Puede parecer sorprendente, pero aún no estás embarazada durante la primera semana de embarazo.

El embarazo se mide en un calendario de 40 semanas y el día 1 comienza el primer día de tu última menstruación. Quedas embarazada cerca del final de la segunda semana o al comienzo de la tercera semana, dependiendo de cuándo ovules. La ovulación marca el período fértil de tu cuerpo.

Tu ciclo de ovulación determina la fecha exacta en la que concibes. La ovulación suele ocurrir entre 13 y 20 días después del primer día de tu periodo, dependiendo de la duración de tu ciclo.

Cuando ovulas, uno de tus ovarios libera un óvulo que viaja hacia tu trompa de Falopio. Para concebir, los espermatozoides también deben viajar a la trompa de Falopio y encontrarse con el óvulo en el momento óptimo. Este momento puede ser difícil de determinar sin una observación cuidadosa.

Hay varios métodos que puedes utilizar para ayudarte a predecir cuándo ovulas. Si observas los signos y señales de la ovulación en tu cuerpo, puedes predecir un período de fertilidad. Esto te ayudará a determinar cuándo debes tener relaciones sexuales.

Monitorea tu periodo

Es posible que hayas escuchado que un ciclo menstrual típico dura 28 días. Sin embargo, muchas mujeres no tienen ciclos de 28 días, y los ciclos de algunas mujeres varían de un mes a otro.

Lleva un registro de tu periodo durante varios meses, esto te ayudará a determinar un patrón para tu ciclo. Para hacerlo, simplemente marca el primer día de tu período una vez al mes. Incluso puedes probar una aplicación de fertilidad, que te ayudará a calcular el periodo de ovulación en función de tu ciclo promedio.

Mide tu temperatura corporal basal

La temperatura basal de tu cuerpo cambiará cuando ovules. Lo más probable es que quedes embarazada dos o tres días antes de que suba la temperatura.

Necesitarás un termómetro especial para medir tu temperatura corporal basal. Para determinar cuándo cambia tu temperatura corporal basal, registra tu temperatura cada día y observa si se desarrolla un patrón.

Debes tomarte la temperatura a la misma hora cada mañana, generalmente cuando te despiertas. Debido a que necesitarás programar el momento del coito antes de que la temperatura aumente, tendrás que hacer este seguimiento durante unos meses para encontrar un patrón.

Presta atención a tu flujo vaginal

La textura y consistencia de tu flujo vaginal cambiará cuando ovules.

La secreción se volverá transparente y resbaladiza, como claras de huevo crudas, a medida que tu cuerpo se prepara para ovular. Después de la ovulación, la secreción se vuelve turbia y espesa, y luego desaparecerá por completo.

Usa una prueba de ovulación

Otra forma de determinar cuándo ovulas es usar un kit de prueba de ovulación. Por medio de tu orina, estas pruebas miden si ciertas hormonas están presentes en tu cuerpo, lo que puede predecir la ovulación.

Puedes comprar estas pruebas sin receta o en línea. Sigue las instrucciones que vienen con la prueba para asegurarte de obtener resultados precisos.

Una vez que conozcas tus patrones de ovulación usando cualquiera de estos métodos, debes planear tener relaciones sexuales durante tu período de máxima fertilidad. Esto suele ser un día antes de la ovulación, para que los espermatozoides tengan tiempo de viajar a la trompa de Falopio para fertilizar al óvulo.

Ten relaciones sexuales regulares en los días previos a la ovulación. Esto aumentará la posibilidad de que los espermatozoides entren en contacto con el óvulo.

Para prepararte para la concepción, puedes seguir una serie de conductas saludables para preparar tu cuerpo. Considera tomar vitaminas prenatales diariamente durante el año antes de intentar quedar embarazada. Estas vitaminas te ayudarán a complementar tu dieta con ácido fólico y otros nutrientes.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan 400 microgramos de ácido fólico al día para las mujeres. Esta cantidad de ácido fólico diario antes de la concepción y a comienzos del embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de que tu bebé tenga un defecto congénito grave del tubo neural.

Además de las vitaminas, existen otras formas en las que puedes preparar tu cuerpo para la concepción y el embarazo:

  • controla tu peso
  • sigue una dieta bien equilibrada
  • haz ejercicio con regularidad
  • reduce tus niveles de estrés
  • bebe menos alcohol y cafeína

Conocer estos aspectos de tu salud no solo te beneficiará mientras intentas concebir, también te preparará para cuidar de tu cuerpo cuando quedes embarazada.

AUMENTO DE PESO DURANTE EL EMBARAZO

Si planeas quedar embarazada, es importante comenzar con un peso saludable. Puedes determinar si estás en un peso saludable calculando tu índice de masa corporal (IMC).

Un IMC saludable está generalmente entre 18.5 y 24.9. Habla con tu médico sobre establecer metas para tu peso antes, durante y después del embarazo.

Algunos de los primeros síntomas que puedes notar en la segunda semana y que indican que estás embarazada incluyen:

  • ausencia del periodo menstrual
  • mal humor
  • senos sensibles e hinchados
  • náusea o vómitos
  • aumento de la micción
  • fatiga

Estas etapas tempranas del embarazo son solo el primero de muchos pasos en tu camino hacia la maternidad. Pasará algún tiempo después de la concepción para que tu cuerpo muestre señales de embarazo.

La falta de menstruación suele ser el primer signo perceptible de embarazo. Después de la ausencia de un periodo, una prueba de embarazo puede confirmar si pudiste concebir. Las pruebas de embarazo miden la presencia de la hormona hCG en tu cuerpo.

El seguimiento de la ovulación y el cuidado de tu cuerpo hasta el periodo fértil aumentarán las posibilidades de concebir cerca del final de la segunda semana. Es posible que no quedes embarazada las primeras veces que lo intentes, pero entre 80 y 90 parejas de cada 100 conciben durante el primer año de intentarlo.

Si tienes problemas para concebir o te preocupa algún aspecto del embarazo, ponte en contacto con tu médico para hablar sobre una evaluación médica de una posible infertilidad.

¿SABÍAS QUÉ?

La obesidad puede causar infertilidad en las mujeres. También puede hacer que los tratamientos de fertilidad sean menos efectivos. Perder solo entre el 5 por ciento y el 10 por ciento de tu peso puede mejorar tu fertilidad, según un estudio de 2007.

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