Los amigos ayudan a hacer la vida más significativa. Brindan apoyo social y emocional, alivian los sentimientos de soledad y te ayudan a sentirte más feliz y más satisfecho con la vida.
Mantener conexiones sociales puede incluso prolongar la vida útil y reducir tu riesgo de problemas de salud mental y física, incluyendo depresión y presión arterial alta.
Algunas amistades podrían no tener un efecto tan positivo. Otras podrían ser francamente tóxicas.
Las amistades tóxicas pueden tomar diferentes formas, pero generalmente te agotan mentalmente y tienen una manera de derribarte en lugar de fortalecerte.
¿Te preguntas cómo reconocer una amistad tóxica? ¿No estás seguro de cómo lidiar con la situación o cómo podría afectarte? Estamos aquí para ayudarte con 24 consejos para reconocer y tratar con amigos que causan más daño que felicidad.
Todo el mundo tiene días buenos y malos. En un mal día, la bondad no siempre es fácil, incluso con los seres queridos. Entonces, ¿cómo puedes saber la diferencia entre un amigo verdaderamente tóxico y alguien que está teniendo un mal día?
Días malos versus malas vibrasUn buen amigo que tiene un mal día puede reaccionar o parecer distante, pero es probable que se disculpe una vez que las cosas se calmen.
Los amigos tóxicos, por otro lado, tienden a seguir un patrón que realmente nunca desaparece. No mostrarán mucho arrepentimiento o inclinación a cambiar, incluso cuando se den cuenta de que te hicieron sentir mal.
Aquí te decimos algunas otras cosas que un amigo tóxico podría hacer:
Hacerte sentir mal
Los amigos a menudo bromean entre sí, y un poco de bromas afables no significa que tu amistad es tóxica, especialmente si tú también te ríes.
Cuando un amigo te humilla y te hace sentir mal con frecuencia, ya sea que use tácticas negativas más sutiles o insultos directos, tu amistad probablemente no sea saludable.
Chismes
Le dijiste algo a un amigo en confianza, y al día siguiente, todo tu círculo social se entera de los detalles.
Cualquiera puede equivocarse y decir cosas que no debería, pero los amigos tóxicos pueden parecer disfrutar difundiendo secretos, incluso cuando les pides que mantengan tus cosas personales en privado.
Alguien que rompe constantemente tu confianza probablemente no se preocupa mucho por tus sentimientos.
Disculparse hipócritamente
Cuando lo confrontas respecto a su comportamiento, se encoge de hombros o te da un frívolo, “lo siento”.
En lugar de tomarse el tiempo para considerar tu perspectiva, dice: “Lamento que te sientas de esa manera” o después de su disculpa viene un defensivo “pero”.
Ya sabes, es el típico: “Siento haber heridos tus sentimientos, pero solo era una broma”.
Estas respuestas sugieren que a alguien no le importa cómo te afectan sus acciones.
Te pone nervioso
La imprevisibilidad por sí sola no necesariamente indica que alguien es tóxico, pero cuando sus reacciones pueden causar daño o sentirse abusivas, es prudente proceder con precaución.
Nadie es totalmente predecible, pero es razonable esperar que alguien en quien confíes exprese sus emociones de manera segura y saludable.
Tal vez se irrita demasiado y te grita por pequeñeces, como olvidar apagar la televisión o no devolver una chaqueta que te prestó. Luego, al minuto siguiente actúa como si nada hubiera pasado.
Si nunca sabes cómo reaccionará, es posible que te cueste sentirte cómodo a su alrededor.
Te deja perturbado
En términos generales, pasar tiempo con un amigo cercano debe hacerte sentir bien. Tal vez pasar tiempo con un amigo en particular te deja inquieto o molesto.
Puede que no tengas una buena explicación del por qué, pero cuando te apartas de ellos, te sientes más aliviado que desilusionado, y no quieres pasar más tiempo con ellos.
Si notas este sentimiento incómodo, considera examinar tu amistad en busca de otras señales de que las cosas no están del todo bien.
Te compara con otras personas
¿Tienes un amigo al que le gusta señalar las formas en que no estás a la altura de sus otros amigos? Tal vez tu apartamento es más pequeño que el de otra persona, por lo que no es tan divertido pasar tiempo contigo. O vestirte más como otra persona te haría mejor.
Las personas tienen sus propios rasgos y diferencias, y un buen amigo lo reconoce. No te comparará con los demás ni insinuará que eres de alguna manera menos que otra persona. Sin duda, tampoco usa la presión del grupo para que hagas cosas que preferirías no hacer.
Siempre busca ser el primero
¿Has tenido algún amigo que solo está cuando las cosas van bien? Está ahí cuando las cosas van bien o cuando necesita algo, pero cuando estás luchando con algo, no está para nada.
Algunos amigos pueden hablar durante una hora sobre sus problemas recientes. Cuando terminan de desahogarse, preguntan algo importante, “¿y cómo estás?”, antes de rápidamente derivar de nuevo la conversación hacia ellos mismos.
Los verdaderos amigos no solamente piden. También tienen empatía por tus preocupaciones, en circunstancias buenas, malas o en cualquier lugar intermedio.
Intenta cambiarte
Alguien que trata de cambiarte puede no ser un buen amigo.
Un verdadero amigo entiende que las personas tienen distintos comportamientos, y te aceptará por quién eres. Si pides orientación sobre algo que te gustaría cambiar, es posible que te brinde apoyo y ánimo, pero probablemente esperará a que preguntes en lugar de decirte lo que debes hacer.
Digamos que luchas en entornos sociales y quieres mejorar para conocer gente nueva. Un buen amigo podría sugerirte que vayas a su próxima reunión para presentarte a algunos otros amigos en un ambiente cómodo.
Las amistades tóxicas pueden tener un impacto bastante significativo en el bienestar general, y no de manera positiva. Pasar tiempo con personas que no se preocupan por tus sentimientos puede eventualmente afectar tu salud emocional y física.
Si notas alguna de las siguientes señales después de pasar tiempo con un amigo, es mejor que consideres reevaluar la amistad.
Te sientes solo y aislado
Pasar tiempo con tus amigos debería aumentar tu sentido de conexión.
En cambio, una amistad tóxica puede hacer que te sientas ignorado. Te acercas para hacer planes, pero quedas fuera de los eventos grupales y no responden a tus mensajes (a menos que, por supuesto, necesiten algo de ti).
No parecen querer pasar tiempo contigo, y la amistad no te satisface ni se siente como una amistad en absoluto.
Tu estrés aumenta
La reducción del estrés es un beneficio clave de las amistades fuertes. Ver amigos puede no siempre hacerte sentir 100 por ciento mejor, pero probablemente notarás alguna mejora.
Un amigo tóxico, lejos de ayudar a aliviar el estrés, puede aumentarlo. Por ejemplo, puede decir o hacer cosas que te molestan cuando pasan tiempo juntos.
Incluso cuando no estás con él, es posible que pases mucho tiempo pensando en tus interacciones negativas, lo que puede hacerte sentir tenso, irritable, e incluso francamente mal.
No te sientes apoyado
Los verdaderos amigos ofrecen su apoyo cuando lo necesitas. Claro, este apoyo no siempre es tangible. Por lo menos, la amistad típicamente implica escuchar con empatía y ofrecer validación para la angustia y el dolor.
En una amistad tóxica, nunca sientes ese apoyo o compasión. Te sientes minimizado cuando les restan importancia a tus problemas o ignorado si nunca responden a tus mensajes en busca de apoyo.
En resumen, no están ahí para ti cuando más necesitas un amigo.
La confianza en ti mismo y tu autoestima salen lastimadas
Cuando alguien continuamente te hace sentir menos y te trata mal, podrías comenzar a aceptar este comportamiento y dejar de esperar algo mejor.
A medida que comienzas a creer en sus desprecios y a dudar de tus propias fortalezas y capacidades, tu autoestima puede comenzar a disminuir.
Te culpas por su comportamiento
¿Otro resultado de la manipulación? Empiezas a pensar que estás equivocado.
Cuando te maltratan, podrías creer que te lo mereces. Es posible que decidas pensar que nunca ofrecen apoyo porque pides ayuda con demasiada frecuencia. Así que, intentas reconciliarte con ellos cada vez que necesitan algo.
Incluso podrías sentirte agradecido de que pasen algún tiempo contigo ya que, después de todo, han señalado muchos de tus defectos.
A menudo te sientes desequilibrado
Las personas que se comportan de manera tóxica, a menudo usan la manipulación para obtener lo que quieren. La manipulación a menudo deja la impresión de que algo no está del todo bien, aunque no se puede identificar exactamente qué.
Es posible que sientas que nunca sabes lo que debes decir o hacer. Podrían usar sarcasmos sutiles o burlarse de ti abiertamente, dejándote inseguro de si quieren decir lo que dicen.
Sus reacciones (o reacciones exageradas) pueden desequilibrarte aún más. A veces se ríen de las cosas, a veces gritan. No saber qué sucederá puede hacer que estés tan confundido que no estés seguro de cómo proceder, excepto con extrema precaución.
Esta intranquilidad puede repercutir en otras partes de tu vida, dejándote nervioso y fácilmente molesto.
Tus otras relaciones sufren
Una amistad tóxica puede comenzar lenta, pero constantemente a envenenar otras relaciones cercanas.
Una vez que comiences a dudar de ti mismo, podrías verte a ti mismo como un mal amigo. Incluso si no empiezas a dudar de ti mismo, es posible que te resulte difícil confiar en los demás. Es posible que te preguntes si todos te ven como defectuoso, aburrido o desleal, y, como resultado, comiences a evitar a las personas.
Esto puede evitar que busques apoyo de personas que realmente se preocupan, dejándote más aislado y solo.
Ya te diste cuenta de que tienes una amistad tóxica, ¿pero qué sigue?
Tienes dos opciones principales. Es posible que desees intentar hablar con tu amigo primero. Es posible que no se dé cuenta de lo desagradable que es su comportamiento. Si quieres salvar la amistad, esta podría ser una buena primera opción. La otra opción consiste en poner fin a la amistad.
Los consejos a continuación pueden ayudarte a tomar una ruta segura y saludable, cualquiera que sea el camino que elijas.
Está BIEN querer dar una segunda oportunidad
Tal vez no siempre fueron tóxicos o no entienden cómo te afectan sus acciones. Algunas personas sí necesitan un poco de apoyo adicional.
Si se comportan de manera egocéntrica sin mostrar malicia, hablar con ellos sobre el impacto de su comportamiento podría mejorar las cosas.
Utiliza el “yo” y otros métodos de comunicación productiva para iniciar un diálogo. Sé sincero acerca de cómo te hace sentir su comportamiento y considera establecer límites para futuras interacciones.
Por ejemplo: “Me siento herido cuando escucho comentarios negativos sobre mi cabello o ropa. En el futuro, por favor, no te burles de mis elecciones de estilo”.
Pero esto no es siempre una buena idea
Si la amistad no tiene ningún beneficio positivo para ti, y tu conversación con ellos no ha ayudado a nadie, puede ser el momento de terminarla. Lo mismo ocurre con las amistades que se vuelven abusivas.
Puedes decirle a alguien cómo te afectan sus acciones, pero no puedes hacer que cambie. Tiene que hacerlo por su cuenta, y no todo el mundo está dispuesto a hacer el esfuerzo.
Podría prometer cambiar y tratarte mejor por un tiempo. Pero si comienza a menospreciarte de nuevo o vuelve a otros patrones de comportamiento tóxico, es mejor que te alejes.
Dedica un espacio para ti
Si pasas mucho tiempo deseando que un amigo te trate mejor, ¿por qué no tomarte un descanso de él por un tiempo y ver qué cambia?
El tiempo alejado de esa amistad puede ayudarte a ordenar tus sentimientos y obtener claridad sobre tus próximos pasos. También puedes ver cómo se ve tu vida sin esa persona en ella.
Tal vez las cosas mejoren significativamente y te sientas mucho mejor cuando no tengas que preocuparte por verla. Si es así, esta es una razón de peso para considerar poner fin a la amistad.
Pon límites
Si quieres intentar mantener la amistad, los límites son clave.
Deja en claro que no aceptarás ciertos comportamientos, como gritar, mentir, chusmear o fallar a los planes sin ninguna explicación.
Podrías considerar explicar cómo te afectan estos comportamientos y cómo responderás.
Por ejemplo: “No me gusta que me hagan sentir mal, así que si sigues haciendo chistes a mi costa, no podemos pasar tiempo juntos”.
Practica con anticipación
Una vez que sepas que necesitas terminar con la amistad, díselo.
Comunicar esto en persona es muchas veces lo mejor. Elige un lugar público que también ofrezca algo de privacidad, como un parque u otro lugar neutral. Si no te sientes seguro, llamarlos o escribirles una carta, también puede funcionar. Si es posible, trata de evitar terminar una amistad por mensaje de texto.
Antes de la discusión, escribe lo que quieres decir. ¿Explicarás tus razones o simplemente dirás que la amistad ya no funciona para ti? Organizar tus pensamientos y practicar de antemano (solo o con alguien en quien confíes) puede aumentar tu confianza y ayudarte a mantener tu decisión.
Sé directo
Si bien el nivel de detalle que proporciones puede depender de las circunstancias o de tu historial con esa persona, no le dejes ninguna ambigüedad sobre el estatus de tu amistad.
Es posible que no quiera terminar con la amistad, por lo que puede pararte o tratar de cambiar la situación para que te sientas culpable. Trata de no reaccionar, incluso si la persona reacciona airada o agresivamente. Vuelve a exponer tu decisión con calma (pero con firmeza) y vete.
Piénsalo bien antes de volver a ponerte en contacto
Si decides cortar el contacto, confía en tus instintos y evita buscarlos o responder a sus intentos de contactarte.
Con el tiempo, podrías pensar en los buenos momentos que compartieron y preguntarte si podrían haber cambiado. Recuerda por qué terminaron la amistad. Reiniciarla podría hacerte sentir igual de miserable otra vez, por lo que es mejor dejar pasar algún tiempo antes de considerar retomarla.
Sin duda, la gente puede cambiar, y si tu amigo se acerca con una disculpa que parece sincera, podrías intentar retomar la amistad. Actúa despacio para protegerte.
Ábrete con los demás
Quedar atrapado en una amistad tóxica puede hacer que te sientas avergonzado, confundido o desconfiado de los demás. Si te has distanciado de otros amigos, es posible que tengas dificultades para conectarte de nuevo.
Probablemente tengas algunos buenos amigos que realmente quieran ofrecer apoyo. Llegar a ellos y explicarles la situación puede ayudarte a recuperar esas amistades positivas, que pueden ayudarte a sanar.
¿Qué pasa si tenemos amigos en común?
Si tú y un amigo tóxico tienen amigos en común, es posible que te preocupes sobre cómo reaccionarán. No sientas que tienes que dar más detalles de los que te sientes cómodo dando. Es posible que ya sepan algo de la situación.
Simplemente podrías decir: “Decidí terminar la amistad porque tenía un impacto negativo en mi bienestar”, o algo similar.
Cuídate
Una vez que termines una amistad tóxica, tómate un tiempo para enfocarte en ti mismo.
Acabas de pasar por algo doloroso y difícil, por lo que es perfectamente razonable necesitar algo de tiempo para sanar.
Practica un buen cuidado propio al:
- pasar tiempo con tus seres queridos
- hacer tiempo para un sueño de calidad
- enfocarte en pasatiempos agradables
Llena tu vida con cosas positivas y busca apoyo si lo necesitas.
Terminar una amistad tóxica puede ser un desafío, y es completamente normal necesitar un poco de apoyo adicional en cualquier parte del proceso. Un terapeuta puede ayudarte a comenzar a explorar tus sentimientos acerca de la amistad y considerar opciones para terminarla o repararla.
Crystal Raypole ha trabajado anteriormente como escritora y editora para GoodTherapy. Sus campos de interés incluyen lenguas y literatura asiáticas, traducción japonesa, cocina, ciencias naturales, positividad sexual y salud mental. En particular, está enfocada en ayudar a disminuir el estigma en torno a los problemas de salud mental.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Stella Miranda el 23 de agosto de 2021.
Versión original en inglés actualizada el 19 de mayo de 2020.
Última revisión médica en inglés realizada el 19 de mayo de 2020.