Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) reportaron los primeros cinco casos conocidos de complicaciones por el VIH en Los Ángeles en junio de 1981. Los hombres que anteriormente estaban sanos habían contraído neumonía, y dos de ellos murieron. Hoy en día, más de 1 millón de personas en Estados Unidos tienen el virus.

Recibir el diagnóstico de VIH se consideró alguna vez una sentencia de muerte. Ahora, una persona de 20 años con VIH que comienza el tratamiento temprano puede esperar vivir hasta pasados los 70 años. La enfermedad, que ataca el sistema inmunitario, puede controlarse con medicamentos antirretrovirales modernos.

Aproximadamente 1.1 millones de personas en Estados Unidos tienen VIH. Alrededor del 15 por ciento de las personas de 13 años o más con VIH no saben que lo tienen.

Se calcula que en 2016 se diagnosticó VIH a 39,782 personas en Estados Unidos. En ese mismo año, 18,160 personas que vivían con el virus desarrollaron la etapa 3 del VIH, o SIDA. Esto contrasta con los primeros días del VIH.

Según la Federación Americana de Investigación sobre el SIDA, a finales de 1992, 250,000 personas en Estados Unidos habían desarrollado SIDA y 200,000 de ellos habían muerto. Para 2004, el número de casos de SIDA reportados en Estados Unidos era de 1 millón, con un total de más de 500,000 muertes.

Según los CDC, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres representan casi el 67 por ciento (39,782) de las 50,000 personas que contrajeron VIH en Estados Unidos en 2016. De ellas, 26,570 contrajeron el virus específicamente como resultado del contacto sexual entre hombres.

Sin embargo, cualquier persona que tiene relaciones sexuales sin preservativo o comparte agujas puede contraer VIH. De las 9,578 personas heterosexuales diagnosticadas en Estados Unidos en 2016, 2,049 fueron hombres y 7,529, mujeres. En general, los nuevos diagnósticos disminuyeron.

En relación con la raza/etnia, 17,528 de los diagnosticados en Estados Unidos en 2016 fueron negros no hispanos, 10,345 blancos no hispanos, y 9,766 latinos (que pueden ser de cualquier raza).

Las personas en Estados Unidos en el rango de edad de 25 a 29 años tuvieron el mayor número de diagnósticos en ese año: 7,964. Los siguientes más altos fueron los de 20 a 24 años (6,776) y de 30 a 34 años (5,701).

En 2016, solo cinco estados conformaron casi la mitad de los nuevos diagnósticos en Estados Unidos. Estos cinco estados representan 19,994 de los 39,782 nuevos diagnósticos, según los CDC:

  • California
  • Florida
  • Texas
  • Nueva York
  • Georgia

AIDS.gov informa que 36.7 millones de personas en todo el mundo viven con VIH, y 35 millones han muerto desde 1981. Además, la mayoría de las personas con VIH viven en países en desarrollo y de ingresos moderados, como los del África subsahariana.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que el acceso a la atención ha aumentado entre 2010 y 2012 en esas zonas. Sin embargo, las personas en mayor riesgo en todo el mundo no tienen acceso al tratamiento o la prevención. Un poco más de una tercera parte de los 28.6 millones de personas en países en desarrollo y de ingresos moderados que deberían recibir medicamentos antirretrovirales lo están recibiendo.

Es importante que las personas, especialmente aquellas que están en alto riesgo de contraer VIH, se realicen pruebas con frecuencia. Iniciar el tratamiento de VIH a tiempo es importante para obtener mejores resultados. Aproximadamente el 44 por ciento de las personas entre 18 y 64 años en Estados Unidos han informado que se han realizado una prueba de VIH. La educación sobre el VIH es obligatoria en 34 estados y en Washington, DC.

Desde una perspectiva de salud pública, prevenir la transmisión del VIH es tan importante como tratar a quienes lo tienen. Ha habido avances notables en ese sentido. Por ejemplo, la terapia antirretroviral moderna puede reducir las probabilidades de que una persona VIH positiva transmita el virus en 100 por ciento, si la terapia se toma de manera consistente para reducir el virus a un nivel indetectable en la sangre.

Desde mediados de 1980 se ha registrado una fuerte disminución de las tasas de transmisión en Estados Unidos. Mientras que los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres representan solo el 4 por ciento de la población masculina en este país, representan alrededor del 70 por ciento de los que acaban de contraer el VIH.

El uso de preservativos sigue siendo la primera línea de defensa económica y rentable contra el VIH. Una píldora conocida como Truvada, o profilaxis previa a la exposición (PrEP), también ofrece protección. Una persona sin VIH puede protegerse de contraer el virus tomando esta píldora una vez al día. Cuando se toma adecuadamente, la PrEP puede reducir el riesgo de transmisión en más del 90 por ciento.

Todavía no hay cura para el VIH, y puede tener un enorme costo financiero para quienes viven con él. Se espera que Estados Unidos gaste más de US$26,000 millones al año en programas de VIH, entre ellos:

  • investigación
  • alojamiento
  • tratamiento
  • prevención

De ese monto, US$6.6,000 millones se han destinado a la ayuda en el extranjero. Este gasto representa menos del 1 por ciento del presupuesto federal.

No solo los medicamentos que salvan vidas son caros, sino que un gran número de personas en países afectados con recursos limitados han muerto o no pueden trabajar debido al VIH. Esto ha afectado el desarrollo de estos países.

El VIH afecta a las personas durante sus años productivos. Los países terminan con pérdida de productividad y, en muchos casos, una reducción significativa de la fuerza laboral. Todo esto se suma a graves impactos en sus economías nacionales.

El costo promedio de tratar a una persona con VIH durante el transcurso de su vida es de US$379,668. Los CDC informan que las intervenciones de prevención pueden ser rentables debido al gasto médico que se evita cuando el VIH no se transmite tan ampliamente.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 25 de febrero de 2022.

Versión original actualizada el 24 de abril de 2020.

Última revisión médica realizada el 9 de mayo de 2018.