Tu piel es el órgano más grande de tu cuerpo. Su función es proteger tu cuerpo de infecciones. Algunas veces, la piel misma se infecta. Las infecciones de la piel son causadas por una amplia variedad de gérmenes y los síntomas pueden variar de leves a graves. Las infecciones moderadas pueden tratarse con medicamentos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés) y remedios caseros, mientras que otras infecciones pueden requerir tratamiento médico. Continúa leyendo para conocer más sobre las infecciones de la piel y qué hacer si tienes alguna.
Los siguientes son cuatro tipos diferentes de infecciones de la piel:
1. Infecciones bacterianas de la piel
Las infecciones bacterianas de la piel con frecuencia empiezan como pequeñas protuberancias rojas que lentamente aumentan su tamaño. Algunas infecciones bacterianas son leves y se tratan fácilmente con antibióticos tópicos, pero otras infecciones requieren un antibiótico oral. Los diferentes tipos de infecciones bacterianas de la piel incluyen:
- celulitis
- impétigo
- furúnculos
- lepra
2. Infecciones virales de la piel
Las infecciones virales de la piel son causadas por un virus. Estas infecciones varían de leves a graves. Los diferentes tipos de infecciones virales incluyen:
- culebrilla (herpes zóster)
- varicela
- molusco contagioso
- verrugas
- sarampión
- enfermedad de manos, pies y boca
3. Infecciones fúngicas de la piel
Estos tipos de infecciones de la piel son causados por un hongo y se desarrollan principalmente en áreas húmedas del cuerpo, como los pies o axilas. Algunas infecciones no son contagiosas, y estas infecciones usualmente no son mortales.
Diferentes tipos de infecciones fúngicas:
- pie de atleta
- infección micótica
- tiña
- hongos en las uñas
- candidiasis oral
- dermatitis del pañal
4. Infección parasitaria de la piel
Estos tipos de infecciones de la piel son causados por un parásito. Estas infecciones pueden propagarse más allá de la piel hacia el torrente sanguíneo y los órganos. Una infección parasitaria no es mortal, pero puede ser molesta.
Los diferentes tipos de infecciones parasitarias de la piel incluyen:
- piojos
- chinches
- sarna
- larva migratoria cutánea
Los síntomas de una infección de la piel pueden variar según el tipo. Los síntomas comunes incluyen irritación de la piel y una erupción. También puedes experimentar otros síntomas, como picazón, dolor y sensibilidad.
Consulta con un médico si tienes ampollas con pus o una infección de la piel que no mejora o empeora progresivamente. Las infecciones de la piel pueden propagarse más allá de la piel e ir hacia el torrente sanguíneo. Cuando esto sucede, puede convertirse en mortal.
Las señales de una infección grave incluyen:
- pus
- ampollas
- desprendimiento o agrietamiento de la piel
- piel oscura, apariencia necrótica, o piel que se decolora y causa dolor
La causa de una infección de la piel depende del tipo de infección.
Infección bacteriana de la piel: Esto ocurre cuando una bacteria entra al cuerpo a través de una ruptura en la piel, como un corte o rasguño. Tener un corte o rasguño no necesariamente significa que desarrollarás una infección de la piel, pero sí incrementa tu riesgo de tener un sistema inmunitario debilitado. Un sistema inmunitario debilitado puede ser el resultado de una enfermedad o el efecto secundario de un medicamento.
Infección viral de la piel: Los virus más comunes provienen de tres grupos de virus: poxvirus, virus del papiloma humano y virus del herpes.
Infección micótica: La química del cuerpo y el estilo de vida pueden incrementar el riesgo de una infección micótica. Por ejemplo, puedes experimentar varios episodios de piel de atleta si eres corredor o si sudas mucho. Los hongos crecen con frecuencia en ambientes cálidos y húmedos. Usar ropa sudada o húmeda es un factor de riesgo para las infecciones de la piel. Una grieta o corte en la piel puede permitir que la bacteria entre a las capas más profundas de la piel.
Infección parasitaria de la piel: Los insectos diminutos o los organismos que excavan debajo de tu piel y ponen huevos pueden causar una infección parasitaria de la piel.
Un buen examen médico es la mejor manera de determinar qué está causando una infección de la piel. Con frecuencia, los médicos pueden identificar el tipo de infección de la piel con base en la apariencia y ubicación.
Tu médico puede preguntarte sobre tus síntomas y examinar cuidadosamente cualquier protuberancia, erupción o lesión. Por ejemplo, la tiña con frecuencia causa una erupción escamosa y circular distinta. En otros casos, una muestra de las células puede ayudar a tu médico a determinar el tipo de infección.
El tratamiento depende de la causa y gravedad de la afección. Algunos tipos de infecciones virales de la piel pueden mejorar por sí solos en cuestión de días o semanas.
Las infecciones bacterianas con frecuencia se tratan con antibióticos tópicos aplicados directamente en la piel o con antibióticos orales. Si la cepa de la bacteria es resistente al tratamiento, tratar la infección puede requerir antibióticos intravenosos administrados en el hospital.
Puedes usar aerosoles y cremas antimicóticas de venta libre para tratar las infecciones fúngicas de la piel. Si tu afección no mejora, pregunta a tu médico sobre las cremas orales o tópicas con receta. Además, puedes aplicar cremas medicadas en tu piel para tratar las infecciones parasitarias de la piel. Tu médico también puede recomendar medicamentos para reducir la molestia como los medicamentos antiinflamatorios.
Cuidado en el hogar y tratamientos alternativos
El cuidado en el hogar para una infección de la piel funciona para reducir los síntomas. El cuidado en el hogar puede incluir lo siguiente:
- Aplica compresas frías a tu piel varias veces al día puede reducir la picazón e inflamación.
- Toma antihistamínicos de venta libre para disminuir la picazón.
- Utiliza cremas tópicas y ungüentos para reducir la picazón y las molestias.
Pregunta a tu médico cuál es la mejor opción.
El pronóstico de una infección de la piel varía según la causa. La mayoría de los tipos de infecciones bacterianas responden bien a los medicamentos. Ciertas cepas de bacterias, como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), son resistentes a los antibióticos comunes y son más difíciles de tratar.
Existen varias maneras de reducir las probabilidades de desarrollar una infección de la piel. Lavarse las manos con frecuencia es una de las mejores formas.
Las infecciones de la piel pueden variar de leves a graves. Haz una cita con tu médico si tienes una afección de la piel que esté causando molestias. Tu médico podrá proporcionarte el tratamiento necesario para la recuperación.