La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica, lo que significa que afecta tus nervios. También es una enfermedad autoinmune. Esto significa que las defensas de tu cuerpo contra las enfermedades no funcionan bien y empiezan a atacar tus propias células.
Con la esclerosis múltiple, tu sistema inmunitario ataca la mielina de tu cuerpo, que es una sustancia protectora que cubre tus nervios. Los nervios desprotegidos se dañan y no pueden funcionar como lo harían con la mielina saludable. El daño a los nervios produce un amplio rango de síntomas que varían en gravedad.
Continúa leyendo para obtener algunos datos clave que deberías saber sobre la esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple es una afección crónica, lo que significa que es prolongada y no existe cura. Dicho esto, es importante saber que para la gran mayoría de las personas que tienen esclerosis múltiple, la enfermedad no es mortal.
Más de 2.3 millones de personas con esclerosis múltiple en todo el mundo tienen una esperanza de vida normal. Unos pocos pueden tener complicaciones tan graves que acorten sus vidas.
Aunque la esclerosis múltiple es una afección para toda la vida, muchos de sus síntomas pueden controlarse con medicamentos y ajustes al estilo de vida.
Aunque la esclerosis múltiple puede diagnosticarse en niños y adultos mayores, las personas afectadas usualmente son diagnosticadas entre los 20 y 50 años, según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (NMSS, por sus siglas en inglés).
Cuando se diagnostica a una persona de más de 50 años, usualmente se llama esclerosis múltiple de inicio tardío. Los adultos mayores algunas veces tienen dificultad para encontrar un diagnóstico debido a otras afecciones relacionadas con la edad que tienen síntomas similares.
Las mujeres son de dos a tres veces más propensas a desarrollar esclerosis múltiple que los hombres.
La esclerosis múltiple puede ser complicada de diagnosticar. Los síntomas y las pruebas simples posiblemente no sean suficientes para diagnosticar la esclerosis múltiple de manera definitiva. La esclerosis múltiple comparte síntomas con muchas otras afecciones, lo que complica determinar la fuente.
Usualmente se requieren múltiples pruebas para descartar otras posibles causas de los síntomas, incluyendo:
- análisis de sangre
- exámenes neurológicos
- imágenes por resonancia magnética (IRM)
- prueba de potenciales evocados visuales (PEV)
- análisis del líquido vertebral
- tomografía de coherencia óptica (TCO)
La lista de posibles síntomas de la pruebas es larga. Esta incluye entumecimiento y hormigueo, problemas de la vista, problemas con el equilibrio y movilidad y dificultad para hablar.
No existe como tal un síntoma “típico” de la pruebas porque cada persona experimenta la enfermedad de manera distinta. Los mismos síntomas pueden aparecer y desaparecer con frecuencia, o puedes recuperar una función perdida, como el control de la vejiga.
El patrón impredecible de los síntomas tiene que ver con qué nervios ataca tu sistema inmunitario en un momento determinado.
La mayoría de las personas que buscan tratamiento para la esclerosis múltiple pasan por recaídas y remisiones.
La remisión es un período en el que tienes mejoras de tus síntomas recurrentes. Una remisión puede durar semanas, meses o, en algunos casos, años. Sin embargo, la remisión no significa que ya no tengas esclerosis múltiple.
Los medicamentos para la esclerosis múltiple pueden ayudar a reducir las posibilidades de desarrollar síntomas nuevos, pero tendrás esclerosis múltiple. Los síntomas posiblemente regresarán en algún momento.
El daño que la esclerosis múltiple hace a tus nervios también puede afectar tu pensamiento crítico y otras habilidades cognitivas (mentales). No es común que las personas con esclerosis múltiple tengan problemas de memoria y para encontrar las palabras correctas para expresarse.
Otros efectos cognitivos pueden incluir:
- incapacidad para concentrarte o poner atención
- incapacidad para resolver problemas
- problema con las relaciones espaciales (conocer el lugar que tiene tu cuerpo en el espacio)
Los problemas cognitivos algunas veces pueden causar frustración, depresión y enojo. Estas son reacciones normales que tu médico puede controlar y ayudarte a manejar.
La esclerosis múltiple es una “enfermedad silenciosa” o una “enfermedad invisible”. Muchas personas con esclerosis múltiple no se ven diferentes a alguien que no la tiene, porque algunos de los síntomas, como visión borrosa, problemas sensoriales y dolor crónico, no son visibles.
Sin embargo, algunas personas con esclerosis múltiple pueden necesitar adaptaciones especiales, aunque no tengan problemas de movilidad y se vean bien.
La esclerosis múltiple también es llamada la enfermedad silenciosa porque, incluso cuando está en remisión, sigue progresando. Algunas veces a esto se le conoce como “progreso silencioso” de la esclerosis múltiple.
Los médicos recomiendan que las personas con esclerosis múltiple permanezcan frescas la mayor cantidad de tiempo posible. La intolerancia al calor es un problema común y con frecuencia causa una exacerbación de los síntomas. Podrías experimentar un pico de los síntomas debido a:
- clima frío o exposición al sol
- fiebre o malestar
- baños o duchas calientes
- sobrecalentamiento por el ejercicio
Usa ventiladores y aire acondicionado, bebidas frías y compresas congeladas para mantenerte fresco. Usa ropa liviana fácil de quitar. Un chaleco de enfriamiento también puede ayudar.
Es importante notar que, aunque puedas tener una recaída que se relacione con el calor, las temperaturas calientes no hacen que la esclerosis múltiple avance más rápido.
Investigaciones han demostrado una relación entre la vitamina D y la esclerosis múltiple. Los nutrientes pueden actuar como un protector contra la esclerosis múltiple, y puede causar menos recaídas en las personas que ya tienen la enfermedad.
La luz del sol desencadena la producción de vitamina D en tu cuerpo, pero la exposición al sol también puede causar síntomas inducidos por el calor.
Las fuentes menos riesgosas de vitamina D pueden incluir leche fortificada, jugo de naranja y ciertos cereales para el desayuno. El aceite de hígado de bacalao, pez espada, salmón, atún y los huevos también son fuentes alimenticias naturales de vitamina D.
La esclerosis múltiple es una enfermedad impredecible que actúa de forma distinta en cada persona. Para ayudarte a vivir con tus síntomas hoy y en el futuro, prepárate con un sistema de apoyo sólido de profesionales médicos, amigos y familiares.
Además, sigue el plan de tratamiento que tu médico cree para ti. El tratamiento adecuado puede minimizar las recaídas y ayudarte a vivir cada día con plenitud.
La ciencia está trabajando para desarrollar herramientas y tratamientos nuevos todos los días, los que pueden ayudar a reducir los síntomas.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Suan Pineda el 8 de octubre de 2021.
Versión original actualizada el 29 de enero de 2021.
Última revisión médica realizada el 28 de enero de 2021.