La hemofilia A es un tipo de trastorno de la sangre que implica una coagulación sanguínea menos eficaz. Cuando la sangre no coagula adecuadamente, las lesiones o procedimientos menores (como tratamientos dentales) pueden causar que tu ser querido sangre en exceso. En algunos casos, las hemorragias pueden incluso ocurrir sin ninguna causa identificable.

Conocer estas 10 palabras sobre la Hemofilia A te ayudarán a entender la prevención y los tratamientos ideales para tu ser querido.

El factor de coagulación VIII es la causa de la hemofilia A. Si tu ser querido tiene este trastorno hemorrágico, su sangre tiene poca, o le falta, una proteína llamada factor VIII. Es responsable de ayudar al cuerpo a desarrollar coágulos naturales para detener el sangrado.

La hemofilia A se clasifica en tres tipos: leve, moderada y grave.

  • Leve: el sangrado prolongado o excesivo solo ocurre ocasionalmente, por lo general después de una cirugía o lesión.
  • Moderada: el sangrado puede ocurrir después de la mayoría de las lesiones y a veces espontáneamente, pero no con frecuencia.
  • Grave: el tipo más común de hemofilia A. La hemofilia grave se diagnostica durante la infancia. Puede causar sangrado espontáneo varias veces por semana.

Conocer la gravedad de su condición puede ayudarte a prevenir y tratar mejor los episodios de sangrado de tu ser querido.

Cuando piensas en hemorragias, probablemente piensas en hemorragias externas. Pero el sangrado interno puede ser un problema aún mayor, porque no necesariamente puedes verlo. El sangrado interno puede causar daño a los nervios, las articulaciones y otros sistemas del cuerpo. Algunas señales y síntomas del sangrado interno incluyen:

  • dolor o inflamación alrededor de una articulación
  • vómito con sangre
  • heces negras o con sangre
  • dolor de cabeza repentino o intenso
  • dolor en el pecho u otro dolor significativo, especialmente después de un trauma

Con la hemofilia grave, el sangrado interno puede ocurrir incluso sin una lesión.

En general, el tratamiento profiláctico se toma como medida preventiva para evitar contraer una enfermedad. La profilaxis para la hemofilia está diseñada para detener las hemorragias antes de que comiencen. Se toma como infusión e incluye el factor de coagulación VIII que tu ser querido necesita para formar coágulos por su cuenta. Los casos más graves requieren tratamientos más frecuentes. Estos tratamientos incluso se pueden administrar en casa.

En el pasado, los tratamientos de infusión utilizaban factores de coagulación derivados del plasma. Hoy en día, los médicos recomiendan principalmente infusiones de factores de coagulación recombinantes. Estas infusiones contienen factor de coagulación VIII hecho por el hombre para detener y prevenir el sangrado espontáneo. Según la Fundación Nacional de Hemofilia (NHF, por sus siglas en inglés) alrededor del 75 por ciento de las personas con hemofilia utilizan factores de coagulación recombinantes, en vez de factor derivado del plasma, como parte de su plan de tratamiento integral.

Un catéter implantable es un dispositivo de acceso venoso (VAD, en inglés) que se implanta en la piel alrededor del pecho. Se conecta a una vena con un catéter. Un catéter implantable puede ser útil si tu ser querido recibe infusiones regulares, ya que no tendrá que estar adivinando dónde localizar una vena cada vez. La desventaja de este dispositivo es un mayor riesgo de infecciones.

El acetato de desmopresina (DDAVP) es un tratamiento de rescate o por encargo para la hemofilia A. Solo se usa para casos de leves a moderados. El DDAVP está hecho de una hormona sintética que se inyecta en el torrente sanguíneo para inducir factores de coagulación en caso de una lesión repentina o un episodio de sangrado. A veces, se usa de forma profiláctica antes de las cirugías. Es posible que tu ser querido necesite ir al médico para recibir estas inyecciones. El DDAVP también se presenta en aerosol nasal para uso en casa. Tanto la forma inyectable como el producto en aerosol nasal deben utilizarse con moderación para evitar que se acumule inmunidad al medicamento.

Los antifibrinolíticos son medicamentos que a veces se usan junto con las infusiones. Ayudan a prevenir la ruptura de un coágulo de sangre una vez que se forma. Estos medicamentos están disponibles en forma de píldoras, y se pueden tomar antes de la cirugía o de un tratamiento dental. También se utilizan a veces en caso de hemorragias intestinales o bucales leves.

Algunas personas con hemofilia A eventualmente dejan de responder al tratamiento. El cuerpo crea anticuerpos que atacan el factor de coagulación VIII que se recibe a través de una infusión. Estos anticuerpos se llaman inhibidores. Según el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre, hasta el 30 por ciento de las personas que reciben factores de coagulación desarrollan estos inhibidores. Es más común en la hemofilia A grave.

Este tratamiento implica modificaciones genéticas que ayudan a tratar la falta de factor de coagulación VIII que causa la hemofilia A. Si bien la investigación temprana es prometedora, se deben hacer más estudios sobre terapia génica para garantizar la seguridad y la eficacia. Tu ser querido puede incluso considerar participar en ensayos clínicos. La esperanza es que la terapia génica pueda conducir a encontrar una cura para este trastorno de la sangre.