Una ampolla es una pequeña bolsa de líquido que se forma en un área del cuerpo. Estas burbujas pueden variar de tamaño y ocurren por diferentes razones. Podrías desarrollar una después de sufrir una quemadura en la piel, una infección por hongos o bacterias, una picadura de insecto o un traumatismo.

Dependiendo del lugar de la ampolla, puede interferir con las tareas diarias normales. Por ejemplo, si tienes una ampolla en los pies, es posible que se te dificulte caminar, hacer ejercicio o estar de pie durante largos períodos de tiempo.

Las ampollas se desarrollan comúnmente en los pies. Por fortuna, varios tratamientos caseros pueden aliviar el malestar y reducir el riesgo de que se vuelvan a formar ampollas.

Si tienes ampollas en los pies, es posible que la fricción sea la culpable. Caminar o estar de pie durante varias horas al día ejerce presión sobre los talones, las plantas y los dedos de los pies. Cuanto más tiempo estés de pie durante el día, mayor será tu riesgo de que se formen ampollas en tus pies.

Por supuesto, no todas las personas que caminan o están de pie durante períodos prolongados desarrollan ampollas. En muchos casos, estas burbujas llenas de líquido se producen por usar zapatos que no quedan bien. Los zapatos demasiado apretados o demasiado holgados pueden rozar la piel. La fricción resultante hace que se acumule líquido debajo de la capa superior de la piel.

La humedad excesiva o la transpiración también puede hacer que aparezcan estas burbujas en la piel. Esto es común durante las temporadas de mucho calor para los atletas, particularmente los corredores. Se forman pequeñas ampollas cuando el sudor obstruye los poros de los pies.

También pueden aparecer ampollas en los pies después de una quemadura solar. Otras posibles causas de ampollas en los pies incluyen:

  • congelación
  • reacción alérgica
  • exposición química (cosméticos o detergentes)
  • infecciones micóticas
  • varicela
  • infecciones bacterianas
  • herpes
  • eccema dishidrótico

Una ampolla en el pie causada por la fricción se suele resolver en unos pocos días con tratamientos caseros.

Desafortunadamente, algunas ampollas no responden a los tratamientos caseros o empeoran con el tiempo. Consulta con tu médico si una ampolla te causa un dolor intenso o te impide caminar. También debes consultar a un médico si, junto con la ampolla en el pie, experimentas fiebre, náuseas o escalofríos. Esto puede ser una señal de infección.

Tu médico puede drenar la ampolla con una aguja esterilizada. Si sospecha que tienes una infección, puede examinar una muestra del líquido para determinar la causa.

Es posible que sientas la tentación de pinchar o reventar una ampolla. Pero debes dejar la ampolla intacta porque si la abres puede infectarse. Cubrir una ampolla con una venda adhesiva puede ayudar a protegerla mientras sana.

Si dejas una ampolla sin tocar, eventualmente puede endurecerse y desaparecer. Hasta que esto suceda y dependiendo del tamaño de la burbuja, podrías sentir incomodidad.

Si bien no debes reventar una ampolla, drenarla de manera segura puede brindar alivio. Estos son los pasos para drenar correctamente una ampolla en casa:

  • Lava tus manos con agua tibia y jabón antibacteriano.
  • Utiliza un hisopo de algodón empapado en alcohol isopropílico para desinfectar una aguja.
  • Limpia la ampolla con antiséptico.
  • Toma la aguja y haz una pequeña punción en la ampolla.
  • Deja que salga todo el líquido de la ampolla.
  • Aplica pomada o crema antibacteriana en la ampolla.
  • Cubre la ampolla con una curita (apósito) o gasa.
  • Limpia y vuelve a aplicar la pomada antibacteriana a diario. Mantén la ampolla cubierta hasta que sane.

Prevenir las ampollas en los pies implica abordar la causa subyacente. Si desarrollas una ampolla debido a la fricción, usar zapatos que te queden bien es el primer paso importante. Si tus pies rozan un área específica de tu zapato, usar una plantilla puede proporcionar un acolchado adicional y reducir la fricción.

Si eres atleta, asegúrate de mantener los pies secos. Usa talco para reducir la sudoración en los pies, o usa calcetines que absorban la humedad diseñados para atletas. Estos calcetines se secan más rápido y reducen la humedad.

Si un producto cosmético (polvo, loción, jabón) o un alérgeno hace que desarrolles ampollas en los pies, evitar el irritante reduce la probabilidad de nuevas ampollas. Si las ampollas son causadas por una afección médica, habla sobre los posibles tratamientos con tu médico. Puedes reducir el riesgo de desarrollar ampollas tratando un problema subyacente.

Lee el artículo en inglés.