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Nadine Greeff/Stocksy United

Si vives con diabetes tipo 2, seguir una dieta equilibrada puede ayudarte a controlar tus niveles de azúcar en la sangre y tu peso.

A su vez, si tu plan de alimentación te ayuda a lograr un peso más saludable para tu cuerpo, y a mantener tus niveles de azúcar en la sangre dentro del rango objetivo, puedes reducir tu riesgo de complicaciones como daño nervioso, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, según una revisión de la investigación de 2017.

Sigue leyendo para obtener más información sobre cómo diferentes dietas y patrones de alimentación pueden afectar tu salud e influir en tu manejo de la diabetes tipo 2.

Puedes seguir muchos patrones de alimentación y diferentes dietas que mejor se adapten a tus necesidades de salud.

Con la diabetes tipo 2, asegúrate de elegir una dieta rica en alimentos con alto contenido de nutrientes, que pueda proporcionarte la fibra, las vitaminas y los minerales que tu cuerpo necesita.

También deberías asegurarte de disfrutar de una variedad de grasas saludables para el corazón, incluidos los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. Estos pueden ayudar a reducir tus niveles de colesterol para apoyar la salud del corazón, según una revisión de 2017 de la investigación.

Del mismo modo, comer muchos alimentos ricos en fibra puede mejorar el control del azúcar en la sangre, y ayudar a que te sientas satisfecho durante más tiempo, con lo que evitarás comer cuando no tienes hambre.

Tu dieta también debe ser sostenible y fácil de seguir. Puede ser más difícil seguir los planes de dieta que son excesivamente restrictivos o que no se ajustan a tu estilo de vida a largo plazo.

Estos son algunos ejemplos de alimentos nutritivos que tu dieta debe incluir:

  • frutas (manzanas, naranjas, bayas, melones, peras, melocotones)
  • vegetales (como brócoli, coliflor, espinacas, pepinos, calabacín)
  • granos integrales (quinoa, cuscús, avena, arroz integral, farro)
  • legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos)
  • nueces (almendras, nueces, pistachos, nueces de macadamia, anacardos o marañones)
  • semillas (semillas de chía, calabaza, lino, cáñamo)
  • alimentos ricos en proteínas (aves de corral sin piel, mariscos, cortes magros de carne roja, tofu, tempeh)
  • grasas saludables para el corazón (aceite de oliva, aguacates, aceite de canola, aceite de sésamo)
  • bebidas (agua, café negro, té sin azúcar, jugo de vegetales)

No hay muchos alimentos que necesites evitar por completo cuando tienes diabetes tipo 2.

Sin embargo, algunos alimentos son opciones más ricas en nutrientes que otros. Esto significa que son fuentes más ricas de vitaminas y minerales. Además, contienen menos grasa, azúcar y colesterol.

Limitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, grasas trans y azúcar agregado puede ayudar a mejorar el manejo del azúcar en la sangre y prevenir complicaciones de salud relacionadas con la diabetes, según una investigación de 2019.

Estos son algunos de los alimentos que debes limitar si tienes diabetes tipo 2:

  • carne alta en grasa (cortes grasos de cerdo, carne de res y cordero, piel de ave, carne oscura de pollo)
  • productos lácteos enteros (leche entera, mantequilla, queso, crema agria)
  • dulces (caramelos, galletas, productos horneados, helados, postres)
  • bebidas azucaradas (jugo, soda, té endulzado, bebidas deportivas)
  • edulcorantes (azúcar de mesa, azúcar marrón (o prieta), miel, jarabe de arce, melaza)
  • alimentos procesados (papas fritas, palomitas de microondas, carne procesada, comidas preparadas)
  • grasas trans (manteca vegetal, alimentos fritos, cremas para el café no lácteas, aceite parcialmente hidrogenado)

El recuento de carbohidratos es un enfoque que puedes tomar para ayudar a mantener tus niveles de azúcar en la sangre bajo control. En el conteo de carbohidratos, sumas el número de gramos de carbohidratos que consumes durante cada comida.

Con un seguimiento cuidadoso, puedes aprender cuántos gramos de carbohidratos necesitas comer para mantener un nivel de azúcar en la sangre seguro mientras usas inyecciones de insulina. Un médico, un enfermero o un dietista pueden ayudarte a empezar.

Muchos alimentos contienen carbohidratos, incluyendo:

  • trigo, arroz y otros cereales, y alimentos a base de cereales
  • judías o frijoles secos, lentejas y otras legumbres
  • papas y otras hortalizas con almidón
  • frutas y jugos de fruta
  • leche y yogur
  • alimentos procesados, postres y bebidas endulzadas

Hay muchos libros y recursos en Internet que puedes utilizar para aprender cuántos gramos de carbohidratos hay en porciones de alimentos comunes. También puedes consultar las etiquetas nutricionales de los alimentos empacados y procesados.

La dieta keto es una dieta baja en carbohidratos que hace hincapié en alimentos ricos en proteínas y grasas, como carne, aves, mariscos, huevos, queso, nueces y semillas. También incluye vegetales sin almidón, como brócoli, coliflor, repollo, col rizada y otros vegetales de hoja verde.

Limita los alimentos ricos en carbohidratos, como granos, legumbres secas, tubérculos, frutas y dulces. Las dietas cetogénicas suelen incluir solo entre 20 y 50 gramos de carbohidratos por día.

Según una revisión de 2017 de nueve estudios, las dietas bajas en carbohidratos podrían ayudar a mejorar el control del azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2, al mismo tiempo que mejoran los niveles de triglicéridos y colesterol HDL (bueno).

Otro estudio de 2018 obtuvo resultados similares, reportando que la dieta cetogénica podría mejorar los niveles de azúcar en la sangre y reducir la resistencia a la insulina.

Sin embargo, dependiendo de los alimentos ricos en proteínas que elijas, la dieta keto y muchas otras dietas bajas en carbohidratos pueden ser altas en grasas saturadas. Puedes disminuir tu consumo de grasa saturada limitando la cantidad de carne roja, cortes grasos de cerdo y queso alto en grasa que comes.

También puede ser difícil obtener suficiente fibra mientras se sigue la dieta keto. Por este motivo, es importante comer muchos alimentos bajos en carbohidratos que sean ricos en fibra, incluyendo nueces, semillas y hojas verdes.

Aun así, es necesario investigar más para aprender sobre los beneficios y riesgos a largo plazo de la dieta keto y otros enfoques de dietas bajas en carbohidratos.

La dieta mediterránea es un patrón de alimentación que hace hincapié en los alimentos de origen vegetal, incluyendo frutas, vegetales, legumbres secas, granos integrales, nueces, semillas y aceite de oliva. También limita la carne roja e incluye pequeñas porciones de pescado, aves, huevos y productos lácteos.

El objetivo de una dieta mediterránea es ser rica en vitaminas, minerales, fibra y grasas saludables. Es baja en colesterol, grasas saturadas, grasas trans y azúcares añadidos.

Una revisión de 2014 de investigaciones encontró que las personas con diabetes tipo 2 que siguen la dieta mediterránea tienden a tener niveles de azúcar en sangre más bajos que los que siguen una dieta convencional de Estados Unidos, por ejemplo. La dieta mediterránea también se ha relacionado con la pérdida de peso y la disminución de los niveles de colesterol y presión arterial.

Es más, una revisión de 2017 señaló que seguir la dieta mediterránea durante un tiempo prolongado podría estar vinculado a una disminución del 20 por ciento al 23 por ciento en el riesgo de desarrollar diabetes, y del 28 por ciento al 30 por ciento en el riesgo de problemas cardíacos.

La dieta DASH, que significa Dietary Approaches to Stop Hypertension (Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión), fue diseñada para reducir la presión arterial.

Al igual que la dieta mediterránea, la dieta DASH hace hincapié en los alimentos de origen vegetal, como frutas, vegetales, legumbres secas, granos integrales, nueces y semillas.

También incluye pescado, aves de corral y productos lácteos bajos en grasa. Limita el consumo de carne roja, los dulces y los alimentos ricos en grasas saturadas, sodio o azúcar añadido.

Según una revisión publicada en 2017, la dieta DASH puede ser un plan alimenticio sostenible y rico en nutrientes para personas con diabetes tipo 2. Puede ayudar a reducir:

  • la presión arterial
  • el colesterol en la sangre
  • la resistencia a la insulina
  • el peso corporal

Un estudio de 2019 con 80 personas con diabetes tipo 2 encontró que seguir la dieta DASH durante 12 semanas llevaba a reducciones significativas en los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que podría ayudar a proteger contra las complicaciones relacionadas con la diabetes a largo plazo.

En las dietas vegetarianas no se consume carne roja ni aves de corral, y a menudo tampoco mariscos.

En las dietas veganas no se consume ningún producto animal, incluyendo carne, aves, mariscos, huevos o lácteos.

En cambio, estas dietas hacen hincapié en las fuentes vegetales de proteína, tales como:

  • tofu
  • tempeh
  • frijoles
  • lentejas
  • guisantes partidos
  • nueces
  • semillas
  • granos

También incluyen una amplia variedad de frutas y vegetales. Los vegetarianos suelen comer huevos y lácteos, pero los veganos no.

Una revisión de 2014 de seis estudios encontró que las dietas vegetarianas se asociaban con niveles más bajos de azúcar en la sangre en ayunas y manejo a largo plazo del azúcar en la sangre.

Según una revisión de 2018, consumir más alimentos de origen vegetal y menos productos de origen animal podría reducir el riesgo de resistencia a la insulina, prediabetes y diabetes.

Sin embargo, si bien es posible seguir una dieta vegetariana o vegana para satisfacer tus necesidades nutricionales cuando tienes diabetes tipo 2, no todas las dietas vegetarianas y veganas son iguales. Además, solo porque un alimento sea vegetariano o vegano no significa que contenga nutrientes beneficiosos.

A veces, cuando las personas tratan de seguir una dieta vegetariana o vegana, no comen suficiente proteína o fuentes de vitaminas y minerales.

Para una salud óptima, come una amplia variedad de alimentos y asegúrate de obtener los nutrientes esenciales que necesitas. Si tienes dudas, un dietista puede aconsejarte qué alimentos debes incluir en tu plan de alimentación que satisfagan tus necesidades nutricionales.

Sea cual sea la dieta o el patrón de alimentación que elijas seguir, lo mejor es comer una variedad completa de alimentos ricos en nutrientes y practicar el manejo de porciones.

Haz un esfuerzo para limitar tu consumo de grasas saturadas, grasas trans, alimentos altos en colesterol y azúcares añadidos.

Tu médico o dietista también puede ayudarte a desarrollar un enfoque sostenible de planificación de comidas que se adapte a tus necesidades de salud y estilo de vida.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 18 de diciembre de 2021.

Versión original actualizada el 1 de junio de 2021.

Última revisión médica realizada el 31 de mayo de 2021.