La esclerosis múltiple es una enfermedad compleja que afecta al cerebro y la médula espinal.
Aunque se desconoce la causa exacta, los expertos creen que el sistema inmunitario del organismo ataca de forma anormal al sistema nervioso central causando daños en la mielina. Esto interrumpe la comunicación hacia y desde el cerebro, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés).
Los síntomas comunes de la esclerosis múltiple incluyen problemas de memoria, debilidad, problemas de visión, fatiga, dolor, entumecimiento, hormigueo, dificultad para caminar y cambios de humor que generalmente se agravan con el tiempo.
Pero un estilo de vida saludable combinado con terapias modificadoras de la enfermedad (TME) puede ayudar a reducir los síntomas y a retrasar la progresión de la enfermedad en algunas personas con esclerosis múltiple.
Hay cuatro cursos básicos de la enfermedad de la esclerosis múltiple:
- síndrome clínicamente aislado (SCA)
- esclerosis múltiple remitente recurrente (EMRR)
- esclerosis múltiple progresiva secundaria (EMPS)
- esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP)
La evolución de la enfermedad depende del curso.
Las personas con EMRR suelen tener recaídas con períodos de remisión entre ellas. Cuando la EMRR progresa o empeora, se puede desarrollar la EMPS, que es más agresiva y se caracteriza por un empeoramiento progresivo de la función neurológica con el tiempo.
Alrededor del 15 por ciento de las personas con esclerosis múltiple recibirán el diagnóstico de EMPP, que se caracteriza por una progresión lenta y constante de la enfermedad sin períodos de remisión.
Aunque los cambios en el estilo de vida por sí solos no detienen la progresión de la enfermedad, pueden ayudar a reducir los síntomas, disminuir el número de recaídas y mejorar la salud general de algunas personas.
Con esto en mente, estos son seis consejos prácticos que puedes incorporar a tu vida para ayudar a frenar la progresión de la esclerosis múltiple.
1. Dejar de fumar, si fumas
Si hay un cambio que puedes hacer que tendrá el mayor impacto en la esclerosis múltiple, es dejar el hábito del cigarrillo. Fumar es un factor de riesgo modificable que contribuye a la progresión de la esclerosis múltiple.
También es un hábito que muchas personas no asocian con un aumento de la discapacidad y el desarrollo de la progresión de la enfermedad. De hecho, un estudio realizado en 2020 en el que participaron 29 fumadores activos con esclerosis múltiple encontró que el 52 por ciento de los participantes desconocía la relación entre la progresión de la enfermedad y el hábito de fumar.
Esto demuestra la necesidad de que los profesionales de salud vigilen de cerca los hábitos de vida, como el tabaquismo, y ofrezcan opciones de tratamiento a las personas que quieran dejar de fumar.
Según un resumen publicado por la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, las personas que fuman pueden evolucionar hacia la EMPS a un ritmo más rápido que los no fumadores. Las personas con esclerosis múltiple que fuman pueden no obtener el efecto completo de las TME.
Sin embargo, la buena noticia es que dejar de fumar puede retrasar el tiempo de transición a la EMPS. Además, dejar de fumar puede influir positivamente en los síntomas de la esclerosis múltiple, en el número de recaídas, en el nivel de discapacidad y en la fuerza motora y la cognición.
Si estás interesado en los programas para dejar de fumar, habla con tu médico o consulta los recursos en SmokeFree.gov.
2. Reducir el consumo de alcohol
Una o dos copas de vez en cuando no causan estragos en tu sistema. Pero el exceso de alcohol podría perjudicar el equilibrio y la coordinación, al menos temporalmente, según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple.
El alcohol también puede interferir con ciertos medicamentos debido al efecto que tiene sobre el sistema nervioso central. Por ello, tu médico puede recomendarte que reduzcas tu consumo de alcohol.
3. Incorporar el ejercicio moderado
El ejercicio moderado puede ayudar a mejorar una serie de síntomas de la esclerosis múltiple, como el equilibrio, la fatiga, los problemas de movilidad y el dolor. Sin embargo, la clave de la actividad física es encontrar el ejercicio adecuado a una intensidad que se adapte a tu nivel de estado físico y a tu capacidad.
En general, las pautas de ejercicio recomendadas para las personas con esclerosis múltiple incluyen al menos 150 minutos semanales de ejercicio, o al menos 150 minutos semanales de actividad física en las rutinas cotidianas.
Es necesario centrarse en un progreso gradual basado en tus capacidades, preferencias y seguridad, según un informe de 2020 sobre las recomendaciones de actividad física. Las actividades pueden incluir caminar, nadar, aeróbicos acuáticos, estiramientos suaves, yoga en silla y entrenamiento de resistencia.
La Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple recomienda los ejercicios en el agua para estirar los músculos tensos y mejorar la flexibilidad, pero dice que la temperatura de la piscina no debe superar los 29 °C (84 °F).
Si es posible, considera la posibilidad de trabajar con un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional con experiencia en esclerosis múltiple que pueda establecer un programa personalizado y supervisar la actividad, especialmente si tu movilidad física es limitada. Los problemas relacionados con el equilibrio y la movilidad necesitan una estrecha supervisión.
Asegúrate de hablar con tu médico o equipo de tratamiento antes de comenzar cualquier programa de ejercicio nuevo.
4. Hacer cambios en la dieta
Una dieta equilibrada y saludable es esencial para la salud en general. Aunque no hay una dieta que haya demostrado retrasar la progresión de la esclerosis múltiple, hay algunos alimentos que debes incluir y otros que debes evitar.
Los alimentos ricos en antioxidantes, fibra, calcio, vitamina D y otras vitaminas y minerales son una buena opción para comenzar, según una revisión de 2018. Añade fuentes de proteínas magras, como el salmón, y alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, y tendrás una dieta completa para la esclerosis múltiple.
Alimentos aptos para la esclerosis múltiple que debes incluir:
- frutas y verduras frescas
- cereales integrales como el arroz, la avena y la quinoa
- alimentos de origen vegetal y cereales
- pescado graso, como el salmón y la macarela
- grasas saludables que se encuentran en la linaza, el aceite de oliva y el aceite de aguacate
- huevos
- legumbres, frutos secos y semillas
- yogur bajo en azúcar y grasa
Alimentos que debes minimizar o evitar:
- grasas saturadas y trans
- grasas trans
- carne roja procesada
- alimentos altamente procesados y comidas preparadas
- alimentos fritos como chips y papas fritas
- alimentos ricos en azúcar
- alimentos ricos en sodio
- bebidas endulzadas con azúcar, como los refrescos de soda
A manera de anécdota, algunas personas de la comunidad de esclerosis múltiple están encontrando alivio a los síntomas siguiendo planes de dieta específicos como la paleo, el Protocolo Wahls, la dieta Swank y una dieta libre de gluten.
5. Mantener un horario de sueño constante
Dormir lo suficiente cada noche es importante para la salud en general. Pero es aún más crítico para las personas con esclerosis múltiple. Según un estudio de 2017, las alteraciones del sueño pueden ser un factor desencadenante de una recaída aguda de la esclerosis múltiple. Entonces, ¿cómo sería un buen horario de sueño?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los hábitos para mejorar el sueño incluyen:
- dormir 7 o más horas por noche (para personas de 18 a 60 años)
- despertarse y acostarse aproximadamente a la misma hora todos los días
- mantener el dormitorio a oscuras, en silencio y a una temperatura agradable
- realizar actividad física durante el día
- no fumar
- evitar el alcohol, las comidas copiosas y la cafeína antes de acostarse
- retirar todos los dispositivos electrónicos del dormitorio
6. Seguir tu plan de tratamiento
La mejor manera de controlar los síntomas de la esclerosis múltiple y retrasar la progresión de la enfermedad es seguir el plan de tratamiento recomendado por el médico y el equipo de salud. Esto incluye medicamentos aprobados por la Dirección de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que retrasan la progresión de la discapacidad, reducen las recaídas y limitan la nueva actividad de la enfermedad, según el NINDS.
También es esencial seguir un plan de tratamiento para cualquier otra afección de salud que pueda empeorar los síntomas de la esclerosis múltiple o la progresión de la enfermedad.
La esclerosis múltiple es una enfermedad que dura toda la vida y que suele empeorar con el tiempo. Pero con un plan de tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, puedes mejorar tu calidad de vida en general.
Una vez que empieces a hacer cambios en tu estilo de vida, asegúrate de hacer un seguimiento de tu progreso, y anota cualquier aumento o disminución de los síntomas.
Recuerda que este proceso lleva tiempo y suele tener muchos altibajos. Ser indulgente contigo mismo y paciente te ayudará a ver que cualquier cambio es mejor que ningún cambio.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español el 12 de mayo de 2022.
Versión original escrita el 17 de febrero de 2022.
Última revisión médica realizada el 17 de febrero de 2022.