La bronquiectasia es una afección en la que los tubos bronquiales de los pulmones se dañan y se vuelven más anchos y gruesos que lo normal.

Estos conductos de aire dañados permiten la acumulación de bacterias y mucosidad en los pulmones. Esto provoca infecciones frecuentes y bloqueos de las vías respiratorias.

No existe cura para la bronquiectasia, pero se puede controlar. Con tratamiento, es posible llevar una vida normal.

Sin embargo, los brotes deben tratarse rápidamente para mantener el flujo de oxígeno al resto de su cuerpo y prevenir un mayor daño en los pulmones.

Cualquier lesión pulmonar puede provocar bronquiectasia. Hay dos categorías principales de esta enfermedad.

Una está relacionada con la fibrosis quística (FQ) y se conoce como bronquiectasia por FQ. La FQ es una enfermedad genética que causa una producción anormal de mucosidad.

La otra categoría es la bronquiectasia-no FQ, que es la que no está relacionada con la FQ. Las afecciones conocidas más comunes que pueden provocar bronquiectasias no relacionadas con la FQ incluyen:

La FQ afecta los pulmones y otros órganos como el páncreas y el hígado. En los pulmones, esto provoca infecciones recurrentes. En otros órganos, causa un funcionamiento deficiente.

Los síntomas de la bronquiectasia pueden tardar meses o incluso años en desarrollarse. Algunos síntomas típicos incluyen:

  • tos crónica diaria
  • toser sangre
  • sonidos anormales o sibilancias en el pecho al respirar
  • dificultad para respirar
  • dolor de pecho
  • eliminar grandes cantidades de moco espeso al toser todos los días
  • pérdida de peso
  • fatiga
  • cambio en la estructura de las uñas de las manos y los pies, conocido como ensanchamiento
  • infecciones respiratorias frecuentes

Si experimentas alguno de estos síntomas, es necesario que consultes a tu médico de inmediato para obtener un diagnóstico y tratamiento.

Una tomografía computarizada de tórax, o una TC de tórax, es la prueba más común para diagnosticar bronquiectasia, ya que una radiografía de tórax no proporciona suficientes detalles.

Esta prueba indolora crea imágenes precisas de las vías respiratorias y otras estructuras en tu pecho. Una tomografía computarizada de tórax puede mostrar la extensión y la ubicación del daño pulmonar.

Una vez confirmada la bronquiectasia con la tomografía computarizada de tórax, tu médico intentará establecer la causa, según tu historial y los hallazgos del examen físico.

Es importante averiguar la causa exacta para que el médico pueda tratar el trastorno subyacente y evitar que la bronquiectasia empeore. Son muchas las causas que pueden inducir o contribuir a la bronquiectasia.

La evaluación de la causa subyacente consiste principalmente en pruebas de laboratorio y microbiológica, así como pruebas de función pulmonar.

Tu evaluación inicial probablemente incluirá:

  • recuento hematológico completo con diferencial
  • niveles de inmunoglobulina (IgG, IgM e IgA)
  • cultivo de esputo para detectar bacterias, micobacterias y hongos

Si tu médico sospecha de FQ, ordenará una prueba de cloruro en el sudor o una prueba genética.

Las terapias específicas pueden retrasar la progresión de la bronquiectasia relacionada con las siguientes afecciones:

  • infecciones por micobacterias
  • ciertas inmunodeficiencias
  • fibrosis quística
  • aspiración recurrente
  • aspergilosis alérgica
  • posibles enfermedades autoinmunes

En general, no existe cura para la bronquiectasia, pero el tratamiento es importante para ayudar a controlar la afección. El objetivo principal del tratamiento es mantener bajo control las infecciones y las secreciones bronquiales.

También es esencial prevenir más obstrucciones de las vías respiratorias y minimizar el daño pulmonar. Los métodos comunes para tratar la bronquiectasia incluyen:

  • despejar las vías respiratorias con ejercicios de respiración y fisioterapia torácica
  • realizar rehabilitación pulmonar
  • tomar antibióticos para prevenir y tratar infecciones (actualmente se están realizando estudios sobre nuevas formulaciones de antibióticos inhalados)
  • tomar broncodilatadores como albuterol (Proventil) y tiotropio (Spiriva) para abrir las vías respiratorias
  • tomar medicamentos para diluir la mucosidad
  • tomar expectorantes para ayudar a eliminar la mucosidad al toser
  • realizar terapia de oxígeno
  • vacunarse para prevenir infecciones respiratorias

Es posible que necesites la ayuda de fisioterapia torácica. Una forma es un chaleco para terapia respiratoria que emplea oscilaciones de alta frecuencia sobre la pared torácica para ayudar a limpiar los pulmones de la mucosidad. El chaleco comprime y libera suavemente el pecho, creando el mismo efecto que la tos. Esto desprende la mucosidad de las paredes de los bronquios.

Si hay sangrado en el pulmón, o si la bronquiectasia está solo en una parte de tu pulmón, es posible que necesites cirugía para extirpar el área afectada.

Otra parte del tratamiento diario consiste en el drenaje de las secreciones bronquiales, ayudado por la gravedad. Un terapeuta respiratorio puede enseñarte técnicas para ayudar a toser flema.

Si la causa de la bronquiectasia son afecciones como trastornos inmunitarios o EPOC, tu médico también tratará esas afecciones.

La causa exacta de la bronquiectasia se desconoce en aproximadamente el 50 por ciento de los casos de bronquiectasia-no FQ.

Para otros, está relacionada con anomalías genéticas y otras enfermedades que afectan los pulmones. Evitar fumar, el aire contaminado, los vapores de la cocina y los productos químicos puede ayudarte a proteger tus pulmones y mantener una salud pulmonar optima.

Se recomienda que tú y tus hijos se vacunen contra la gripe, la tos ferina y el sarampión, ya que estas afecciones se han relacionado con la bronquiectasia en la edad adulta.

Pero a menudo, la prevención es un desafío cuando se desconoce la causa. La detección temprana de la bronquiectasia es importante para que puedas recibir tratamiento antes de que ocurra un daño pulmonar significativo.

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