El broncoespasmo es la tensión de los músculos que recubren las vías respiratorias (bronquios) en los pulmones. Cuando estos músculos se tensan, las vías respiratorias se estrechan.

Las vías respiratorias estrechas no permiten que entre o salga tanto aire de los pulmones. Esto limita la cantidad de oxígeno que ingresa a la sangre y la cantidad de dióxido de carbono que sale de la sangre.

El broncoespasmo afecta con frecuencia a las personas con asma y alergias. Esto contribuye a los síntomas del asma como la sibilancia y la dificultad para respirar.

Cuando tienes un broncoespasmo, tu pecho se siente tenso y puede ser difícil respirar. Otros síntomas incluyen:

  • sibilancia (un sonido de silbido cuando respiras)
  • dolor en el pecho y opresión
  • tos
  • fatiga

Cualquier inflamación o irritación en tus vías respiratorias puede causar broncoespasmo. Esta afección afecta comúnmente a las personas con asma.

Otros factores que pueden contribuir a un broncoespasmo incluyen:

  • alérgenos, como el polvo y la caspa de mascotas
  • enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un grupo de enfermedades pulmonares que incluye bronquitis crónica y enfisema
  • vapores químicos
  • anestesia general durante la cirugía
  • infección de los pulmones o vías respiratorias
  • ejercicio
  • clima frío
  • inhalación de humo por un incendio
  • fumar, incluyendo tabaco y drogas ilícitas

Para diagnosticar un broncoespasmo, puedes consultar a tu médico de atención primaria o a un neumólogo (un médico que trata las enfermedades pulmonares). El médico te preguntará sobre tus síntomas y determinará si tienes historial de asma o alergias. Luego, auscultará tus pulmones, y tu inhalación y exhalación.

Es posible que te realicen pruebas de la función pulmonar para medir cuán bien funcionan tus pulmones. Estas pruebas pueden incluir lo siguiente:

  • Espirometría. Respiras dentro de un tubo que está conectado a un dispositivo llamado espirómetro. El espirómetro mide la fuerza del aire a medida que inhalas y exhalas.
  • Prueba de volumen pulmonar. Esta prueba mide cuánto oxígeno pueden retener tus pulmones.
  • Capacidad de difusión pulmonar. Inhalas y exhalas a través de un tubo para saber cuán bien llega el oxígeno a tu sangre. Tu médico también podría examinar tu nivel de hemoglobina; una proteína que ayuda a transportar el oxígeno en tu sangre.
  • Oxímetro de pulso. Se coloca un dispositivo en tu dedo para medir el nivel de oxígeno en tu sangre.
  • Hiperventilación voluntaria eucápnica. Esta prueba se usa para diagnosticar el broncoespasmo inducido por el ejercicio. Inhalas una mezcla de oxígeno y dióxido de carbono para simular tu respiración durante el ejercicio. Tu médico verá si la inhalación de esta mezcla afecta tu función pulmonar.

También es posible que te realicen estas pruebas:

  • Radiografías de pecho. Tu médico las usará para observar si hay neumonía u otras señales de infección.
  • Tomografía. Esta prueba utiliza las radiografías para observar los problemas en tus pulmones.

Tu médico puede tratar tu broncoespasmo con medicamentos que amplían tus vías respiratorias y te ayudan a respirar con más facilidad, incluyendo:

  • Broncodilatadores de acción corta. Estos medicamentos se usan para el alivio rápido de los síntomas de los broncoespasmos. Empiezan a funcionar ampliando las vías respiratorias en unos cuantos minutos y sus efectos duran hasta por cuatro horas.
  • Broncodilatadores de acción prolongada. Estos medicamentos mantienen tus vías respiratorias abiertas hasta por 12 horas, pero requieren más tiempo para empezar a funcionar.
  • Esteroides inhalados. Estos medicamentos reducen la inflamación de tus vías respiratorias. Puedes usarlos para controlar el broncoespasmo a largo plazo. También toman más tiempo para empezar a funcionar comparado con los broncodilatadores de acción corta.
  • Esteroides orales o intravenosos. Estos pueden ser necesarios si tu broncoespasmo es grave.

Si tienes un broncoespasmo inducido por el ejercicio, toma un medicamento de acción corta aproximadamente 15 minutos antes de hacer ejercicio.

Podría ser necesario que tomes antibióticos si tienes una infección bacteriana.

A continuación, encontrarás algunas cosas que puedes hacer para evitar los broncoespasmos:

  • Haz calentamiento durante 5 a 10 minutos antes de hacer ejercicio y relájate durante 5 a 10 minutos después de la rutina.
  • Si tienes alergias, no hagas ejercicio cuando el recuento de polen esté alto.
  • Toma mucha agua durante el día para liberar cualquier mucosidad en tu pecho.
  • Haz ejercicio en interiores en los días demasiado fríos. O bien, utiliza una bufanda sobre la nariz y la boca cuando estés al aire libre.
  • Si fumas, pide consejo a tu médico para que te ayude a dejar el hábito. Aléjate de cualquier persona que esté fumando.
  • Si tienes más de 65 años de edad o tienes una enfermedad pulmonar crónica o problemas del sistema inmunitario, debes mantener al día tus vacunas contra el neumococo e influenza.

Llama a tu médico si tienes síntomas de broncoespasmo que limitan tus actividades diarias o no desaparecen en unos días.

Llama también si:

  • tienes fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta
  • toses mucho con mucosidad de color oscuro

Llama al 911 o acude a una sala de emergencias si tienes estos síntomas:

  • dolor de pecho cuando respiras
  • tos con mucosidad sanguinolenta
  • problemas para respirar

Lee el artículo en inglés.