La causa más común de una sensación de ardor en los pies es una lesión nerviosa, a menudo relacionada con la diabetes. Sin embargo, puede haber otras causas.

El dolor que causa el pie ardiente puede ser intermitente o constante y puede ir de leve a intenso. Puedes sentir calor, hormigueo, punzadas o entumecimiento en los pies. El dolor suele ser peor por la noche.

El tratamiento para el ardor en los pies dependerá de la causa subyacente.

Sigue leyendo para obtener más información sobre las causas de la sensación de ardor en los pies y cuándo debes buscar ayuda.

La sensación de ardor en los pies puede ser provocada por una amplia variedad de afecciones.

Es importante determinar una causa para poder recibir tratamiento adecuado. Algunas causas pueden remediarse fácilmente, como el hongo que causa el pie de atleta o los zapatos demasiado apretados. En algunos casos, la causa es desconocida.

1. Neuropatía diabética

Años de tener niveles altos de azúcar en la sangre sin controlar pueden resultar en daño gradual a los vasos sanguíneos y los nervios.

Tener un nivel alto de azúcar en la sangre puede hacer que los nervios envíen menos señales nerviosas. Esto puede afectar la sensación en varias partes del cuerpo, incluyendo los pies. El nivel alto de azúcar en la sangre también debilita las paredes de los vasos sanguíneos, que transportan oxígeno y nutrientes a los nervios.

Las lesiones nerviosas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), alrededor del 60 por ciento al 70 por ciento de las personas con diabetes tienen algún tipo de lesión nerviosa o neuropatía. Tu riesgo de neuropatía aumenta si:

  • tienes obesidad
  • tienes presión arterial alta
  • fumas cigarrillos
  • bebes alcohol

Cuando las lesiones nerviosas están en las piernas y los pies, se conoce como neuropatía periférica. La neuropatía periférica es el tipo más común de neuropatía diabética. Este tipo de neuropatía puede causar ardor en los pies. Con menos frecuencia, la neuropatía periférica puede afectar los brazos y las manos.

Los síntomas adicionales de la neuropatía periférica incluyen:

  • entumecimiento u hormigueo en las manos o pies
  • la sensación de tener puesto un calcetín demasiado ajustado
  • dolores agudos y punzantes
  • debilidad o sensación de pesadez en las piernas o los brazos
  • sudoración excesiva

Es importante consultar a tu médico si notas alguna señal de neuropatía. Controlar tu nivel de azúcar en la sangre puede prevenir el daño a los nervios o hacer que suceda más lentamente.

Un estudio señaló que la neuropatía periférica sin explicación puede ser una señal de prediabetes o diabetes no diagnosticada.

2. Neuropatía sensorial de fibra pequeña (SFSN)

La neuropatía sensorial de fibra pequeña (SFSN, en inglés) es una neuropatía dolorosa que suele causar una sensación de ardor en los pies. Otros síntomas incluyen pérdida de sensibilidad en los pies y pequeños ataques de dolor.

Ocurre como resultado de una pérdida de la vaina mielínica, que cubre y protege las fibras nerviosas. Si bien en la mayoría de los casos la causa es desconocida, puede tener que ver con la diabetes.

3. Alto consumo de alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede causar otro tipo de lesión nerviosa llamada neuropatía alcohólica. Además del ardor en los pies, los síntomas incluyen:

  • debilidad muscular, espasmos musculares y pérdida de la función muscular
  • disfunción urinaria e intestinal
  • mareos
  • dificultad para hablar

Dejar de consumir alcohol puede ayudar a evitar que empeoren los síntomas. Sin embargo, algunas lesiones nerviosas pueden ser irreversibles.

4. Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT)

La CMT es la enfermedad nerviosa hereditaria más común. Afecta los nervios que controlan los músculos. Es una enfermedad progresiva, lo cual significa que los síntomas empeoran con el tiempo. Uno de sus primeros síntomas es ardor, o una sensación de pinchazos con alfileres y agujas en los pies o las manos. Otros síntomas incluyen torpeza y atrofia muscular.

Aproximadamente 1 de cada 2,500 personas en Estados Unidos tiene CMT, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. Lleva el nombre de los tres médicos que la describieron por primera vez en 1886. Se le conoce con otros nombres como atrofia muscular peroneal y neuropatía motora y sensorial hereditaria.

5. Síndrome de dolor regional complejo (SDRC)

El SDRC ocurre en una extremidad, más comúnmente después de una lesión o cirugía. Implica lesiones nerviosas que afectan la señalización del cerebro y la columna vertebral. Los síntomas incluyen:

  • ardor
  • hinchazón
  • cambios en el color o la textura de la piel

El SDRC puede afectar el sistema inmunitario. Podría tener una influencia genética.

6. Eritromelalgia

La eritromelalgia es una enfermedad relativamente poco común que resulta en dolor, enrojecimiento y calor en los pies sin una causa conocida. La gravedad de la enfermedad varía de una persona a otra. El dolor puede empeorar después de:

  • hacer ejercicio
  • caminar
  • estar de pie
  • estar expuesto al calor

7. Deficiencias nutricionales

El ardor en los pies causado por la desnutrición era más común en el pasado, pero todavía se puede observar en áreas que experimentan hambruna u otros desastres.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se calcula que un tercio de los prisioneros de guerra estadounidenses en el Pacífico experimentaron el síndrome de ardor en los pies a causa de la desnutrición.

En la población actual, especialmente entre los ancianos, las lesiones nerviosas pueden estar relacionadas con deficiencias de:

  • vitamina B-12
  • vitamina B-6
  • Vitamina B-9 (folato)

Estas deficiencias de vitamina B pueden causar ardor en los pies y problemas de coordinación muscular.

La anemia, una falta de glóbulos rojos sanos, también puede deberse a deficiencias de vitamina B. Otros síntomas de la anemia por deficiencia de vitaminas incluyen fatiga, mareos y dificultad para respirar.

8. Hipotiroidismo

Una tiroides hipoactiva (poco activa) cambia el equilibrio de las hormonas en el cuerpo. Esto puede causar hinchazón que ejerce presión sobre los nervios. Además del ardor en los pies, los síntomas de hipotiroidismo incluyen fatiga, aumento de peso y piel seca.

9. Enfermedades infecciosas

El ardor en los pies puede ser uno de los muchos síntomas de varias infecciones, que incluyen:

  • enfermedad de Lyme
  • VIH
  • sífilis
  • herpes

Consulta con tu médico para hacerte una prueba si experimentas ardor en los pies y crees que tienes una infección.

10. Pie de atleta

El pie de atleta es una infección micótica contagiosa que a menudo se observa en los atletas. También conocido como tinea pedis, puede afectar las uñas de los pies y las manos.

Uno de los síntomas más comunes del pie de atleta es una sensación de ardor, hormigueo o picazón entre los dedos o en las plantas de los pies. También puedes experimentar:

  • ampollas en los pies que causan picazón
  • grietas y descamación de la piel entre los dedos o en las plantas de los pies
  • piel seca en los costados o plantas de los pies
  • piel en carne viva en los pies
  • uñas de los pies que se separan del lecho ungueal (la piel debajo de la uña), o con una apariencia descolorida, gruesa y quebradiza

11. Enfermedad renal

Cuando los riñones dejan de funcionar correctamente, se acumulan toxinas en la sangre. Esto puede provocar hinchazón y picazón en los pies. También puede causar:

  • menos producción de orina
  • dificultad para respirar sin explicación
  • náusea
  • confusión
  • convulsiones
  • fatiga
  • coma

12. Enfermedad arterial periférica (EAP)

La EAP implica un estrechamiento de las arterias que llevan sangre a las piernas y los pies. Los síntomas pueden ser similares a los de la neuropatía periférica, como el ardor en pies y piernas. El dolor suele producirse al caminar o hacer ejercicio.

13. Síndrome del túnel tarsiano

El síndrome del túnel tarsiano se refiere a una afección en la que el nervio que va desde el tobillo hasta el pie se comprime debido a una inflamación o lesión. Esto puede provocar dolor y ardor en el pie. El dolor puede extenderse hasta la pierna.

Es importante recibir tratamiento temprano para esta afección antes de que la lesión nerviosa se vuelva permanente.

14. Exposición a toxinas

La exposición a metales pesados y otras sustancias químicas industriales durante largos períodos puede provocar síntomas de neuropatía periférica. Algunos medicamentos utilizados para tratar ciertas afecciones, como el VIH o las convulsiones, también pueden producir una lesión nerviosa.

15. Quimioterapia

Los productos químicos terapéuticos que se utilizan para matar las células cancerosas pueden tener efectos secundarios, incluyendo la neuropatía periférica. Otros efectos secundarios de los sistemas nerviosos y musculares de la quimioterapia pueden incluir:

  • sensación de cansancio, dolor o temblores en los músculos
  • reflejos o habilidades motoras más lentos
  • problemas de equilibrio y coordinación
  • debilidad muscular
  • dolor

Consulta a tu médico si sientes ardor y dolor en los pies

Tu médico empezará por realizar un examen físico. Un examen físico puede indicar:

  • problemas estructurales en tus pies o piernas
  • infección por hongos
  • piel enrojecida o pálida
  • reflejos
  • falta de sensibilidad o sensación

Luego, tu médico te preguntará acerca de tu historial médico, incluyendo los medicamentos que tomas actualmente. Te preguntará cuándo aparecen tus síntomas y cuánto duran.

Es probable que tu médico realice pruebas de diabetes, ya que es una de las causas más comunes de ardor en los pies. También querrá saber si tienes antecedentes de consumo excesivo de alcohol, ya que esta es otra causa común de este síntoma. También podría pedir un análisis de sangre para:

  • hormona tiroidea
  • función renal
  • deficiencia de vitaminas
  • VIH
  • otras infecciones

Podría pedir pruebas de imagen si se sospecha el síndrome del túnel tarsiano. Tu médico podría observar tus zapatos y analizar cómo caminas para ver si te quedan ajustados.

Tu médico te preguntará acerca de otros síntomas para determinar si hay una infección o lesión.

El tratamiento para el ardor en los pies dependerá de la causa subyacente.

A menudo, el tratamiento puede ser sencillo. Podrías necesitar:

  • un medicamento antimicótico para el pie de atleta
  • zapatos más cómodos
  • una plantilla correctora para tus zapatos
  • suplementos de vitamina B
  • suplementos tiroideos

Si tienes diabetes, es posible que debas cambiar tu dieta o medicamentos. Tu médico también podría recetar medicamentos para aliviar el dolor de los nervios.

Para el dolor de los nervios intenso, un tratamiento de estimulación nerviosa puede ayudar, por ejemplo:

  • estimulación eléctrica de los nervios
  • terapia magnética
  • terapia con láser
  • terapia con luz

También hay investigaciones en desarrollo para otras nuevas terapias contra el dolor.

Los tratamientos alternativos, como la acupuntura, pueden ayudar a algunas personas.

Es importante consultar a tu médico sobre este tipo de dolor. Pero hay algunas cosas que puedes probar en casa para aliviar el dolor de forma temporaria:

  • Remoja tus pies en agua fría o baños de hielo durante unos minutos. Esto no es recomendable para personas con eritromelalgia. Puede dañar la piel.
  • Remoja tus pies en sales de Epsom o una solución de sidra de manzana. Si tienes diabetes, consulta a tu médico antes de probar este remedio.
  • Toma un suplemento de cúrcuma. La curcumina en la cúrcuma puede aliviar el dolor de los nervios. Se sabe que la curcumina tiene efectos protectores antiinflamatorios, antioxidantes y antimicrobianos. También se cree que ayuda con los síntomas neurológicos.
  • Aplica una crema tópica que contenga lidocaína o capsaicina. Una solución casera de jengibre o cúrcuma también podría funcionar. Un estudio encontró que los parches de lidocaína son muy efectivos para aliviar el dolor de la eritromelalgia.
  • Masajea tu pie para mejorar el flujo sanguíneo y la circulación.

La sensación de ardor en los pies puede causar un dolor que va de leve e intermitente a perturbador y crónico.

Es importante consultar con tu médico para identificar y tratar la causa subyacente.

Si la causa es una lesión nerviosa, podría ser permanente en algunos casos, pero hay tratamientos disponibles para evitar daños mayores.

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