Los investigadores ven la genoterapia como una manera de combatir el trastorno de hemorragia anormal que puede causar complicaciones médicas peligrosas.
El primer período de una mujer joven puede cambiarle la vida.
Para Ryanne Radford, fue una amenaza contra su vida.
“La pubertad para mí fue como una bomba. Empecé mi período cuando tenía 11 años. Los períodos durarían semanas y semanas y eventualmente me hospitalizaban cada mes. Eventualmente, desarrollé quistes de ovario, que se rompieron y sangraron en mi estómago. Sentí un dolor insoportable”, contó Radford a Healthline.
Radford es una de las
Para muchas personas con hemofilia, la vida diaria se trata de evitar cortaduras y moretones. Hay tratamientos, pero muchos son costosos y no son efectivos para todas las personas.
Sin embargo, una reciente investigación trae optimismo para las personas que viven con hemofilia.
Los avances en la genoterapia son suficientemente prometedores, y algunos expertos indican que algún día la hemofilia ya no será un padecimiento de por vida.
La hemofilia es más común en hombres, pero las mujeres también pueden verse afectadas por el trastorno.
Las niñas y mujeres jóvenes pueden experimentar sangrado menstrual fuerte que dura más de siete días al igual que hemorragia después del parto.
Radford recibió un diagnóstico a los 7 meses, cuando una pequeña contusión en su cabeza se convirtió en una gran protuberancia.
Pasó nueve meses en el hospital mientras los médicos intentaban llegar a un diagnóstico. La hospitalización se convirtió en un tema recurrente para Radford.
Cuando empezó a menstruar, la hospitalizaron por un tiempo prolongado.
“Me llevaron en ambulancia aérea al hospital infantil en St. Johns Newfoundland y estuve allí un año. Cumplí 13 años en el hospital mientras los médicos me llenaban de sangre y analgésicos para intentar detener la hemorragia. Eventualmente, una dosis alta de anticonceptivos funcionó y pude controlar mis períodos con eso”, dijo.
La hemofilia es causada por una disminución en uno de los factores coagulantes, ya sea el factor VIII o el factor IX.
El trastorno puede causar hemorragia espontánea y descontrolada sin una lesión obvia. El nivel de riesgo de hemorragia depende del nivel de disminución del factor coagulante.
Las hemorragias pueden ocurrir tanto externamente por cortaduras o traumas como internamente en los espacios alrededor de las articulaciones y músculos. Si se deja sin tratar, la hemorragia puede causar daño permanente.
Actualmente no existe cura para la hemofilia, pero los pacientes pueden tratarse con un factor coagulante intravenoso.
“En la hemofilia, los pacientes carecen de una sola proteína de factor coagulante, ya sea el factor VIII o IX, que retiene el progreso de la formación de coágulos, lo que pone a los pacientes en riesgo de hemorragia grave, particularmente hemorragia recurrente en las articulaciones con desarrollo posterior de artritis paralizante”, dijo a Healthline el Dr. Steven Pipe, Director del Comité Asesor Médico y Científico de la Fundación Nacional para la Hemofilia.
“Para evitar esta patología, administran ‘terapia de reemplazo’ con la infusión de proteínas del factor VIII o IX regularmente, usualmente, cada dos días para el factor VIII y 2 a 3 veces a la semana para el factor IX”, indicó Pipe.
Las terapias de reemplazo han revolucionado los resultados para las personas con hemofilia, pero el tratamiento tiene sus problemas.
“Cuando los pacientes que nacen sin expresión del factor VIII o IX están expuestos a las proteínas de reemplazo del factor VIII o IX, su sistema inmune puede montar una respuesta a lo que percibe como una proteína extraña”, dijo Pipe. “Estos anticuerpos pueden inactivar la proteína de tal manera que ya no tratará ni evitará la hemorragia. Esto sucede en hasta el 30 por ciento o más de los pacientes con hemofilia A severa (deficiencia de factor VIII). Estos inhibidores requieren tratamientos alternativos, pero menos efectivos y causan resultados más deficientes para los pacientes”.
En la mayoría de las personas con hemofilia, el tratamiento regular de infusiones puede evitar la gran mayoría de las hemorragias. Sin embargo, tiene un costo muy alto para los pacientes y los encargados de su cuidado.
El tratamiento para niños puede empezar al año de edad o antes. Los padres deben aprender a administrar los tratamientos que pueden ser tan frecuentes como cada dos días.
“Esto implica un gran costo para los pacientes, las familias y los sistemas de salud. Sabemos que la enfermedad de las articulaciones todavía podría aparecer en los adultos jóvenes y las tasas de hemorragia anuales todavía no llegan a cero. Todavía hay espacio para nuevas intervenciones que podrían mejorar aún más los resultados del paciente”, dijo Pipe.
Una de las intervenciones para la hemofilia que todavía se está explorando es la genoterapia.
Esto funciona al proporcionar a los pacientes con hemofilia, una “copia funcional” nueva de los genes para su factor VIII o factor IX.
El objetivo es poner los genes en las células del cuerpo, las cuales son capaces de crear proteínas. El órgano más adecuado para hacerlo es el hígado.
“Actualmente, todas las pruebas de genoterapia para la hemofilia usan un virus llamado VAA (virus adeno-asociado) para llevar el gen al cuerpo”, le dijo a Healthline el Dr. Jonathan Ducore, director del Centro para el Tratamiento de la Hemofilia en University of California Davis.
“Los tipos de VAA que se usan son los que van al hígado e insertan el gen (ya sea el factor VIII o factor IX) en las células hepáticas. Los virus no se dividen y, hasta ahora, las personas no se han enfermado. La mayoría de los investigadores no creen que el virus interferirá con los genes normales del hígado y consideran que es muy bajo el riesgo de causar daños graves al hígado o cáncer” dijo Ducore.
Cuando los genes permiten que el hígado de la persona cree las proteínas necesarias, el plasma aumenta a un nivel que es suficientemente estable para eliminar el riesgo de la hemorragia.
Aunque todavía se están realizando múltiples pruebas alrededor del mundo, los resultados han cambiado la vida de algunos participantes.
“Los sujetos de los primeros ensayos que respondieron bien han dejado la terapia de reemplazo del factor profiláctico exitosamente y han tenido reducciones dramáticas en la hemorragia, muchos han dejado de sangrar por completo”, dijo Pipe, quien es el director de investigación de un ensayo clínico realizado por la compañía biotecnológica BioMarin. “Algunos de estos participantes en el ensayo clínico casi cumplen 10 años de haber dejado su tratamiento y todavía muestran expresión persistente. En muchos ensayos recientes, los niveles del factor coagulante logrados en muchos de los sujetos han estado dentro del rango normal del factor VIII y IX”, dijo Pipe.
“Esto promete una corrección duradera — si no perdurable — de la hemofilia. La mayor promesa de la genoterapia es liberar a los pacientes de la molestia y costo de la terapia profiláctica”, agregó Pipe.
Todavía hay mucho que no sabemos sobre la genoterapia.
En estudios con perros, el factor coagulante se ha producido exitosamente por décadas, pero no se han realizado suficientes ensayos en humanos para saber por cuánto tiempo se puede producir el factor.
Los investigadores todavía no saben si las personas jóvenes pueden ser tratadas con genoterapia ya que los ensayos actuales requieren que los pacientes sean mayores de 18 años.
“Hay preguntas acerca de administrar estos virus a niños más pequeños con hígados en desarrollo. No sabemos si el hígado es el mejor órgano para dirigir la genoterapia. El factor IX se forma normalmente en el hígado, lo que no sucede con el factor VIII. Sabemos que las personas tendrán reacciones inmunes al virus y que esto puede causar reacciones hepáticas leves y disminuir la cantidad del factor producido. No conocemos la mejor forma de tratarlo”, dijo Ducore.
Grant Hiura, de 27 años, fue diagnosticado con hemofilia A severa al nacer.
Se realiza autoinfusiones cada dos días. A pesar de los resultados prometedores de los ensayos de la genoterapia, es temeroso con relación a las posibles consecuencias en la comunidad de trastornos de la sangre.
“Cada vez que aparece la genoterapia en el mundo de la hemofilia, siempre tengo cuidado debido a que la discusión termina inevitablemente en la pregunta de ‘liberar’ a las personas de la hemofilia”, dijo Hiura a Healthline. “Considerando cuán cerrada es la comunidad de [personas] con trastornos de la sangre, considero que todavía hay mucho que discutir sobre cómo esta posible transición de ‘nacer con hemofilia’ a estar ‘curado genéticamente de hemofilia’ se tomaría dentro de la comunidad”.
“¿Qué sucede si solo una parte selecta de la comunidad puede tener acceso a la genoterapia?” agregó. “¿Cómo veríamos a los que recibieron la genoterapia y a los que no la han recibido?”
La genoterapia, si es exitosa, proporcionaría una cura clínica, pero no altera el defecto genético en sí. De tal manera, la herencia reproductiva de la hemofilia en generaciones posteriores no cambiaría.
Ducore dice que sabremos más sobre la efectividad de las genoterapias actuales para la hemofilia en los siguientes cinco años o más. También sabremos si pueden crear una mejor solución permanente para las personas que viven con el trastorno.
“Las personas que son voluntarias para estos ensayos, en muchas formas, son los pioneros”, indicó. “Están explorando áreas desconocidas, dificultades riesgosas — solo algunas son conocidas y parcialmente comprendidas — en la búsqueda de una mejor vida, libre de inyecciones frecuentes y restricciones en sus actividades. Estamos aprendiendo mucho de estos pioneros y creemos que el futuro será mejor con su ayuda”.