Si tú o alguien que cuidas tiene fiebre, sigue estos pasos para bajarla:
- Tómate la temperatura y evalúa tus síntomas. Si tu temperatura es de 100.4 °F (38 °C) o más, tienes fiebre.
- Quédate en cama y descansa.
- Mantente hidratado. Toma agua, té helado o jugo muy diluido para reponer los líquidos que pierdes al sudar. Pero si te es difícil retener los líquidos, chupa trozos de hielo.
- Toma medicamentos de venta libre como paracetamol e ibuprofeno para reducir la fiebre. Ten en cuenta la dosis adecuada y no los uses junto con otros medicamentos para bajar la fiebre. No debes darle aspirina a tu bebé o niño sin consultar a tu médico. No se debe dar ibuprofeno a bebés menores de 6 meses.
- Mantente fresco. Quítate las capas adicionales de ropa y mantas, a menos que tengas escalofríos.
- Toma baños tibios o usa compresas frías para sentirte más cómodo. Los baños fríos, los baños con cubitos de hielo y los baños o frotaciones con alcohol pueden ser peligrosos y debes evitarlos.
- Pero no importa lo que indique el número en el termómetro, si tienes alguna duda, consulta a tu médico.
La fiebre es la respuesta del cuerpo a su lucha contra las infecciones causadas por virus o bacterias. Las fiebres también pueden ser el resultado de quemaduras solares o de vacunarse. Cualquiera puede tener fiebre, sin importar la edad. Las personas que tienen sistemas inmunitarios comprometidos podrían tender a tener fiebre con más frecuencia.
Para conocer las directrices específicas de tratamiento por edad y comprender tus síntomas, continúa leyendo.
Un adulto sano con fiebre leve puede sentir como que lo hubiera golpeado un camión Mack, pero, en ocasiones, un bebé con fiebre alta podría sentirse bastante cómodo. Lo opuesto de ambos escenarios también puede ocurrir.
Las fiebres no son todas iguales, y tampoco lo son sus síntomas. Tu nivel general de comodidad y tus síntomas pueden ayudarte a decidir cómo tratar la fiebre.
Si tienes fiebre, podrías experimentar los siguientes síntomas:
- sentirte débil o mareado
- pérdida del apetito
- dolor de cabeza
- dolores musculares
- sudoración
- escalofríos
- náuseas
- vómitos
- erupción
Si junto con la fiebre aparece una erupción, debes consultar con tu médico. Es importante que el especialista determine la causa de fondo de la erupción. Otros síntomas, como náuseas o vómitos, pueden resolverse más rápidamente con atención médica.
Si tu fiebre está por encima de 103°F (39.4°C), debes buscar atención médica inmediata. Esto cobra relevancia si experimentas confusión, alucinaciones o convulsiones.
La mayoría de las personas tienen una temperatura de referencia de 98.6°F (37°C), aunque algunas pueden tenerla ligeramente más alta o más baja. Los cambios diarios de temperatura también son normales.
Los diferentes tipos de termómetros pueden dar resultados diferentes. Se considera que tienes fiebre si un termómetro bucal, rectal, del oído o de la arteria temporal (frente) registra 100.4°F (38°C) o más.
Si usas un termómetro axilar (axila), la lectura de temperatura será alrededor de 1°F o 1°C más baja, por lo que cualquier temperatura superior a 99.4°F (37°C) se considerará fiebre.
Muchos pediatras recomiendan usar termómetros rectales para niños pequeños y bebés. Discute con tu médico qué tipo de termómetro debes usar. También debes asegurarte de informarle qué tipo de termómetro utilizaste para registrar la temperatura de tu hijo.
Cómo y cuándo debes tratar la fiebre generalmente está determinado por tu edad. La fiebre que no se trata puede provocar complicaciones graves en niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
Bebés y niños pequeños
Los bebés de hasta 3 meses de edad deben ser atendidos por un médico si tienen fiebre de 100.4°F (38°C) o superior. Incluso si no hay otros síntomas presentes, es necesario que lo atienda un médico.
Los bebés de 3 a 6 meses de edad puede que no necesiten tratamiento para fiebres de hasta 102°F (38.9°C). Si tu bebé tiene otros síntomas, o si su fiebre supera los 102°F (38.9°C), debes llamar a tu médico.
Los niños de 6 meses a 2 años de edad que tienen temperaturas de 102°F (38.9°C) o más pueden tomar medicamentos de venta libre, bajo la supervisión de un médico. Déjale saber a tu médico si la fiebre persiste durante más de un día, empeora o no baja con medicamentos.
Niños pequeños y adolescentes
Los niños de 2 a 17 años generalmente no necesitan medicamentos para bajar la fiebre cuando está por debajo de 102°F (38.9°C). Pueden tomar medicamentos si experimentan síntomas como irritabilidad o dolores musculares.
Si su fiebre supera los 102°F (38.9°C), puedes darles medicamentos para bajarla. Si tu hijo se siente muy incómodo o si la fiebre persiste durante más de tres días, debes consultar con tu médico.
Adultos
Los adultos mayores de 18 años generalmente no necesitan medicamentos para la fiebre cuando está por debajo de 102°F (38.9°C). La fiebre por encima de ese número puede bajarse con medicamentos. Si tu fiebre supera los 103°F (39.4°C) o no responde al tratamiento, se justifica que llames a tu médico. Los adultos con fiebre y otros síntomas, como rigidez en el cuello, dolor intenso en cualquier parte del cuerpo o dificultad para respirar, deben buscar atención médica inmediata.
La fiebre en adultos mayores de 65 años no requiere automáticamente un tratamiento especial, aunque debes estar atento a síntomas como falta de aliento o confusión. Si experimentas estos síntomas, debes buscar asistencia médica inmediata.
También debes consultar con tu médico si tu fiebre supera los 102°F (38.9°C) o si no baja en dos días. Puedes probar los medicamentos de venta libre, pero debes asegurarte de que no interfieran con ningún otro medicamento que estés tomando.
Otras directrices
Si tienes un sistema inmunitario comprometido, debes buscar atención médica. Un sistema inmunitario comprometido es común en personas con VIH, cáncer o enfermedades autoinmunes.
La fiebre es, a menudo, un signo de infección. En ocasiones, estas infecciones se mueven rápidamente o son difíciles de tratar. De modo que, si tienes un sistema inmunitario comprometido, es importante obtener asistencia médica inmediata para la fiebre.
Tener fiebre no suele ser motivo de preocupación. Es importante comprender las directrices para tratar la fiebre, especialmente en niños pequeños, adultos mayores y personas con un sistema inmunitario comprometido.
Si tú o alguien que cuidas tiene fiebre, debes:
- Revisar las directrices sobre la edad. ¿Es seguro tratar esta fiebre en casa o debes consultar a un médico?
- Mantente hidratado. Todos pueden beneficiarse de electrolitos añadidos o el agua.
- Lleva un registro de cuánto dura: independientemente de tu edad, si tu fiebre no ha disminuido en aproximadamente dos días, debes buscar atención médica.
Si alguna vez no estás seguro de cómo manejar la fiebre, llama a tu médico. Él puede trabajar contigo para determinar el mejor curso de acción.