La insulina es una hormona que ayuda a las células a usar la glucosa (azúcar) para energía. Funciona como una “llave”, lo que permite que el azúcar vaya de la sangre a las células. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina correctamente, lo que puede causar que el páncreas no pueda producir suficiente insulina —o nada, dependiendo del progreso de la enfermedad— para cubrir las necesidades de tu cuerpo.

Normalmente, la diabetes se controla con dieta, ejercicios y con medicamentos, incluyendo insulina, que se incorpora según sea necesario. Si tienes diabetes tipo 1, inyectarte insulina será necesario por el resto de la vida. Esto puede parecer difícil al principio, pero puedes aprender a administrar insulina exitosamente con determinación, el apoyo de tu equipo médico y un poco de práctica.

Existen diferentes formas de tomar insulina, incluyendo jeringas, plumas de insulina, bombas de insulina e inyectores tipo jet. Tu médico te ayudará a decidir qué técnica es mejor para ti. Las jeringas siguen siendo un método común para la administración de insulina. Son la opción menos costosa y la mayoría de las aseguradoras las cubren.

Jeringas

Las jeringas varían según la cantidad de insulina que contienen y el tamaño de la aguja. Están hechas de plástico y deberían descartarse después de un uso.

Tradicionalmente, las agujas que se usan en la terapia de insulina tenían una longitud de 12.7 milímetros (mm). Una investigación reciente muestra que las agujas más pequeñas de 8 mm, 6 mm y 4 mm son igual de efectivas, sin importar la masa corporal. Esto significa que la inyección de insulina es menos dolorosa que antes.

La insulina se inyecta subcutáneamente, lo que significa en la capa de grasa debajo de la piel. En este tipo de inyección, se usa una aguja corta para inyectar insulina en la capa grasa entre la piel y el músculo.

La insulina debe inyectarse en el tejido graso justo debajo de tu piel. Si inyectas la insulina más profundo en tu músculo, tu cuerpo la absorberá demasiado rápido, podría ser que no dure tanto y la inyección usualmente es más dolorosa. Esto puede causar niveles bajos de glucosa en la sangre.

Las personas que toman insulina diariamente deberían rotar las áreas en donde se inyectan. Esto es importante porque usar el mismo punto con el tiempo puede causar lipodistrofia. En esta afección, la grasa se descompone o se acumula debajo de la piel, causando protuberancias o indentaciones que interfieren con la absorción de la insulina.

Puedes rotar diferentes áreas de tu abdomen, manteniendo una pulgada de distancia entre cada sitio de inyección. O bien, puedes inyectar la insulina en otras partes de tu cuerpo, incluyendo tu muslo, brazo y glúteos.

Abdomen

El punto de preferencia para la inyección de insulina es tu abdomen. La insulina se absorbe más rápido y obviamente, esta parte de tu cuerpo también es fácil de alcanzar. Selecciona un área entre la parte inferior de tus costillas y tu zona púbica, evitando un área de 2 pulgadas alrededor de tu ombligo.

También querrás evitar las áreas alrededor de cicatrices, lunares o manchas cutáneas. Estos pueden interferir con la forma en que tu cuerpo absorbe la insulina. También aléjate de los vasos sanguíneos rotos y de las venas varicosas.

Muslo

Puedes inyectarte en la parte superior y en las áreas sobre tu muslo, aproximadamente 4 pulgadas debajo de la parte superior de tu pierna y 4 pulgadas arriba de tu rodilla.

Brazo

Usa el área adiposa en la parte trasera de tu brazo, entre tu hombro y el codo.

Antes de inyectarte insulina, asegúrate de verificar su calidad. Si estuvo refrigerada, deja que tu insulina esté a temperatura ambiente. Si la insulina está turbia, mezcla el contenido frotando el frasco entre tus manos durante unos cuantos segundos. Ten cuidado de no agitar el frasco. La insulina de acción corta que no está mezclada con otra insulina, no debería ser opaca. No uses la insulina grumosa, espesa o decolorada.

Sigue estos pasos para inyectarte de forma segura y adecuada:

Paso 1

Ten a mano todos los suministros:

  • frasco de medicamento
  • agujas y jeringas
  • paños con alcohol
  • gasa
  • vendas
  • recipiente para desechar adecuadamente la aguja y jeringas.

Lávate las manos cuidadosamente con jabón y agua tibia. Asegúrate de lavarte el dorso de tus manos, entre los dedos y debajo de las uñas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan enjabonar por 20 segundos, aproximadamente el tiempo que toma cantar la canción “Feliz cumpleaños” dos veces.

Paso 2

Sostén la jeringa verticalmente (con la aguja hacia arriba) y jala el émbolo hacia abajo hasta que la punta del émbolo llegue a la medición de la dosis que intentas inyectar.

Paso 3

Retira las tapas del frasco de insulina y la aguja. Si has usado este vial antes, limpia el tapón en la parte superior con un hisopo con alcohol.

Paso 4

Empuja la aguja en el tapón y empuja el émbolo hacia abajo para que el aire en la jeringa vaya al frasco. El aire reemplaza la cantidad de insulina que retirarás.

Paso 5

Con la aguja dentro del frasco, gira el frasco hacia abajo. Jala el émbolo hacia abajo hasta que la parte superior del émbolo negro llegue a la dosis correcta en la jeringa.

Paso 6

Si hay burbujas en la jeringa, golpea suavemente para que las burbujas vayan hacia la parte superior. Empuja la jeringa para liberar las burbujas en el frasco. Jala el émbolo hacia abajo nuevamente hasta que llegues a la dosis correcta.

Paso 7

Coloca el frasco de insulina hacia abajo y sostén la jeringa como lo harías con un dardo, con tu dedo alejado del émbolo.

Paso 8

Limpia con un algodón con alcohol el sitio de la inyección. Deja que se seque al aire durante unos minutos antes de insertar la aguja.

Paso 9

Para evitar inyectar en el músculo, pellizca suavemente una parte de 1 a 2 pulgadas de la piel. Inserta la aguja en un ángulo de 90 grados. Empuja el émbolo totalmente y espera 10 segundos. Con las agujas más pequeñas, es posible que no se necesite pellizcar.

Paso 10

Libera la piel que pellizcaste inmediatamente después de haber empujado el émbolo hacia abajo y retira la aguja. No frotes el sitio de la inyección. Puedes notar un sangrado leve después de la inyección. Si es así, aplica una leve presión al área con gasa y cúbrela con una venda, si es necesario.

Paso 11

Coloca la aguja y la jeringa usadas en el recipiente contra punciones.

Sigue estos consejos para inyectarte de forma más cómoda y efectiva:

  • Puedes entumecer tu piel con un cubo de hielo durante un par de minutos antes de frotarla con alcohol.
  • Cuando uses un algodón con alcohol, espera a que el alcohol seque antes de inyectarte. Puede doler menos.
  • Evita inyectarte en las raíces de los vellos.
  • Pide a tu médico una tabla para mantener un registro de tus sitios de inyección.

En Estados Unidos, las personas usan más de 3 mil millones de agujas y jeringas cada año, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Estos productos son un riesgo para otras personas y deberían desecharse adecuadamente. Las regulaciones varían según la ubicación. Averigua los requerimientos de tu estado llamando a la Coalición para la eliminación segura de agujas en la comunidad al 1-800-643-1643 o visita su sitio web en https://safeneedledisposal.org/es/.

No estás solo con el tratamiento de tu diabetes. Antes de empezar la terapia de insulina, tu médico o educador de salud te mostrará qué hacer y qué no. Recuerda, si estás inyectándote insulina por primera vez, tienes dificultades o simplemente tienes preguntas, habla con tu equipo médico para más consejos e instrucciones.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 7 de junio de 2021.

Versión original actualizada el 20 de enero de 2020.

Última revisión médica realizada el 28 de febrero de 2017.