La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) representa un grupo de trastornos intestinales que causan inflamación prolongada del tracto digestivo.

El tracto digestivo comprende la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Es el responsable de descomponer los alimentos, extraer los nutrientes y eliminar cualquier material que no se utiliza y los desperdicios.

La inflamación en cualquier lugar a lo largo del tracto digestivo interrumpe este proceso normal. La EII puede ser muy dolorosa y perturbadora y, en algunos casos, incluso puede ser fatal.

Conoce todo sobre la EII, incluyendo los tipos, qué la causa, complicaciones y más.

EII es un término que abarca a muchas enfermedades. Las dos enfermedades más comunes son la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn.

La enfermedad de Crohn puede causar inflamación en cualquier parte del tracto digestivo. Sin embargo, principalmente afecta a la parte final del intestino delgado.

La CU incluye inflamación del intestino grueso.

La causa exacta de la EII es desconocida. Sin embargo, la genética y los problemas con el sistema inmunitario se han relacionado con la EII.

Genética

Podrías tener más probabilidad de desarrollar EII si tienes un hermano o padre con la enfermedad. Por esto es que los científicos creen que la EII puede tener un componente genético.

El sistema inmunitario

El sistema inmunitario también puede jugar un papel en la EII.

Normalmente, el sistema inmunitario defiende el cuerpo de los patógenos (organismos que causan enfermedades e infecciones). Una infección bacteriana o viral del tracto digestivo puede activar una respuesta inmune.

A medida que el cuerpo intenta rechazar a los invasores, el tracto digestivo se inflama. Cuando la infección desaparece, la inflamación se va. Esa es una respuesta sana.

Sin embargo, en las personas con EII, la inflamación del tracto digestivo puede ocurrir aun cuando no existe infección. El sistema inmunitario ataca las propias células del cuerpo en su lugar. Esta se conoce como respuesta autoinmune.

La EII también puede ocurrir cuando la inflamación no desaparece después de que se cura una infección. La inflamación puede continuar por meses o hasta años.

La Crohn’s & Colitis Foundation (CCFA, por sus siglas en inglés) calcula que 1.6 millones de personas en Estados Unidos tienen la EII.

Los mayores factores de riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn y la CU incluyen:

Fumar

Fumar es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad de Crohn. Fumar también agrava el dolor y otros síntomas de la enfermedad de Crohn y aumenta el riesgo de complicaciones.

Sin embargo, la CU afecta principalmente a los no fumadores y exfumadores.

Etnia

La EII está presente en todas las poblaciones. Sin embargo, ciertos grupos étnicos, como caucásicos y judíos asquenazí, tienen el riesgo más alto.

Edad

La EII puede suceder a cualquier edad, pero en la mayoría de los casos, empieza antes de los 35 años.

Región geográfica

Las personas que viven en áreas urbanas y países industrializados tienen un mayor riesgo de desarrollar EII. Las personas que viven en países industrializados tienden a comer más grasa y alimentos procesados.

La EII también es más común entre personas que viven en los climas del norte, en donde con frecuencia, hace frío.

Los investigadores que estudian el impacto de los factores ambientales en la EII han descubierto que tener un estilo de vida o trabajo sedentario también puede aumenta tu riesgo de EII.

Por otro lado, algunos estudios, incluido un estudio de 2013, han demostrado que la actividad física en el período anterior a la enfermedad ayudó a reducir el riesgo de aparición de la EII. Se descubrió que esta reducción es más fuerte para la enfermedad de Crohn que para la CU.

Género

En general, la EII afecta tanto a mujeres y hombres por igual.

Según un estudio de 2018, la CU es generalmente más común entre los hombres mayores de 45 años que entre las mujeres del mismo rango de edad.

Por otro lado, la enfermedad de Crohn es más común entre niñas y mujeres mayores de 14 años.

Los síntomas de la EII varían dependiendo de la ubicación y gravedad de la inflamación, pero pueden incluir:

  • diarrea, que ocurre cuando las partes afectadas del intestino no pueden reabsorber el agua
  • úlceras con hemorragia, que pueden causar que la sangre aparezca en las heces (hematoquecia)
  • dolor de estómago, cólicos e inflamación debido a la obstrucción intestinal
  • pérdida de peso y anemia, que puede causar retraso en el crecimiento o desarrollo de los niños

Las personas con la enfermedad de Crohn también pueden tener aftas en la boca. Algunas veces, las úlceras y fisuras también aparecen alrededor del área genital o ano.

La EII también puede relacionarse con problemas fuera del sistema digestivo, como:

  • Inflamación ocular
  • trastornos de la piel
  • artritis

Las posibles complicaciones de la EII incluyen:

  • desnutrición que causa pérdida de peso
  • cáncer de colon
  • fístulas, o úlceras que van a través de la pared del intestino, que forman un agujero entre diferentes partes del tracto digestivo
  • ruptura intestinal o perforación
  • obstrucción intestinal

En raras ocasiones, un episodio grave de EII puede causarte un shock. Esto puede ser mortal. El shock es causado usualmente por la pérdida de sangre durante un episodio largo y repentino de diarrea con sangre.

Para diagnosticar la EII, tu médico te hará preguntas sobre tu historial médico familiar y tus deposiciones.

Después de un examen físico se pueden realizar una o más pruebas de diagnóstico.

Muestra de heces y prueba de sangre

Estas pruebas se pueden usar para buscar infecciones y otras enfermedades.

Algunas veces, las pruebas de sangre también pueden usarse para distinguir entre la enfermedad de Crohn y la CU. Sin embargo, las pruebas de sangre no son suficientes para diagnosticar la EII.

Enema de bario

Un enema de bario es un examen de rayos X del colon y el intestino delgado. En el pasado, se usaba con frecuencia este tipo de prueba, pero ahora, otras pruebas lo han reemplazado ampliamente.

Sigmoidoscopia y colonoscopia flexible

Estos procedimientos usan una cámara en el extremo de una sonda delgada y flexible para observar el colon.

La cámara se inserta a través del ano. Esto permite a tu médico observar las úlceras, fístulas y otros daños en el recto y colon.

Una colonoscopia puede examinar la longitud completa del intestino grueso. Una sigmoidoscopia examina solamente las últimas 20 pulgadas del intestino grueso, el colon sigmoide.

Durante estos procedimientos, algunas veces se tomará una pequeña muestra de la pared del intestino. Esto se llama biopsia. Examinar esta biopsia bajo el microscopio puede usarse para diagnosticar la EII.

Endoscopia por cápsula

Esta prueba inspecciona el intestino delgado, el cual es mucho más difícil de examinar que el intestino grueso. Para la prueba, tragas una pequeña cápsula que contiene una cámara.

A medida que se mueve a través de tu intestino delgado, toma fotografías. Una vez has desechado la cápsula en tus heces, las fotografías pueden verse en una computadora.

Esta prueba solo se usa cuando otras pruebas no han funcionado para determinar la causa de los síntomas de la enfermedad de Crohn.

Radiografía simple o rayos X

En situaciones de emergencia, se usan los rayos X abdominales simples en donde se sospecha que existe la ruptura del intestino.

Tomografía computarizada (TC) e imágenes por resonancia magnética (IRM)

Las tomografías computarizadas son básicamente rayos X computarizados. Estos crean una imagen más detallada que los rayos x estándar. Esto los hace útiles para examinar el intestino delgado. También pueden detectar complicaciones de la EII.

Las IRM utilizan campos magnéticos para formar imágenes del cuerpo. Son más seguros que los rayos X. Las IRM son útiles especialmente para examinar los tejidos blandos y detectar fístulas.

Tanto las IRM como las tomografías computarizadas se pueden usar para determinar cuánto del intestino está afectado por la EII.

Existe una diversidad de tratamientos distintos para la EII.

Medicamentos

Los medicamentos antiinflamatorios son el primer paso en el tratamiento de la EII. Estos medicamentos disminuyen la inflamación del tracto digestivo. Sin embargo, tienen muchos efectos secundarios.

Los medicamentos antiinflamatorios usados para la EII incluyen mesalamina en dosis estándar, sulfasalazina y sus subproductos y los corticosteroides.

Los medicamentos inmunodepresores (o inmunomoduladores) evitan que el sistema inmunitario ataque los intestinos y cause inflamación.

Este grupo incluye medicamentos que bloquean el TNF. El TNF es un químico producido por el sistema inmunitario que causa inflamación. El exceso de TNF en la sangre se bloquea normalmente, pero en las personas con EII, los niveles más altos de TNF pueden causar más inflamación.

Otro medicamento, tofacitinib (Xeljanz), es una opción más reciente que funciona de manera única para reducir la inflamación.

Los inmunodepresores pueden tener muchos efectos secundarios, incluyendo erupciones e infecciones.

Los antibióticos se usan para matar las bacterias que pueden activar o agravar los síntomas de la EII.

Los medicamentos antidiarreicos y laxantes también pueden usarse para tratar los síntomas de la EII.

Opciones de estilo de vida

Las opciones de estilo de vida son importantes cuando tienes la EII.

Tomar suficientes líquidos ayuda a compensar los que se pierden en tus heces. Evitar los productos lácteos y las situaciones estresantes también mejora los síntomas.

Hacer ejercicios y dejar de fumar puede mejorar tu salud.

Suplementos

Las vitaminas y los suplementos minerales pueden ayudar con las deficiencias nutricionales. Por ejemplo, los suplementos de hierro pueden tratar la anemia.

Habla con tu médico antes de agregar cualquier suplemento nuevo a tu dieta.

Cirugía

Algunas veces, la cirugía puede ser necesaria para personas con la EII. Algunas cirugías de la EII incluyen:

  • estricturoplastia para ensanchar un intestino estrecho
  • cierre o extirpación de fístulas
  • extirpación de las partes afectadas de los intestinos, para personas con la enfermedad de Crohn
  • extirpación de todo el colon y recto, por varias causas de CU

La colonoscopia de rutina se usa para controlar el cáncer de colon, ya que las personas con la EII tienen un riesgo mayor de desarrollarla.

Las causas hereditarias de la EII no se pueden prevenir. Sin embargo, es posible que puedas reducir tu riesgo de desarrollar EII o evitar una recaída al:

  • comer alimentos saludables
  • hacer ejercicio regularmente
  • dejar de fumar

La EII puede causar alguna molestia, pero existen maneras en las que puedes controlar la enfermedad y vivir un estilo de vida saludable y activo.