El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias en los pulmones. Hace que las vías respiratorias se inflamen e hinchen, causando síntomas como tos y sibilancias. Esto puede dificultar la respiración.
A veces, el ejercicio aeróbico puede desencadenar o empeorar los síntomas relacionados con el asma. Cuando esto sucede, se conoce como asma inducida por el ejercicio o broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE).
Puedes tener BIE aunque no tengas asma.
Si tienes BIE, es posible que pienses dos veces hacer ejercicio. Pero tenerlo no significa que debes evitar el ejercicio regular. Es posible que las personas con BIE hagan ejercicio con comodidad y facilidad.
De hecho, la actividad física regular puede disminuir los síntomas del asma al mejorar la salud pulmonar. La clave es hacer el tipo, y la cantidad, correctas de ejercicio. Puedes determinar esto trabajando con el médico.
Exploramos aquí cómo influye el ejercicio en el asma, junto con las actividades ideales para las personas con la afección.
Algunos tipos de ejercicio pueden reducir o prevenir los síntomas del asma. Funcionan al fortalecer tus pulmones sin empeorar la inflamación.
Específicamente, estas actividades minimizan los síntomas porque:
- Aumentan la resistencia. Con el tiempo, el ejercicio puede ayudar a que las vías respiratorias toleren el ejercicio de mejor manera. Esto hace que sea más fácil para tus pulmones realizar actividades que generalmente te dejan sin aliento, como subir escaleras.
- Reducen la inflamación Si bien el asma inflama las vías respiratorias, el ejercicio regular puede disminuir la inflamación. Funciona al reducir las proteínas inflamatorias, lo que mejora la respuesta de las vías respiratorias al ejercicio.
- Mejoran la capacidad pulmonar. Cuanto más te ejercitas, más se acostumbran tus pulmones a consumir oxígeno. Esto disminuye la intensidad con la que tu cuerpo debe trabajar para respirar cada día.
- Fortalecen los músculos. Cuando los músculos son fuertes, el cuerpo funciona más eficientemente durante las actividades cotidianas.
- Mejoran el estado cardiovascular. El ejercicio mejora el estado general del corazón, mejorando el flujo sanguíneo y la admisión de oxígeno.
Ejercicios de respiración
Además de la actividad física, ciertos ejercicios de respiración también pueden disminuir los síntomas del asma. Estos métodos ayudan a abrir las vías respiratorias, moviendo aire fresco hacia los pulmones y reduciendo el esfuerzo al respirar.
Los siguientes son ejemplos de ejercicios respiratorios para el asma:
- respiración diafragmática
- respiración nasal
- respiración con los labios fruncidos
Sin embargo, sigue siendo importante tomar los medicamentos según las indicaciones. Esta es la mejor manera de controlar los síntomas del asma, especialmente durante el ejercicio.
En general, los mejores ejercicios para el asma implican momentos de esfuerzo breves. Las actividades suaves y de baja intensidad también son ideales. Estos ejercicios no sobrecargan los pulmones, por lo que es menos probable que causen síntomas de asma.
Sin embargo, todos somos diferentes. Asegúrate de consultar a tu médico y prestar atención a tu cuerpo.
Puedes intentar:
Nadar
La natación es uno de los ejercicios más recomendados para las personas con asma. En comparación con otras actividades, es menos probable que cause síntomas relacionados con el asma debido a:
- aire húmedo y cálido
- menor exposición al polen
- presión del líquido en el pecho
A pesar de estos beneficios, las piscinas cloradas pueden causar síntomas en algunas personas. Ten cuidado si estás empezando a nadar en piscinas.
Caminar
Dado que caminar es una actividad de baja intensidad, es otra gran opción. Esta forma de ejercicio es suave para el cuerpo, lo que hace que sea más fácil respirar.
Para una experiencia más cómoda, camina afuera cuando el clima esté agradable. El aire seco y fresco puede desencadenar o empeorar tus síntomas. También puedes ejercitarte en una caminadora.
Senderismo
Otra opción es disfrutar de una caminata suave. Elige un sendero que sea relativamente plano o que tenga una pendiente leve y uniforme.
Si tienes alergias, revisa los niveles de polen locales antes de caminar. Solo camina si los niveles de polen son bajos.
Ciclismo recreativo
Si tienes BIE, intenta andar en bicicleta a un ritmo pausado. Esta es otra actividad moderada que no implica un esfuerzo constante.
También puedes hacer ciclismo interior en una bicicleta estática.
Pista y campo de corta distancia
Si quieres correr, opta por carreras de corta distancia como sprints.
Correr largas distancias en una pista o al aire libre puede no ser recomendable en personas con asma más descontrolado debido al esfuerzo continuo que se necesita.
Deportes con breves ráfagas de actividad
Los siguientes deportes son apropiados para personas con asma. Estas actividades implican descansos intermitentes, que son más moderados para los pulmones.
- béisbol
- gimnasia
- vóleibol
- golf
- fútbol
A veces, puede ser difícil saber si tus síntomas son causados por el asma o simplemente por estar “fuera de forma”. En ambos casos, los síntomas habituales incluyen:
- dificultad para respirar
- opresión en el pecho
- dolor de garganta
- malestar estomacal
Por lo general, estos síntomas comienzan después de 5 a 20 minutos de hacer ejercicio. Pueden continuar durante 10 a 15 minutos después de dejar de hacer ejercicio.
Es común tener estos síntomas si estás fuera de forma. Si tienes BIE o asma, los síntomas serán significativamente más graves y es probable que incluyan tos y sibilancias.
Otra señal del BIE es el exceso de producción de mucosidad. Esto se produce debido a la inflamación de las vías respiratorias y, por lo general, no se producirá debido a una mala condición física.
Además de elegir actividades menos extenuantes, también puedes seguir estos consejos para reducir tus síntomas de asma:
- Usa un inhalador antes del ejercicio. Tu médico puede recetarte un inhalador de rescate como tratamiento antes de hacer ejercicio. Estos medicamentos inhalados relajarán las vías respiratorias, facilitando la respiración durante la actividad física.
- Toma medicamentos para control prolongado. Si usar un inhalador antes del ejercicio no controla tus síntomas, es posible que te receten otro medicamento. Esto podría incluir medicamentos orales u otros inhaladores que disminuyan la inflamación de las vías respiratorias.
- Calentamiento y enfriamiento. Siempre haz precalentamiento antes del ejercicio para permitirle a tu cuerpo que se adapte. Cuando hayas terminado, detén gradualmente la actividad.
- Usa una máscara o bufanda. Tápate la nariz y la boca cuando haga frío afuera. La sequedad del aire fresco puede tensar las vías respiratorias.
- Limita tu exposición al polen y la contaminación. Si eres alérgico al polen, haz ejercicio en interiores cuando los niveles de polen son altos. Permanece en áreas con mínima contaminación ambiental.
- Evita los deportes con actividad continua. El baloncesto, el fútbol y las carreras de larga distancia pueden ser una carga difícil para los pulmones si tu asma está mal controlada. Evita los deportes que se realizan en el frío, como el esquí de fondo y el hockey.
Aún más importante, toma descansos según sea necesario.
También deberías preguntarle a tu médico qué debes hacer si tienes un ataque de asma mientras haces ejercicio. Un plan definido te permitirá entrenar con confianza.
Incluso si tienes asma, no debes evitar el ejercicio.
La actividad física regular es esencial para manejar la salud, mejorar la energía y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Si tu afección ya es crónica, el ejercicio regular puede ayudarte a manejarla.
Esto incluye el asma. Con la orientación de un médico, el asma puede mejorar con el ejercicio regular debido a que:
- aumenta tu capacidad pulmonar
- promueve el flujo sanguíneo a los pulmones y el corazón
- mejora la resistencia y el vigor
- disminuye la inflamación de las vías respiratorias
- mejora la salud pulmonar en general
Además de los medicamentos recetados, el ejercicio puede ayudarte a controlar mejor tus síntomas de asma.
Si experimentas los siguientes síntomas de asma durante el ejercicio, habla con tu médico de atención primaria:
- sibilancias
- tos severa
- dificultad para respirar
- dolor u opresión en el pecho
- fatiga inusual
- producción excesiva de mucosidad
Dependiendo de los síntomas y el historial médico, es probable que tengas que ver a un neumólogo o a un alergista-inmunólogo. Estos profesionales se especializan en el tratamiento y manejo del asma.
Las personas con asma deben hacer ejercicio regularmente. Y con el enfoque adecuado, la actividad física puede ayudar a aliviar tus síntomas de asma.
El ejercicio ayuda al aumentar la capacidad pulmonar y reducir la inflamación, lo que mejora tu salud pulmonar en general.
Pese a estos beneficios, deberías seguir tomando tu medicamento según lo recetado. Tu médico puede determinar el mejor enfoque para hacer ejercicio con seguridad y de manera efectiva.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Stella Miranda el 13 de junio de 2021.
Versión original escrita el 28 de enero de 2020.
Última revisión médica realizada el 28 de enero de 2020.