarse mejor con sus hijos y evitar que el ciclo vuelva a repetirse.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Stella Miranda el 20 de agosto de 2021.
Versión original en inglés actualizada el 25 de noviembre de 2019.
Última revisión médica en inglés realizada el 25 de noviembre de 2019.