La enfermedad de Crohn es una forma de enfermedad intestinal inflamatoria (EII). Ciertamente, puede causar problemas a la hora de elegir lo que comes y bebes.

La afección no solo causa inflamación del tracto digestivo y síntomas incómodos, sino que las consecuencias a largo plazo pueden también incluir desnutrición.

Para complicar las cosas, tus hábitos alimentarios pueden empeorar los síntomas. Si bien no existe una dieta conocida que cure la enfermedad de Crohn, comer y evitar ciertos alimentos puede ayudar a prevenir los brotes.

Los cereales son alimentos básicos comunes en la dieta. Debido a que tienen un alto contenido de fibra y nutrientes, a menudo se indica que los cereales integrales son los que proporcionan la mayoría de los beneficios dietéticos. La investigación sugiere que una dieta rica en fibra puede reducir el riesgo de desarrollar una EII.

Pero una vez que recibes un diagnóstico de EII y la enfermedad está activa, el factor fibra puede ser problemático.

La fibra insoluble, que se encuentra en la piel de frutas y verduras, semillas, verduras de hojas oscuras y productos de trigo integral, pasa intacta a través del tracto digestivo. Esto puede aumentar la diarrea y el dolor abdominal. Sin embargo, otras sustancias en los cereales también pueden ser las culpables, como el gluten o los carbohidratos fermentables (FODMAP).

Qué cereales evitar o limitar:

  • pan integral
  • pasta de trigo integral
  • centeno y los productos de centeno
  • cebada

En su lugar, prueba estos:

  • arroz y pasta de arroz
  • papas
  • harina de maíz y polenta
  • avena
  • pan sin gluten

Dependiendo de tus síntomas individuales, tu médico te puede recomendar una dieta baja en fibra. Esto significa que tendrás que limitar la cantidad de cereales integrales que consumes.

Según la Fundación para la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa de Estados Unidos (CCFA, por sus siglas en inglés), las personas con Crohn se pueden beneficiar de un plan de alimentación con bajo contenido de fibra y residuos para ayudar a controlar la constricción del intestino delgado o los síntomas agudos. Este tipo de dieta reduce la fibra y los “desechos” que pueden permanecer en los intestinos e irritarlos.

Sin embargo, la investigación en curso cuestiona la utilidad de las dietas bajas en fibra en el manejo de la enfermedad de Crohn.

Un pequeño estudio de 2015 que usó una dieta a base de plantas que incluía huevos, lácteos, pescado y fibra mostró una alta tasa de remisión sostenida durante 2 años. En general, los investigadores también revisaron otros estudios y concluyeron que las dietas a base de plantas pueden ayudar a disminuir la inflamación intestinal y mejorar la salud en general. Los investigadores informaron que la mayor ingesta de fibra no produjo síntomas o resultados desfavorables.

Debido a sus numerosos beneficios, es una pena pensar que las personas con enfermedad de Crohn deberían evitar las frutas y verduras. La verdad es que los productos crudos pueden causar problemas por la misma razón que los cereales integrales: alto contenido de fibra insoluble.

No es necesario que elimines todas las frutas y verduras de tu dieta, pero algunas frutas y verduras pueden ser excepcionalmente difíciles para el tracto digestivo de Crohn, ya sea por el contenido de fibra o FODMAP.

Qué frutas y verduras limitar en lo posible:

  • manzanas con piel
  • brócoli
  • repollo
  • coliflor
  • alcachofas
  • cerezas
  • melocotones o duraznos
  • ciruelas

En su lugar, prueba estos:

  • puré de manzana
  • verduras al vapor o bien cocidas
  • pepinos pelados
  • pimientos
  • plátanos (bananas)
  • melón
  • chayote
  • calabaza

En lugar de evitar las frutas y verduras por completo, aún puedes obtener algunos de sus beneficios al prepararlas de manera distinta. Por ejemplo, hornear y cocinar frutas y verduras al vapor puede hacerlas más fáciles de digerir.

Aun así, este proceso también puede eliminar algunos de sus nutrientes importantes, especialmente vitaminas y enzimas solubles en agua. Es posible que quieras hablar con tu médico y dietista sobre las formas de prevenir cualquier deficiencia.

Cuando se trata de los brotes de Crohn, tus selecciones de proteínas se deben basar en el contenido de grasa. Deben evitarse las carnes con mayor contenido graso. Optar por proteínas con menos grasa es una mejor opción.

Qué proteínas evitar o limitar:

  • carne roja
  • salchichas
  • aves de corral de carne oscura

En su lugar, prueba estos:

  • huevos
  • pescado
  • mariscos
  • lomo de cerdo
  • mantequilla de maní
  • aves de corral de carne blanca
  • tofu y otros productos de soya

Si bien es posible que puedas tomar un vaso de leche de vez en cuando sin problemas, es posible que otras personas con enfermedad de Crohn no toleren muy bien los lácteos.

De hecho, la Clínica Mayo aconseja a quienes tienen la enfermedad de Crohn que limiten los productos lácteos o los eviten por completo. Esto se debe a que la intolerancia a la lactosa tiende a coincidir con la EII.

La lactosa, un tipo de azúcar de la leche, puede aumentar el riesgo de sufrir gases o dolor abdominal y diarrea. Los alimentos ricos en grasas también pueden ser más difíciles de digerir.

Qué productos lácteos evitar o limitar:

  • mantequilla
  • crema
  • productos lácteos enteros
  • margarina

En su lugar, prueba estos:

  • sustitutos lácteos como leche, yogur y queso hechos de plantas como soya, coco, almendras, lino o cáñamo
  • productos lácteos fermentados bajos en grasa como yogur o kéfir

Si decides disfrutar de los lácteos, asegúrate de optar por productos bajos en grasa, limita tu ingesta y usa productos enzimáticos como lactasa (Lactaid) o productos sin lactosa para ayudar a controlar los brotes resultantes.

Teniendo en cuenta la naturaleza de la enfermedad de Crohn, generalmente es una buena idea beber más líquidos. La mejor bebida suele ser simplemente agua. El agua también proporciona la mejor forma de hidratación. La deshidratación es a menudo un riesgo en casos de diarrea crónica.

Qué bebidas evitar o limitar:

  • café
  • té negro
  • sodas
  • vino, licor y cerveza

En su lugar, prueba estos:

  • agua corriente
  • agua con gas (si se tolera)
  • té de hierbas sin cafeína

Las bebidas con cafeína, como el café, el té y los refrescos, aumentan la diarrea. El alcohol puede tener el mismo efecto. Los refrescos y el agua carbonatada tampoco son necesariamente buenas opciones. Pueden aumentar los gases en muchas personas.

Si no puedes vivir sin la cafeína diaria o una copa de vino ocasional, recuerda que la moderación es la clave. Intenta beber agua junto con estas bebidas para minimizar sus posibles efectos adversos.

En algunos casos, los alimentos picantes pueden actuar como irritantes y empeorar los síntomas. Como regla general, debes evitar cualquier cosa demasiado picante. Por otro lado, en estudios preliminares, la cúrcuma (o curcumina) se ha relacionado con la disminución de los brotes de la enfermedad de Crohn. Tiene un sabor ligeramente picante.

Qué especias evitar o limitar:

  • pimienta de Jamaica
  • pimienta negra
  • pimienta de cayena
  • chile en polvo
  • jalapeños
  • ajo
  • cebollas blancas, amarillas o moradas
  • pimentón
  • wasabi

En su lugar, prueba estos:

  • cúrcuma
  • jengibre
  • cebollines o cebollas verdes
  • comino
  • cáscara de limón
  • hierbas frescas
  • mostaza

Los problemas con los alimentos pueden justificar considerar las vitaminas y los suplementos. Según la Clínica Mayo, un multivitamínico puede ser una de las mejores opciones para la enfermedad de Crohn. Estos suplementos pueden ayudar a prevenir la desnutrición causada por la incapacidad del intestino delgado para absorber adecuadamente los nutrientes de los alimentos que consumes.

Además, si tu dieta es muy limitada debido a los brotes, un multivitamínico con minerales puede ayudar a completar los nutrientes faltantes. El calcio es otro suplemento importante para considerar, especialmente si no consumes muchos productos lácteos.

Dependiendo del grado de la enfermedad y la inflamación, los medicamentos que estés tomando y si te has realizado alguna cirugía de resección, el folato, la vitamina B-12, vitamina D y las vitaminas liposolubles (vitaminas A, D, E y K) son las deficiencias de nutrientes más comunes.

Si bien los suplementos pueden ayudar, primero debes hablar con tu médico y dietista para evitar la posibilidad de dosis excesivas e interacciones con medicamentos.

La dieta puede ayudar a prevenir los brotes de Crohn. Sin embargo, los alimentos y las bebidas tienden a afectar a los pacientes de Crohn de manera diferente. Esto significa que un alimento puede provocar brotes en algunas personas y no en otras.

En general, si sabes que un determinado alimento agrava tus síntomas, debes tener cuidado de evitarlo por completo. Si crees que un alimento está empeorando los síntomas, intenta eliminarlo de tu dieta y observa si los síntomas mejoran. Si lo vuelves a agregar más tarde y los síntomas regresan, probablemente sea mejor evitarlo también.

Las comidas más pequeñas y frecuentes también pueden reducir el trabajo del tracto digestivo.

Las nuevas áreas de investigación en la enfermedad de Crohn incluyen:

  • el uso de probióticos
  • la ingesta de omega-3 que se encuentra en el pescado y el aceite de linaza
  • pescado
  • alimentos fibrosos como el psyllium que permanecen sin digerir hasta llegar al colon
  • triglicéridos de cadena media que se encuentran en el coco
  • intolerancia al gluten
  • una dieta baja en FODMAP
  • una dieta enteral rica en fibra

Es importante tener en cuenta que no es solo lo que comes lo que puede agravar tus síntomas. La forma en que cocinas y preparas tus alimentos también puede hacer la diferencia.

Por lo general, se reporta que los alimentos fritos y grasos son los culpables de los brotes, así que opta por los alimentos horneados y asados. La enfermedad de Crohn puede dificultar la digestión de las grasas, empeorando la diarrea y otros síntomas.

La dieta puede desempeñar un papel crucial en el tratamiento general de la enfermedad de Crohn, pero es una enfermedad compleja y que incluye muchos aspectos. A menudo, requiere muchos métodos de tratamiento de apoyo, no solo dieta.

De hecho, el CCFA señala que pocos estudios de investigación han indicado que la dieta es la solución. Esto se debe a que la dieta puede ayudar a prevenir y aliviar los síntomas, pero la comida en sí misma puede no ser suficiente para abordar la inflamación subyacente y las cicatrices que causan los síntomas en primer lugar.

Continúa viendo a tu médico para recibir tratamiento y seguimiento. Asegúrate de hablar sobre las diferencias en los síntomas. El asesoramiento nutricional también puede mejorar la eficacia de tus medicamentos y la calidad de vida en general.

Lee el artículo en inglés.