¿Tienes un chequeo médico para el manejo de la diabetes? Nuestra guía para tu próxima cita te ayudará a prepararte, saber qué preguntar y qué datos compartir para aprovechar al máximo tu consulta.

  • Ya sea que lleves un registro de la glucosa en la sangre de forma impresa o en tu teléfono, lleva los números para mostrárselos a tu médico. Si tu glucómetro (medidor de glucosa en sangre) almacena las lecturas en la memoria, también puedes llevarlo.
  • Si mides y registras tu presión arterial en casa, asegúrate de llevar esos registros.
  • Lleva una lista actualizada y precisa de todos los medicamentos que tomas actualmente para cualquier enfermedad, no solo para la diabetes. Esto incluye medicamentos de venta libre, hierbas medicinales y suplementos. Una lista actualizada es especialmente importante si ves a varios médicos que te recetan medicamentos. (Si no tienes tiempo para preparar una lista actualizada, lleva los frascos de medicamentos a tu visita).
  • A menos que te indiquen lo contrario, toma todos los medicamentos habituales el día de tu cita.
  • Anota tus últimas vacunas y pruebas de detección de cáncer, para que tu médico pueda asegurarse de que estás al día y de que no te falta nada importante.

  • Lleva ropa que te facilite ser examinado (a menos que sea una cita de telesalud, por supuesto). Esto significa usar una blusa que puedas quitarte, o una con mangas sueltas que puedas arremangar fácilmente. El examen de los pies es una parte importante de la visita porque la diabetes puede causar problemas en los pies. Asegúrate de que puedas quitarte fácilmente los calcetines y los zapatos. También, es posible que te pidan que te pongas una bata.
  • Lo que debas comer o no antes de tu consulta dependerá de las pruebas que el médico ordenará para ese día (a menos que se trate de una cita de telesalud). La A1C y la mayoría de las pruebas de colesterol no se verán afectadas por lo que desayunes. Sin embargo, los niveles de glucosa y triglicéridos en la sangre se incrementan poco después de comer. Aun así, puede ser perjudicial no ingerir el desayuno si estás tomando ciertos medicamentos. En caso de duda, haz una consulta a las oficina del médico antes de tu visita.
  • Si tienes un cuidador que participa en tu atención médica, puede ser útil que esa persona te acompañe a la consulta. Pídele que tome notas por ti, ya que puede ser difícil recordar todo lo que dice tu médico.
  • Lleva una lista de preguntas que quieras hacer al médico. A veces, es fácil olvidar lo que querías preguntarle.

Sé honesto y llega preparado para compartir tus detalles de salud.

  • Infórmale honestamente si eres consistente a diario al tomar tus medicamentos para la diabetes. Tu médico debe saberlo porque afectará el plan de tratamiento. Por ejemplo, si las cifras de glucosa en la sangre son muy elevadas y no has estado tomando un medicamento determinado, tu médico debe conocer los problemas subyacentes para poder ayudarte. A la larga, es mejor decir simplemente la verdad, aunque puedas estar nervioso.
  • Tu historial de medicamentos anteriores para la diabetes. Saber qué medicamentos han funcionado y cuáles no en el pasado ayudará a tu médico a determinar las mejores opciones para el futuro.
  • Tus hábitos con la comida. ¿Tienes problemas para conseguir alimentos nutritivos que no te eleven el nivel de glucosa en la sangre? Esto ayudará a tu médico a entender qué tan bien están funcionando tus medicamentos. Puede darte sugerencias o remitirte a un dietista que pueda ayudarte.
  • Tus hábitos de ejercicio. ¿Qué tan activo eres en el día a día? ¿Tienes un entorno seguro para hacer ejercicio? El ejercicio puede ser tan importante como cualquier medicación, así que informa a tu médico si tienes dificultades.
  • Cualquier afección de salud o enfermedad reciente que no conozca.

Recuerda que, tu médico es tu aliado de salud y su función es ayudarte.

  • Sé honesto sobre tus luchas. Cada persona tiene una experiencia diferente con la diabetes. Tu médico no sabrá por lo que estás pasando a menos que se lo digas.
  • Pregúntale acerca de las complicaciones de la diabetes. Si la diabetes no se controla, puede causar problemas en los ojos, los riñones y los nervios. Tu médico puede asegurarse de que entiendes los riesgos, y de que estás haciendo lo mejor para ti.
  • Hay muchas investigaciones en curso sobre cómo tratar la diabetes. Pregunta a tu médico si estás recibiendo el mejor tratamiento. ¿Estoy tomando la mejor medicación para la diabetes? ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?
  • El seguro no siempre cubre tus medicamentos. Incluso si tienes seguro médico, los gastos financieros siguen siendo demasiado altos para muchas personas. Si tienes problemas para pagar tus medicamentos para la diabetes, díselo a tu médico. Hay descuentos, programas de ayuda para la medicación y otras formas de hacerlos más asequibles.
  • Es fácil sentirse abrumado cuando se vive con una enfermedad crónica como la diabetes. Aunque gran parte de tu tiempo y energía se centra en la salud física, no descuides tu salud mental. Habla con tu médico si tienes ansiedad o depresión.

Las siguientes son preguntas de las que ya deberías conocer la respuesta. Asegúrate de entender todo lo que se indica a continuación, y agrega preguntas para tu médico a tu lista si hay algo de lo que no estás seguro.

1. ¿Qué significa A1C?

La A1C es un análisis de sangre que proporciona información sobre la media de tu nivel de glucemia en los últimos 3 meses. Otros nombres de la A1C son hemoglobina A1C, HbA1C o glicohemoglobina. (La glucosa del torrente sanguíneo se adhiere a una proteína llamada hemoglobina). La A1C mide el porcentaje de moléculas de hemoglobina con glucosa adherida. Por eso el resultado se presenta en forma de porcentaje, como un 6.8 por ciento. Cuanto más altos sean tus niveles de glucosa en la sangre en los últimos 3 meses, mayor será tu A1C.

Puedes hacerte la prueba en cualquier momento del día, incluso justo después de comer, porque tu nivel de glucosa en la sangre en el momento de la prueba no tendrá un efecto significativo en la A1C. Algunos consultorios médicos pueden medir la A1C con una punción en el dedo en lugar de extraer sangre de una vena. Ciertas afecciones médicas distintas de la diabetes pueden afectar tus niveles de A1C. Habla con tu médico para saber si tienes alguna de esas afecciones.

2. ¿Por qué es importante la A1C?

Es fácil que los pacientes y los médicos se centren en la A1C sin dedicar tiempo a hablar de por qué es importante. Cuanto más alta sea la A1C, mayor será el riesgo de tener ciertas complicaciones de la diabetes en los ojos, los riñones y los nervios.

Los ojos: La retinopatía es una enfermedad de la retina. La retina es una fina capa situada en la parte posterior de los ojos que detecta la luz. Una retinopatía grave y no tratada puede reducir la visión e incluso causar ceguera.

Los riñones: La nefropatía es una enfermedad de los riñones. Las señales incluyen altos niveles de proteína en la orina y una acumulación de desechos en la sangre. La nefropatía grave puede provocar insuficiencia renal que debe tratarse con diálisis o trasplante de riñón.

Los nervios: La neuropatía periférica es una enfermedad de los nervios de los pies o las manos. Los síntomas incluyen hormigueo, “sensación de pinchazos”, entumecimiento y dolor.

La buena noticia es que mantener la glucosa en la sangre bajo control reducirá el riesgo de sufrir estas complicaciones.

3. ¿Cuándo debería medirme la glucosa en casa?

Esto depende de tu situación individual. Algunas personas con diabetes necesitan medirse la glucosa en la sangre varias veces al día, mientras que otras solo necesitan hacerlo una vez al día, o incluso con menos frecuencia.

Si se controla la glucosa en la sangre en casa, hay ciertos momentos en los que puedes obtener la información más útil. Medir la glucosa en la sangre justo antes del desayuno (es decir, con el estómago vacío) es una medida diaria útil para saber cómo controlar la diabetes.

Las personas que toman ciertos tipos de insulina pueden necesitar comprobar la glucosa en la sangre antes de cada comida. Otro buen momento para comprobarlo es una o dos horas después de una comida. Esa cifra te indica cómo está respondiendo tu cuerpo al aumento de la glucosa en la sangre que se produce después de comer, y cómo lo procesa. También es habitual comprobar el nivel de glucosa en la sangre a la hora de acostarte.

Por último, si te sientes mal, es conveniente que te controles la glucosa en la sangre. A veces, los síntomas pueden ser causados por niveles de glucosa muy bajos o altos. Sin embargo, también puede funcionar en la otra dirección. Una enfermedad subyacente puede hacer que tu glucosa en la sangre se dispare.

4. ¿Cuál debe ser mi nivel de A1C y de glucosa en la sangre?

Cuando se trata a las personas con diabetes con medicamentos, los médicos no buscan necesariamente que las cifras de A1C o de glucosa en la sangre sean “normales”. Para muchas personas con diabetes, un objetivo de A1C inferior al 7 por ciento es adecuado. Tener una A1C por debajo del 7 por ciento reduce el riesgo de complicaciones de la diabetes.

Para las lecturas de glucosa en la sangre en casa, los rangos saludables son de 80 a 130 mg/dL antes de las comidas, y menos de 180 mg/dL si se miden de 1 a 2 horas después de las comidas. Sin embargo, algunos adultos mayores y personas con enfermedades crónicas son propensos a los efectos secundarios de los medicamentos para la diabetes si la dosis es demasiado alta. En estas situaciones, los médicos pueden recomendar rangos objetivo más altos para la A1C y la glucosa en la sangre.

5. ¿Qué otro tipo de pruebas debería hacerme?

El mejor cuidado de la diabetes no se centra solo en los niveles de glucosa. Se recomienda una serie de pruebas para controlar las complicaciones de la diabetes.

Entre ellos se encuentran los exámenes oculares, exámenes de los pies y pruebas de laboratorio de proteínas en la orina, colesterol y de la función renal. Medir y tratar la presión arterial también es fundamental, ya que la combinación de diabetes y presión arterial alta aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral o una enfermedad renal.

A1C es un análisis de sangre que proporciona información sobre la media de tu nivel de glucemia en los últimos 3 meses. Otros nombres de la A1C son hemoglobina A1C, HbA1C o glicohemoglobina. (La glucosa del torrente sanguíneo se adhiere a una proteína llamada hemoglobina). La A1C mide el porcentaje de moléculas de hemoglobina con glucosa adherida. Por eso el resultado se presenta en forma de porcentaje, como un 6.8 por ciento. Cuanto más altos sean tus niveles de glucosa en la sangre en los últimos 3 meses, mayor será tu A1C. Puedes hacerte la prueba en cualquier momento del día, incluso justo después de comer, porque tu nivel de glucosa en la sangre en el momento de la prueba no tendrá un efecto significativo en la A1C. Algunos consultorios médicos pueden medir la A1C con una punción en el dedo en lugar de extraer sangre de una vena. Ciertas afecciones médicas distintas de la diabetes pueden afectar tus niveles de A1C. Habla con tu médico para saber si tienes alguna de esas afecciones.

La retinopatía es una enfermedad de la retina. Una retinopatía grave y no tratada puede reducir la visión e incluso causar ceguera.

La nefropatía es una enfermedad de los riñones. Las señales incluyen altos niveles de proteína en la orina y una acumulación de desechos en la sangre. La nefropatía grave puede provocar insuficiencia renal que debe tratarse con diálisis o trasplante de riñón.La neuropatía periférica es una enfermedad de los nervios de los pies o las manos. Los síntomas incluyen hormigueo, “sensación de pinchazos”, entumecimiento y dolor.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 6 de junio de 2022.

Versión original escrita el 8 de abril de 2020.