La hipercapnia se produce cuando hay demasiado dióxido de carbono (CO2) en el torrente sanguíneo. Por lo general, ocurre como resultado de la hipoventilación o de no poder respirar adecuadamente y llevar oxígeno a los pulmones. Cuando tu cuerpo no recibe suficiente oxígeno fresco o no se deshace del CO2, es posible que debas jadear o inhalar repentinamente una gran cantidad de aire para equilibrar tus niveles de oxígeno y CO2.

Esto no siempre es motivo de preocupación. Por ejemplo, si tu respiración es superficial cuando duermes profundamente, la respuesta de tu cuerpo es instintiva. Es posible que des vueltas en tu cama o te despiertes repentinamente. Luego, tu cuerpo puede reanudar la respiración normal y llevar más oxígeno a la sangre.

La hipercapnia también puede ser un síntoma de afecciones subyacentes que afectan tu respiración y tu sangre.

Continúa leyendo para obtener más información sobre los síntomas, las causas y más.

Los síntomas de la hipercapnia a veces pueden ser leves. Tu cuerpo puede corregir rápidamente estos síntomas para respirar mejor y equilibrar tus niveles de CO2.

Los síntomas leves de la hipercapnia incluyen:

  • piel enrojecida
  • somnolencia o incapacidad para concentrarse
  • dolor de cabeza leve
  • sentirse desorientado o mareado
  • sensación de falta de aliento
  • sentirse anormalmente cansado o agotado

Si estos síntomas persisten más allá de unos días, consulta a tu médico. Puede determinar si estás experimentando hipercapnia u otra afección subyacente.

Síntomas graves

La hipercapnia severa puede representar una amenaza mayor. Puede impedirte respirar correctamente. A diferencia de la hipercapnia leve, tu cuerpo no puede corregir rápidamente los síntomas graves. Puede ser extremadamente dañino o fatal si tu sistema respiratorio se vuelve disfuncional.

Consulta a tu médico de inmediato si tienes uno o más de los siguientes síntomas, especialmente si te han diagnosticado enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC):

  • sensación inexplicable de confusión
  • sentimientos anormales de paranoia o depresión
  • espasmos musculares anormales
  • ritmo cardíaco irregular
  • hiperventilación
  • convulsiones
  • ataque de pánico
  • desmayos

La EPOC es un término para las afecciones que te dificultan respirar. La bronquitis crónica y el enfisema son dos ejemplos comunes de EPOC.

La EPOC a menudo es causada por fumar o respirar aire nocivo en ambientes contaminados. Con el tiempo, la EPOC hace que los alvéolos (sacos de aire) de los pulmones pierdan la capacidad de estirarse a medida que absorben oxígeno. La EPOC también puede destruir las paredes entre estos sacos de aire. Cuando esto sucede, tus pulmones no pueden absorber oxígeno de manera efectiva.

La EPOC también puede hacer que la tráquea y las vías respiratorias que conducen a los alvéolos, llamados bronquiolos, se inflamen. Estas partes también pueden producir mucha mucosidad adicional, lo que dificulta aún más la respiración. El bloqueo y la inflamación impiden que el aire entre y salga de los pulmones. Como resultado, tu cuerpo no puede deshacerse del CO2. Esto puede hacer que se acumule CO2 en tu torrente sanguíneo.

No todas las personas con EPOC desarrollarán hipercapnia. Pero a medida que la EPOC avanza, es más probable que tengas un desequilibrio de oxígeno y CO2 en tu cuerpo debido a una respiración inadecuada.

La hipercapnia también puede tener muchas otras causas además de la EPOC. Por ejemplo:

  • La apnea del sueño te impide respirar adecuadamente mientras duermes. Esto puede evitar que entre oxígeno en tu sangre.
  • Tener sobrepeso u obesidad también puede evitar que recibas suficiente aire debido a la presión que ejerce el peso sobre tus pulmones.
  • Las actividades que pueden impedirte respirar aire fresco, como bucear o usar un ventilador durante la anestesia, también pueden causar hipercapnia.
  • Las enfermedades físicas o los eventos que hacen que tu cuerpo produzca más CO2, como tener fiebre o comer muchos carbohidratos, pueden aumentar la cantidad de CO2 en el torrente sanguíneo.

Problemas de intercambio de gases

Algunas afecciones subyacentes pueden causar espacio muerto en tu cuerpo. Esto significa que no todo el aire que respiras se involucra realmente en tu proceso respiratorio. Cuando esto sucede, generalmente se debe a que una parte de tu sistema respiratorio no está funcionando correctamente. En muchos casos, esto implica que los pulmones no participan en el intercambio de gases.

El intercambio de gases es el proceso por el cual el oxígeno ingresa a la sangre y el CO2 sale del cuerpo. Los problemas pueden ser causados por afecciones como la embolia pulmonar y el enfisema.

Problemas nerviosos y musculares

Las afecciones nerviosas y musculares también pueden causar hipercapnia. En algunas afecciones, es posible que los nervios y los músculos que te ayudan a respirar no funcionen correctamente. Estos pueden incluir el síndrome de Guillain-Barré, una afección del sistema inmunitario que debilita los nervios y los músculos. Esta afección puede afectar tu capacidad para obtener suficiente oxígeno y generar demasiado CO2 en el torrente sanguíneo. Las distrofias musculares, o afecciones que hacen que tus músculos se debiliten con el tiempo, también pueden dificultar la respiración y la obtención de suficiente oxígeno.

Causas genéticas

En casos muy poco frecuentes, la hipercapnia puede ser causada por una afección genética en la que tu cuerpo no produce suficiente proteína llamada alfa-1-antitripsina. Esta proteína proviene del hígado y tu cuerpo la utiliza para mantener sanos los pulmones.

Algunos factores de riesgo de hipercapnia, especialmente como resultado de la EPOC, incluyen:

  • fumar cigarrillos, puros o pipas de forma excesiva
  • la edad, ya que muchas afecciones que causan hipercapnia son progresivas y generalmente no comienzan a mostrar síntomas hasta después de los 40 años
  • tener asma, especialmente si también fumas
  • inhalar humos o químicos en entornos laborales, como fábricas, almacenes o plantas eléctricas o de químicos

Un diagnóstico tardío de EPOC u otra afección que cause hipercapnia también puede aumentar tu riesgo. Visita a tu médico al menos una vez al año para un examen físico completo y asegúrate de estar atento a tu salud en general.

Si tu médico cree que tienes hipercapnia, es probable que analice tu sangre y tu respiración para diagnosticar el problema y la causa subyacente.

Una prueba de gasometría arterial se usa comúnmente para diagnosticar la hipercapnia. Esta prueba puede evaluar los niveles de oxígeno y CO2 en tu sangre y asegurarse de que tu presión de oxígeno es normal.

Tu médico también puede evaluar tu respiración usando una espirometría. En esta prueba, respiras con fuerza en un tubo. Un espirómetro conectado mide la cantidad de aire que contienen tus pulmones y la fuerza con la que puedes soplar.

Las radiografías o tomografías computarizadas de tus pulmones también pueden ayudar a tu médico a determinar si tienes enfisema u otras afecciones pulmonares relacionadas.

Si una afección subyacente está causando tu hipercapnia, tu médico establecerá un plan de tratamiento para los síntomas de tu afección. Es probable que tu médico te recomiende que dejes de fumar o que limites tu exposición a vapores o sustancias químicas si han causado hipercapnia relacionada con la EPOC.

Ventilación

Si tienes que ir al consultorio de tu médico o al hospital por síntomas graves, es posible que te conecten a un ventilador para asegurarse de que puedas respirar correctamente. También es posible que te intuben, cuando te insertan un tubo a través de la boca hasta las vías respiratorias para ayudarte a respirar.

Estos tratamientos te permiten obtener oxígeno constante para equilibrar tus niveles de CO2. Esto es particularmente importante si tienes una afección subyacente que hace que no obtengas suficiente oxígeno a través de la respiración normal o si has experimentado insuficiencia respiratoria y no puedes respirar muy bien por ti mismo.

Medicamentos

Algunos medicamentos pueden ayudarte a respirar mejor, entre ellos:

  • broncodilatadores, que ayudan a que los músculos de las vías respiratorias funcionen correctamente
  • corticosteroides inhalados u orales, que ayudan a mantener la inflamación de las vías respiratorias al mínimo
  • antibióticos para infecciones respiratorias, como neumonía o bronquitis aguda

Terapias

Algunas terapias también pueden ayudar a tratar los síntomas y las causas de la hipercapnia. Por ejemplo, con la terapia de oxígeno, llevas un pequeño dispositivo que suministra oxígeno directamente a tus pulmones. La rehabilitación pulmonar te permite cambiar tu dieta, rutina de ejercicios y otros hábitos para asegurarse de que contribuyes positivamente a tu salud en general. Esto puede reducir tus síntomas y las posibles complicaciones de una afección subyacente.

Cirugía

Algunos casos pueden requerir cirugía para tratar o reemplazar las vías respiratorias o los pulmones dañados. En una cirugía de reducción del volumen pulmonar, tu médico extrae el tejido dañado para dejar espacio para que el tejido sano restante se expanda y traiga más oxígeno. En un trasplante de pulmón, un pulmón enfermo se extrae y se reemplaza por un pulmón sano de un donante de órganos.

Ambas cirugías pueden ser riesgosas, así que habla con tu médico sobre estas opciones para ver si son adecuadas para ti.

Recibir tratamiento para la EPOC u otra afección subyacente que pueda causar hipercapnia mejorará significativamente tu salud a largo plazo y evitará futuros episodios de hipercapnia.

Si necesitas tratamiento o cirugía a largo plazo, asegúrate de escuchar atentamente las instrucciones de tu médico para que tu plan de tratamiento o la recuperación de la cirugía sean exitosos. Te aconsejará sobre los síntomas que debes considerar y qué hacer si se presentan.

En muchos casos, aún puedes llevar una vida activa y saludable incluso si has experimentado hipercapnia.

Si tienes una afección respiratoria que está causando hipercapnia, recibir tratamiento para esa afección es la mejor manera de prevenirla.

Hacer cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, perder peso o hacer ejercicio con regularidad, también puede reducir significativamente el riesgo de hipercapnia.

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